China e o mundo chinés
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Las relaciones económicas América Latina - China en la post crisis Dra. Elda Molina Díaz (CIEI) e MsC. Eduardo Regalado Florido (CEAO) (OPCh, 09/2010) |
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Asia se está consolidando como el centro fundamental de la economía mundial del siglo XXI al ser la región más dinámica del mundo en términos de crecimiento, participación en el comercio internacional, fuente de recursos financieros e innovación tecnológica, y China es protagonista de ese proceso. Ese país se ha transformado, además, en socio comercial clave para América Latina. En los últimos años los vínculos entre China y la región se han venido incrementando de forma acelerada y ello ha desatado controversias en varios sentidos entre académicos, especialistas, personas encargadas de elaborar políticas, etc. Se ha discutido mucho, por ejemplo, acerca de si estas relaciones constituyen una oportunidad o una amenaza para América Latina y sobre la magnitud y significado que podrían llegar a tener las mismas en el futuro. Precisamente, este último aspecto adquiere mayor vigencia luego de la irrupción de la crisis en el escenario global, puesto que el fenómeno ha impactado sobre ambos actores. El presente artículo se propone ofrecer una visión resumida del estado de las relaciones sino-latinoamericanas antes de que se produjera la crisis y adelantar sus posibles perspectivas teniendo en cuenta ese estado anterior y cómo resultan afectadas cada una de las partes por la presente crisis. I. Las relaciones económicas China – América Latina antes de la crisis 1.1 Antecedentes El principal interés de China en América Latina es económico. En primer lugar, América Latina representa para China un mercado estable de donde importar materias primas, energía y alimentos y una plaza donde colocar inversiones para garantizar esas importaciones. En segundo lugar, constituye un mercado hacia donde exportar productos elaborados (textiles, electrónicos, etc.), teniendo en cuenta que este tiene aproximadamente 548 millones de consumidores con el doble de ingresos per cápita que el chino. No se descarta tampoco su interés geopolítico en la región, ya que la conexión entre el Atlántico y el Pacífico es clave para la ampliación de su comercio con el resto del mundo. Un segundo objetivo es el acceso al mercado norteamericano, utilizando los tradicionales vínculos comerciales de la región con ese país. En el orden político, las motivaciones se circunscriben a la contención de las aspiraciones separatistas de Taiwán y fortalecer y equilibrar sus relaciones internacionales. El reacomodo de la política de China hacia América Latina fue correspondido por los gobiernos de la región, que tienen también marcados intereses económicos, geopolíticos y políticos con este país. Desde el punto de vista económico, América Latina desea expandir y abrir nuevos espacios para sus productos; lograr una mayor diversificación geográfica de su demanda; obtener capitales y tecnologías y lograr otro punto de apoyo para su desarrollo que la haga menos dependiente de Estados Unidos. Por otro lado, la diversificación de sus relaciones externas le permite potenciar su capacidad de negociación frente a terceros. 1.2 El siglo XXI Específicamente, la fecha que marcó el inicio de una nueva pauta en las relaciones China-América Latina es noviembre del 2004, cuando con motivo de la “XII Cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico” (APEC) el Presidente de China Hu Jintao realizó una gira por varios países del área. - Resultados del incremento de las relaciones - Asimismo, en un período relativamente breve, China se convirtió en el tercer socio comercial de la región y, según CEPAL, se espera que de 2 a 5 años pase a ser el segundo desplazando a la Unión Europea.5 Por países, China constituye el primer destino de las exportaciones de Brasil, Chile y Cuba y el segundo de Argentina, Costa Rica y Perú, así como el principal proveedor de importaciones de Paraguay y el segundo Brasil, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.6 De esta manera, puede decirse que el comercio de China con América Latina se concentra en 5 países, cuyas exportaciones de conjunto representan más del 70% de todas las exportaciones de la región a ese país y las importaciones más del 80% del total. Tabla 1
Fuente: China Statistics Yearbook 2009. SinoLatin Capital Analysis, WTO. América Latina también ha aumentado su importancia para China, contribuyendo a su sostenido crecimiento como suministradora de energía y materias primas. De hecho, la región ha pasado a ser la principal proveedora en varios rubros (soja, cobre, mineral de hierro, níquel, harina de pescado, cueros, azúcar, zinc, estaño, uvas, etc.). No obstante, la región no es un socio comercial relevante para China comparado con otras regiones o países. A pesar del incremento de los vínculos, aún el nivel de intercambio comercial es reducido. Tabla 2
Fuente: CEPAL s/ la base de información oficial del Ministerio de Comercio de China. En cuanto a la estructura del comercio, de todo lo que China importa de América Latina, aproximadamente 70% son productos primarios y manufacturas basadas en recursos naturales, mientras que América Latina importa de China fundamentalmente manufacturas. Por otra parte, la canasta exportadora de los países de la región se concentra en un número bastante reducido de productos. En el caso de Argentina, por ejemplo, tres productos (semillas de soja, aceite de soja y petróleo) constituyen más del 84% de sus exportaciones totales hacia China. Un caso similar es el de Chile, donde tres productos (cobre refinado, concentrado de cobre y pulpa de madera) constituyen el 85% de sus exportaciones totales al país asiático.7 Inversiones Por otra parte, de todas las inversiones chinas que llegan a América Latina, casi el 95% va a Islas Caimán e Islas Vírgenes Británicas9, desde donde se supone que se reorienten al resto de los países del área con los que el gigante asiático sostiene relaciones comerciales, como Brasil, que acumula la mayor parte, y Perú, que comienza a ser muy importante. La motivación fundamental de China para invertir en la región es garantizar el acceso a los recursos naturales, de ahí que las principales inversiones se concentren en la producción y exportación de recursos energéticos y minerales. Las dirigidas a la producción manufacturera, tecnología y servicios, aunque han aumentado, son escasas. Las principales modalidades son la participación en activos, ya sea mayoritaria o minoritaria, a través de la compra de acciones, y la financiación de proyectos avalados por contratos de suministro a largo plazo.10 - Significado para América Latina de las relaciones con China - Desde el punto económico, el crecimiento del comercio con China y de los precios de los productos de exportación en los últimos años, ha significado para la región latinoamericana un incremento de sus ingresos que en buena parte ha explicado su crecimiento económico. Sin embargo, su relación con la zona más dinámica del planeta está manteniendo el mismo patrón de vínculo tradicional con los países “centro”, es decir, América Latina se mantiene como exportadora de materias primas (productos de bajo valor agregado), con una poca diversificación de productos. Por otra parte, el impacto de las relaciones con China ha sido diferenciado por países. Las oportunidades que ofrecen los vínculos comerciales se concentran en aquellos que no compiten con las exportaciones chinas de determinados productos y se benefician de su creciente demanda y de los altos precios que esta genera, como las economías sudamericanas exportadoras de petróleo, metales y alimentos (Brasil, Chile, Argentina y Venezuela), mientras otras han resultado seriamente afectadas. Tal es el caso de los países importadores netos de petróleo y exportadores de textiles y confecciones, como México, gran parte de Centroamérica y el Caribe, que han resultado perjudicados en el mercado estadounidense de manufacturas al perder cuotas de mercado, además de sufrir deterioro en sus términos de intercambio. Los mercados internos de estos países también se han visto afectados debido a las ventajas comparativas y competitivas de China (costo de mano de obra, del transporte, etc.), causando una pérdida de competitividad que pone en riesgo su producción de productos manufacturados. Como resultado, existe una seria amenaza a la pequeña y mediana empresa y con ello a las principales fuentes de empleo. En cuanto a las inversiones, a pesar de no ser muy significativas, han tenido efectos directos e indirectos en la región. Aunque ha crecido, la IED no cumple aún con las expectativas y necesidades de los países de la región, pues no ha llegado en la cuantía esperada, ni ha sido significativo su aporte, de manera general, a la obtención de tecnología avanzada. Muchas inversiones aprobadas por compañías chinas no han sido ejecutadas y gran parte del dinero se envió a través de los paraísos fiscales y no llegó realmente a América Latina. De manera indirecta, pudiera decirse que la competencia china ha obligado a buscar eficiencia en las inversiones manufactureras, especialmente en México y la Cuenca del Caribe y, por otra parte, la influencia de la creciente demanda de China en el incremento de los precios de los productos básicos ha impulsado las inversiones en minería e hidrocarburos en América Latina. Desde el punto de vista político, el acercamiento a China ha sido positivo para América Latina pues representa una diversificación de sus relaciones externas, que reduce la dependencia de algunos países respecto a terceros, potencia su capacidad de negociación y facilita una mayor autonomía de sus políticas exteriores. En general, los vínculos económicos con el gigante asiático se basan en el respeto mutuo; la no agresión; la no intervención en los asuntos internos; la igualdad y el beneficio recíproco y la coexistencia pacífica. Asimismo, se caracterizan por no tener condicionamientos o imposiciones políticas. II. Relaciones China – América Latina después de la crisis 2.1 Cómo afectó la crisis a ambos actores La crisis desatada en Estados Unidos como crisis inmobiliaria a mediados de 2007, se convirtió rápidamente en una crisis financiera y luego en una crisis económica que trascendió al resto del mundo. Tanto los que se vieron involucrados directamente en la crisis por la compra de los productos relacionados con las hipotecas de Estados Unidos, como los que no lo hicieron, sufrieron los efectos de la caída del comercio mundial y de los flujos financieros internacionales, que provocaron una seria contracción del crecimiento en todos los países. En China: De todos modos, el impacto fue reducido y China pudo enfrentar de manera efectiva los efectos negativos debido a que contaba con ciertas fortalezas como:
Todo ello permitió la aplicación inmediata y efectiva de un amplio plan de estímulo económico hasta el 2010 valorado en 4,4 billones de yuanes (585.000 millones de dólares), equivalente a un 13% del PIB, cuyos resultados se comenzaron a apreciar desde el primer trimestre de 2009. Para el 2010 se espera un crecimiento entre el 9 y 10%14. Las fortalezas antes señaladas le han permitido al país, además, aprovechar a su favor la coyuntura externa resultante de la crisis. Por ejemplo, China se favoreció de la reducción de los precios de las materias primas, energía y alimentos, pues se abarataron sus importaciones y ello ayudó a compensar la caída en el volumen de exportaciones. Por otro lado, ante la caída de los flujos financieros internacionales, China está enfatizando su estrategia inversionista en el exterior tratando de asegurar recursos claves que le garanticen su dinamismo económico y el acceso a nuevas tecnologías. El yuan, por su parte, ha permanecido básicamente estable con una tendencia al fortalecimiento frente al dólar estadounidense15, lo que facilita su acercamiento al reconocimiento internacional. De hecho, el país ha comenzado a desplegar, con mayor intensidad, su estrategia de promover el yuan como una moneda internacional a través de la puesta en marcha de varios esquemas con otros países, para el pago de los intercambios comerciales en esta moneda. De esta manera, para el futuro se espera un papel más protagónico de China en el escenario global. En el corto plazo, se augura que China será el primer país en recuperarse de la crisis y el de mayor crecimiento a escala global, y a un plazo más largo, que tenga un papel más activo en las finanzas internacionales. En América Latina: Instituciones como CEPAL han afirmado que a pesar de las afectaciones América Latina estaba mejor preparada para enfrentar esta crisis que en momentos anteriores, no sólo por la situación coyuntural externa favorable, sino además, como resultado de las efectivas políticas aplicadas por los gobiernos en las áreas monetaria, fiscal y financiera, que trajeron como resultado una mejora en las finanzas públicas, en las cuentas externas, una menor deuda externa, y en consecuencia, mayor credibilidad de sus políticas económicas, mejor inserción en los mercados financieros internacionales y seis años ininterrumpidos de crecimiento del PIB. Sin embargo, esa aseveración hay que verla en términos relativos. Efectivamente, todo lo expuesto contribuyó a que el impacto de la crisis no fuera mayor, pero no se pueden obviar otras cuestiones reales presentes. Por ejemplo, que el período de bonanza precedente no fue aprovechado por la región para crear un crecimiento endógeno, por lo que en realidad la situación de América Latina no ha variado tanto con respecto a momentos anteriores en lo referido a las características estructurales de su modelo de crecimiento. La región continúa siendo básicamente dependiente del exterior en términos de comercio y finanzas y, por tanto, vulnerable a cualquier acontecimiento que se produzca en el ámbito internacional. Además, persisten otras características negativas que le impiden cambiar esta situación como:
2.2 Perspectivas de las relaciones Partiendo de la situación descrita para ambos, puede pensarse que las relaciones mutuas continuarán expandiéndose en el futuro inmediato. En primer lugar, debe considerarse que las cifras de comercio, pero sobre todo de inversiones, tanto desde el punto de vista absoluto como relativo, muestran que aún queda bastante terreno por explotar de ambas partes. Segundo, que el actual contexto parece favorecer esa expansión. Por el lado de América Latina, la crisis no ha hecho otra cosa que reforzar la dependencia externa de la región y sus principales socios, Estados Unidos y Europa, no avizoran una sustantiva recuperación en el corto y mediano plazo, por lo que Asia en general y China en particular, podrían ser una alternativa viable. Por otra parte, la presencia de gobiernos de carácter nacional y progresista en los últimos años ha abierto una etapa de cambios y exploración de nuevos caminos que facilita las relaciones con Asia. Es de destacar que en el 2009, a pesar de que el intercambio comercial entre China y América Latina se contrajo respecto al año anterior19, las exportaciones latinoamericanas a China crecieron un 5% mientras caían las destinadas a Estados Unidos y Europa en 26 y 28% respectivamente.20 En el caso de China, el país comenzó a recuperarse de la crisis y todo indica que mantendrá la tendencia de altos crecimientos y mayor inserción en la economía internacional, por lo que demandará mayores volúmenes de materias primas, a la vez que contará con significativos recursos financieros para invertir en el exterior. Con respecto a América Latina, aunque la región no está dentro de las prioridades de su política exterior, su interés en ella principalmente como suministradora de productos esenciales para el sostenimiento de su dinamismo económico, parece que tiende a acrecentarse. Un ejemplo es la visita a varios países del subcontinente del Presidente Hu Jintao, en plena crisis, en noviembre de 2008. El interés en fortalecer el comercio con la región se manifiesta también en la firma de Acuerdos de Libre Comercio con varios países (Chile, Costa Rica y Perú). Otro paso importante para la presencia de capitales chinos en la región lo constituyó el ingreso de China como miembro pleno del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) a fines de 200821, que además de contribuir a la capitalización de la entidad22, abre una nueva plataforma de negocios y oportunidades para el comercio y la inversión entre ambas partes. 2.3 Valoración La pregunta que habría de hacerse es si resultaría positivo para América Latina el incremento de las relaciones con China, teniendo en cuenta los elementos que se señalaron con anterioridad, y la respuesta es que sí, aunque ello representa retos importantes para la región. Enfrentar los retos y superarlos requiere esfuerzos y acciones conscientes, es decir, para que las oportunidades que ofrecen estas relaciones puedan ser realmente aprovechadas, la región debe llevar a cabo transformaciones en las políticas que fueron implementadas en el pasado. América Latina deberá elevar el perfil de sus relaciones con el gigante asiático y aproximarlas al nivel que le concede a los vínculos con sus socios tradicionales. Además, requiere definir una estrategia integral de carácter proactivo.
Para que los vínculos mutuos se conviertan realmente en una oportunidad de desarrollo para América Latina, China también deberá acometer acciones que rompan con la manera tradicional en que los centros hegemónicos se han relacionado con el subcontinente latinoamericano. Por ejemplo, es necesario que las relaciones se desenvuelvan dentro de un marco de desarrollo sostenible que integre el desarrollo económico, la protección ambiental y la mitigación de la pobreza. Para ello es imprescindible que los nuevos acuerdos se establezcan sobre fundamentos diferentes a los que normalmente prevalecen en sus actuales convenios.
1 De México y Chile en 2001; de Ecuador y Uruguay en 2002; de Cuba y Guyana en 2003; de Brasil, Argentina y Venezuela en 2004; de Colombia y Perú en 2005 2 En este año el comercio bilateral alcanzó la cifra de $140 miles de millones. 3 Latin Business Chronicle. May 27/200. 4 Xinhua. Ene 31/2008. 5 CEPAL: La RP China y América Latina y el Caribe: hacia una relación estratégica. Abr/2010. 6 China: el gigante asiático que llegó a América Latina para quedarse. AméricaEconomía.com. Abril 16/2010. 7 Rosales, Osvaldo y Mikio Kuwayama: América Latina al encuentro de China e India: perspectivas y desafíos en comercio e inversiones. Revista de la CEPAL, No.93. Dic 2007. 8 Ministerio de Comercio de la R.P. China y CEPAL, 2007. 9 CEPAL: La RP China y América Latina y el Caribe: hacia una relación estratégica. Abr/2010 10 Por ejemplo, el proyecto entre Petrobras y Petrochina por 10 mil millones de dólares, que asegura el suministro de petróleo en los próximos 10 años. 11 La economía creció en 2009 a 8,7%, crecimiento aparentemente alto, pero representó la desaceleración más profunda desde que comenzaron las reformas treinta años atrás, además con una connotación muy significativa para el país en términos de empleo. Xinhua. Feb 02, 2010 12 Financial Times. Sep 14, 2009. 13 Financial Times. Sep 14, 2009. 14 Financial Times. Sep 14, 2009; EFE. Ene 03, 2010. 15 El yuan subió un 20% entre julio de 2005 y febrero de 2009. (Xinhua, Marzo 8, 2009). 16 EEUU, primer socio comercial de la región, redujo la demanda de importaciones de América Latina de 60% en el 2000 a 42% en 2007. 17 Los flujos de IED descendieron 3,5% en 2008, después de que en 2007 se habían triplicado respecto a los obtenidos en 2006. (CEPAL, 2009) 18 Las remesas se redujeron 2% en el cuarto trimestre de 2008 respecto al mismo período del año anterior. después de casi una década de crecimiento sostenido, a un ritmo promedio anual de 23% entre 2004 y 2007. 19 El intercambio comercial fue de 120 000 millones de dólares Americaeconomía.com. Mar 25/2010. 20 CEPAL: La RP China y América Latina y el Caribe: hacia una relación estratégica. Abr/2010 21 Xinhua. Oct 25/08. 22 China contribuirá con 350 millones de dólares para fortalecer programas clave.
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Dra. Elda Molina Díaz (CIEI) e MsC. Eduardo Regalado Florido (CEAO) | ||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||||
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