Entrevista a Xulio Ríos “Sin la Ley, la propiedad privada ya existía en China”

Apartados xeográficos China e o mundo chinés ARQUIVO
Idiomas Galego

 Xulio Ríos; clic para aumentar
Xulio Ríos: “Se argumentan razones de interés público para expropiar las tierras cultivables, pero después se desarrollan otros proyectos inmobiliarios. Se habla de construir un hospital o carretera, pero se construyen urbanizaciones. Esto genera mucho descontento en el campo. Además, crea un problema muy serio que es la reducción de tierras cultivables”.
 

Xulio Ríos es director del Instituto Gallego de Análisis y Documentación Internacional (IGADI) y del Observatorio de la Política China (OPCh). Es articulista de opinión en medios de comunicación españoles. Según su punto de vista, la legislación en China va muy por detrás de la realidad, porque ésta va mucho más rápido. Es cuestión de concepción.

Carla Maldonado: ¿La Ley de la propiedad privada en China significa que se está enterrando la herencia de Mao Zedong?

Xulio Ríos: Hace bastante tiempo cancelaron la herencia de Mao, sobre todo, en lo que se refiere al discurso económico. La economía en China es hoy la antítesis de la teoría de Mao. Esto no quiere decir que el Partido Comunista renuncie a disponer de una base económica propia, pero indudablemente el modelo es totalmente distinto.

Carla Maldonado: Exactamente, ¿en qué consiste la apertura a la propiedad privada?

Xulio Ríos: Es en reconocimiento a la modernizacion económica de China y una regularización de esa situación de facto que concreta una contribución muy significativa (en términos de riqueza, empleo) a la realidad económica del país. Esa realidad no gozaba, hasta ahora, de amparo legal efectivo. Por otra parte, la igualación entre propiedad pública y privada tiene gran importancia. Era impensable que ocurra hace dos décadas.

Carla Maldonado: De cierta manera, la propiedad privada ya existía en China y estaba protegida con contratos y leyes: la propiedad de la casa, del auto, de las acciones en la Bolsa…

Xulio Ríos: Sí, ya había propiedad privada. La explicación es que la legislación en China va muy por detrás de la realidad, porque esta va mucho más rápido. Eso tiene que ver con su concepción de la ley que es diferente a la nuestra: no necesita leyes para ejecutar una política.

Carla Maldonado: En China puede existir una política definida por el Partido Comunista. ¿Se la puede aplicar si no está instrumentalizada legalmente?

Xulio Ríos: En el caso de la propiedad privada es muy evidente, representa el 65 por ciento del PIB, proporciona empleo a unos 130 millones de personas y son cientos de miles de empresas. Sin embargo, sólo desde hace algunos años hay un reconocimiento en el ámbito constitucional. A partir de allí, se desarrolla el proceso de aprobación de esta ley. Pero esa inmensa transformación se hizo sin ningún tipo de soporte legal.

Carla Maldonado: ¿Esa decisión es un nuevo paso para incluir a China en la economía de mercado?

Xulio Ríos: Es una singularidad del sistema político chino. Tiene que ver con la idea del imaginario de ese país: mandan los hombres, no las leyes. Tiene mucho peso en su realidad cultural, que se modificó hace pocos años. Y es consecuencia de la nueva relación construida con el exterior a finales de la década de los 70, cuando se inició la apertura y les obligó a establecer nuevas normas jurídicas.

Carla Maldonado: ¿Quién pidió que se fijen esas nuevas normas?

Xulio Ríos: Fueron exigidas por los inversores, las empresas y las entidades extranjeras. Hasta entonces, la mayor parte de las decisiones no gozaban de cobertura legal, eran decisiones del Partido Comunista. La idea de un Estado de Derecho Socialista está más interiorizada en los dirigentes chinos.

Carla Maldonado: ¿Esa dirigencia necesita dotar de una estructura legal a todas sus decisiones?

Xulio Ríos: Los dirigentes chinos acostumbraban a caminar por detrás de la propia ley. Una de las características del proceso de reforma es que antes de poner en práctica cualquier medida, la experimentan en lugares y regiones diferentes. Y después la generalizan al país, primero a través de una política y después de normas legales. Es lo que ellos siempren llaman “˜la verdad está en nosotros”™.

Carla Maldonado: En las últimas décadas hubo un “˜boom”™de la construcción y se utilizó el “˜leasing”™ por 70 años renovables. Mientras los jefes locales expropiaron los terrenos agrícolas a los campesinos. ¿Eso hizo que aumenten los niveles de corrupción?

Xulio Ríos: La corrupción es uno de los problemas políticos y sociales más serios. Tiene muchas dimensiones, afecta a las condiciones de vida de los campesinos propietarios de la tierra y provoca una inestabilidad muy grande. La mayor parte de los conflictos sociales de los últimos años tiene como causa fundamental esas expropiaciones.

Carla Maldonado: ¿Hay los suficientes argumentos para expropiar?

Xulio Ríos: Se argumentan razones de interés público para expropiar las tierras cultivables, pero después se desarrollan otros proyectos inmobiliarios. Se habla de construir un hospital o carretera, pero se construyen urbanizaciones. Esto genera mucho descontento en el campo. Además, crea un problema muy serio que es la reducción de tierras cultivables.

Carla Maldonado: ¿Está cuantificado cuánto se pierde?

Xulio Ríos: Hay una pérdida de un millón de hectáreas de tierras cultivables. Los beneficiados son los jerarcas locales, mientras se perjudica a varios campesinos. También hay perjuicios en la seguridad alimentaria del país, por esa razón ya se piensa en políticas de control más estrictas.

Carla Maldonado: ¿La corrupción se genera por la apertura a la economía de mercado o existió siempre en el comunismo?

Xulio Ríos: Mao hablaba de la corrupción como el proyectil almibarado y lo identificaba como una de las causas más graves que afectaban a la credibilidad política de las instituciones y del propio Partido Comunista. En los últimos años, aumentaron las prácticas corruptas.

Carla Maldonado: ¿Se pueden evitar los latifundios con la nueva Ley?

Xulio Ríos: La Asamblea Popular dice que la Ley estará excluida de ese proceso.