20081031 la habana raul castro lula da silva

La apuesta cubana de Lula

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Palabras chave Cuba
Idiomas Galego
 Raúl Castro y Lula da Silva; clic para aumentar
El interés principal de Brasil está en consolidar su ventajosa posición en la explotación del petróleo cubano, iniciando sus operaciones en aguas profundas de la zona exclusiva económica cubana en el Golfo de México. La empresa estatal brasileña Petrobras Middle East BV suscribió con su similar cubana Cubapetróleos un contrato de prospección en la bahía de Matanzas, con un bloque de 1.600 km2 bajo una inversión de 8 millones de dólares. [Foto: Lula da Silva (derecha) y Raúl Castro durante su reciente encuentro en La Habana].
 

El reciente descubrimiento de reservas aún por comprobar de petróleo en aguas de la zona exclusiva económica cubana en el Golfo de México, cuyas estimaciones oficiales están calculadas en 20.000 millones de barriles, anuncian nuevas perspectivas para la economía cubana y la reinserción internacional de la isla caribeña.

La fugaz visita a Cuba realizada el pasado 31 de octubre por el presidente brasileño Lula da Silva no sólo confirma una tendencia en el continente dispuesta a romper el aislamiento internacional hacia la isla sino que supone, desde la perspectiva brasileña, una clara intención por posicionarse con ventaja en las futuras prospecciones petroleras en esta zona marítima.

Esta fue la segunda visita de Lula a Cuba en lo que va de año, siendo la primera en enero pasado. Con ello, cobra importancia la apuesta por Cuba realizada por la principal potencia emergente del hemisferio occidental, concebida como una diplomacia estratégica de claro carácter económico y energético.

El petróleo cubano

Tras Venezuela, Brasil es actualmente el segundo socio comercial de Cuba y, según palabras del primer vicepresidente cubano Carlos Lage, la intención es que se convierta en el principal socio comercial de la isla. En este sentido, Lula y el presidente cubano Raúl Castro inauguraron en La Habana la Oficina de la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones de Brasil.

La visita realizada por el presidente brasileño en enero pasado reportó la suscripción de acuerdos de inversiones, valorados en 500 millones de dólares, en varios sectores como la infraestructura y la agroindustria. Dichos acuerdos de inversión podrían ampliarse de cara a la reconstrucción de las infraestructuras de la isla caribeña, tras el fuerte impacto causado por el paso de los huracanes Ike y Gustav el pasado verano, que dejaron pérdidas valoradas en 5.000 millones de dólares.

A fin de afianzar los lazos cubano-brasileños, Lula invitó a su homólogo cubano Raúl Castro a visitar Brasil a mediados de diciembre, en el marco de la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo, lo cual constituirá la primera visita internacional de Raúl Castro desde que asumiera la delegación del poder en Cuba de manos de su hermano Fidel en 2006.

No obstante, el interés principal de Brasil está en consolidar su ventajosa posición en la explotación del petróleo cubano, iniciando sus operaciones en aguas profundas de la zona exclusiva económica cubana en el Golfo de México. La empresa estatal brasileña Petrobras Middle East BV suscribió con su similar cubana Cubapetróleos (CUPET) un contrato de prospección en la bahía de Matanzas, con un bloque de 1.600 km2 bajo una inversión de 8 millones de dólares.

Cuba viene adelantando desde 1999 una política de licitaciones de exploración que ha atraído a empresas como la española Repsol, la estatal venezolana PDVSA y otras de Malasia, Noruega, Vietnam, India, Noruega, China, Francia y Canadá. La producción petrolera actual cubana es de 80.000 barriles diarios, suficientes para satisfacer el consumo interno. A esto hay que sumarle los 100.000 barriles diarios enviados por Venezuela, a precios preferenciales, consolidado tras el acuerdo de cooperación suscrito por ambos países en el 2000.

Los nudos geopolíticos

Desde la perspectiva geopolítica, la apuesta brasileña por Cuba refuerza también la intención de romper el aislamiento hacia la isla caribeña, intención ya diseñada desde el 2000 por el presidente venezolano Hugo Chávez.

La futura visita que realizará el presidente ruso Dmtri Medveded a Venezuela y el envío a Cuba de asesores militares rusos para modernizar la defensa antiaérea cubana son síntomas que dejan entrever la intención de Moscú de jugar con sus piezas geopolíticas en el área caribeña y sudamericana, émulo de las intenciones estadounidenses por expandir el escudo antimisiles y la OTAN en el espacio ex soviético.

Así, el Kremlin abre un abanico de intereses de carácter militar y energético en una zona estratégicamente importante como lo es el Mar Caribe. Todo ello sin olvidar el impacto geopolítico que tendrá la próxima expansión de la VII Flota estadounidense en estas aguas.

Del mismo modo, debe observarse con atención cuál será la política hacia Cuba por parte del nuevo presidente estadounidense Barack Obama, especialmente en materia de eliminación del embargo económico vigente desde 1962. La gran mayoría del voto del exilio cubano en EEUU fue para Obama, quien durante su campaña electoral llegó a apostar por abrir canales de negociación con La Habana.

En este sentido, está por observarse si con Obama en la Casa Blanca, realmente existirá un cambio de percepción en EEUU sobre la política a seguir con Cuba. Por ello, no es casual que, en La Habana, tanto Lula como Raúl Castro desearan públicamente el triunfo del candidato Demócrata en las elecciones presidenciales estadounidenses del pasado 4 de noviembre.