En el régimen político norcoreano la sucesión en el ejercicio del poder supremo es un asunto familiar. Kim Il-sung, el fundador de la República Democrática Popular de Corea que falleció en 1994, designó oficialmente como sucesor a su hijo Kim Jong-il en 1980 en el 6º Congreso del Partido de los Trabajadores (PT). Contó con dos décadas para prepararse gradualmente y asegurarse el control del aparato político y militar del régimen, centrado en el PT y en la Comisión Nacional de Defensa (CND). Ahora, Kim Jong-il con 68 años ha designado sucesor a su tercer hijo Kim Jong-un que cumplió 28 años el pasado 8 de enero. Sin embargo, este proceso sucesorio es más complejo que los anteriores.
Kim Jong-il sufrió un infarto cerebral en agosto de 2008 que le obligó a casi desaparecer de la escena pública durante 5 meses hasta que reapareció a principios de 2009 para recuperar “personalmente” las riendas del poder. En abril fue reelegido presidente de la CND, revisó la constitución norcoreana y priorizó una política más militarista. Provocó una escalada de las tensión militar en el Noreste de Asia con varias pruebas balísticas a partir del 5 de abril y un segundo ensayo nuclear el 25 de mayo, todo ello para ganarse el firme apoyo del estamento militar. Pero en los últimos meses su estado de salud ha empeorado, también afectado por una diabetes. Las fotos captadas en mayo durante su último viaje oficial a Pekín evidenciaban una perdida de peso y movilidad que provocaron nuevas especulaciones interesadas sobre su mal estado de salud e incluso sobre la posible fecha de su muerte. Un “think tank” surcoreano, el Korea Institute for National Unification, llegó a afirmar, en base a unas filtraciones de informes médicos, que a Kim Jong-il le quedaban unos 3 años de vida. Otras fuentes afirman que no llegará al 2012, porque padece un cáncer de páncreas. Sin embargo, es harto difícil adivinar cuanto tiempo vivirá ni siquiera si el régimen norcoreano puede colapsar antes que su dictador.
Kim Jong-il tiene tres hijos varones: Kim Jong-nam de 39 años Kim Jong-chul de 30 años y Kim Jong-un de 28 años. En un país de base cultural confuciana, el sucesor tenía que recaer en su primer hijo. Sin embargo, Kim Jong-nam fue retenido en 2001 por las autoridades japonesas en el aeropuerto de Narita de Tokio cuando, con un falso pasaporte dominicano, intentaba entrar en Japón con su familia para visitar Dineylandia. Caído en desgracia y apartado de los focos del poder, reapareció en Pyongyang entre julio y septiembre de 2088 cuando su padre sufrió el infarto cerebral. Pero volvió en enero 2009 a su dulce exilio en Macao, una vez la sucesión se decantó en su hermano menor. El segundo hijo, Kim Jong-chul, aficionado a la música, quedó pronto descartado. Se filtraron noticias sobre su incapacitación tras padecer un supuesto accidente de automóvil hace unos años, si bien otras fuentes han publicado que padece “disfunciones hormonales”. Se le consideraba demasiado débil y afeminado para liderar a los duros generales norcoreanos.
Solo quedaba la opción de Kim Jong-un, Es hijo de Ko Young-hee, tercera pareja de Kim Jong-il, fallecida en 2004 víctima de un cáncer. La figura de Kim Jong-un ha sido promovida en los últimos meses por la propaganda oficial del régimen. Estudio unos 4 años en una escuela internacional privada en Suiza, aprendiendo incluso el alemán y el inglés. Una vez en Pyongyang en 2002 empezó la carrera militar en la Universidad Kim Il-sung, graduándose en 2007. Dicen que se parece físicamente y por temperamento a su padre, incluso ya pesa a su joven edad unos 90 kilos.
El proceso sucesorio se aceleró el 7 de junio de 2010 al celebrarse bajo la presidencia de Kim Jong-il una sesión extraordinaria de los 687 miembros de la Asamblea Popular Nacional (APN). Se aprobó una amplia remodelación del Gobierno norcoreano con la designación de Choe Yong-rim, como nuevo primer ministro, sustituyendo a Kim Yong-il a quien se le acusó de los desastrosos efectos de la reforma monetaria aprobada el lunes 30 de noviembre de 2009, una medida que golpeó duramente la economía provocando un gran descontento de la población. Kim Jong-il defenestró en esta remodelación gubernamental a los tecnócratas que habían iniciado algunas reformas conforme al modelo económico chino y ha vuelto a situar a los duros y fieles camaradas del partido y del Ejército para girar hacia una economía más centralizada y planificada.
Sin embargo la decisión más crucial tomada por la APN fue el nombramiento de Jang Song-thaek, 64 años y cuñado de Kim Jong-il, como vicepresidente de la Comisión Nacional de Defensa, lo que le convierte en el nº 2 del régimen. El rol de Jang Song-thaek, que cuenta de la plena confianza del dictador, se ha incrementado en los últimos dos años. Kim Jong-il, que no asistió, el 9 de abril, a la anterior reunión ordinaria de la APN, quiso dar trascendencia a un nombramiento que tiene un objetivo clave: asegurar la sucesión dinástica a favor de Kim Jong-eun, aún demasiado joven y sin la experiencia política y militar para liderar el país. Debido al delicado estado de salud de Kim II, éste contempla en su cuñado la figura del “regente” que guiará la transición dinástica, sobre todo ante un supuesto que un agravamiento de la salud del dictador provocase a corto plazo su muerte.
Jang Song-thaek que se incorporó como miembro de la CND en abril de 2009, hace solo algo más de un año, ha ido ganando viejos y nuevos apoyos dentro de la hermética cúpula militar, favorables a los intereses sucesorios del dictador. Pyongyang es una fuente de rumores que se refieren a purgas políticas e incluso muertes por presuntos accidentes o simples desapariciones de la escena política. A principios de junio y en vísperas de la reunión de la APN, destacados miembros de la cúpula política y militar fallecieron en misteriosos accidentes de tráfico. Es el caso de Ri Je-gang de 81 años con 37 años en puestos claves del PT y un potencial rival de Jang Song-thaek en la pretensión de convertirse en el nº 2 del régimen. No es una novedad que en Corea del Norte las reestructuraciones políticas o económicas suelen ir precedidas o acompañadas de purgas al viejo estilo staliniano. Ahora también se pretende renovar la octogenaria cúpula militar y favorecer la llegada de una nueva generación de militares capaces de sintonizar con el joven y futuro líder del régimen.
Cabe interpretar que el nuevo impulso del programa nuclear norcoreano y el torpedeo del buque surcoreano “Cheonan” responden al objetivo de generar apoyos dentro del estamento militar. Y no puede descartarse que, siguiendo esta estrategia, Corea del Norte pueda realizar en los próximos meses un tercer ensayo nuclear. Pekín intenta enfriar el creciente belicismo de Pyongyang pero la tensión militar continuará porque responde a cuestiones de orden interno. La posición china ante la crisis intercoreana también continuará siendo ambivalente.
En definitiva, Kim Jong-il aspira a vivir para celebrar en 2012 el centenario del nacimiento de su padre y fundador Kim Il-sung, Si lo logra presumirá, a falta de logros económicos, del status nuclear del país y designará oficialmente como sucesor a su hijo Kim Jong-eun.