20081122 lima apec alan garcia e lee myung bak

Corea del Sur apuesta por América Latina

 Lee Myung-bak en la cumbre de la APEC en Perú; clic para aumentar
La reciente visita oficial del presidente Lee Myung-bak a Brasil y Perú ha constituido una nueva y excelente oportunidad para impulsar un mejor conocimiento mutuo y las relaciones políticas, económicas y culturales entre Corea del Sur y América Latina. [Foto: Lee Myung-bak en la cumbre de la APEC en Lima, Perú, el 22 de noviembre de 2008].
Alán García y Lee Myung-bak; clic para aumentar
Los presidentes Lee Myung-bak y Alán García (izquierda) convinieron en iniciar en 2009 las negociaciones para alcanzar un Acuerdo de libre comercio o FTA entre Corea del Sur y Perú, con el objetivo de potenciar las relaciones económicas y comerciales bilaterales.
 

Después de participar en la Cumbre del G-20 celebrada en Washington el 15 de noviembre de 2008, el presidente surcoreano Lee Myung-bak viajó a Brasil y Perú. En este segundo país asistió a la cumbre de la APEC que reunió los días 22 y 23 de noviembre a 21 líderes de la región de Asia-Pacífico. Este primer viaje de Lee Myung-bak a América Latina constituyó una excelente oportunidad para impulsar diversos contactos diplomáticos con varios líderes latinoamericanos.

Cabe recordar que las relaciones entre Corea del Sur y América Latina son muy recientes. En esta situación influyó la lejanía geográfica y la consiguiente falta de contactos históricos y culturales entre Corea y los países de América Latina. Las relaciones se iniciaron básicamente tras la constitución de la República de Corea en 1948. Cabe distinguir varias etapas:

a) Una primera arranca en los años cincuenta tras la guerra de Corea (1950-1953). La política exterior de los primeros gobiernos militares surcoreanos se apoyaba en una estrecha alianza militar con los EEUU con el objetivo básico de contener la expansión del comunismo en Asia oriental y, en especial, en conseguir los apoyos y capacidades para dar respuesta a un posible nuevo ataque militar norcoreano. Los presidentes surcoreanos Singman Rhee, Park Chung-hee e incluso su sucesor Chun Doo-hwan buscaron y lograron, en plena guerra fría, el reconocimiento y el apoyo internacional de los regímenes militares y anticomunistas que entonces predominaban en América Latina. Sin embargo, en esta etapa, las relaciones comerciales entre ambas partes fueron muy escasas. Las políticas económicas entonces vigentes eran principalmente proteccionistas y sus productos competían unos con otros e incluso la balanza comercial fue, al principio, desfavorable para Corea del Sur.

b) Una segunda etapa se inicia a partir de los años ochenta cuando la economía empieza a ocupar un interés prioritario para la diplomacia coreana. Corea del Sur ya se ha convertido en un país industrializado, el desarrollo económico descansa en su sector exterior y empieza la búsqueda de nuevos mercados exteriores en un contexto internacional más favorable a la liberalización comercial y a las inversiones extranjeras. Los EEUU firmaron, a partir de 1984, diversos acuerdos comerciales preferenciales con varios países de América Central y del Caribe. Los inversores coreanos aprovecharon este nuevo marco internacional para situar en aquellos países algunas plantas productivas y así poder disfrutar de un mejor acceso de sus productos y marcas coreanas al mercado norteamericano. Fue en Méjico donde instalarían varias plantas maquiladoras, que producían exclusivamente para exportar a los EEUU. De este modo, las empresas surcoreanas incrementaron progresivamente el nivel de sus exportaciones al mercado latinoamericano. Corea del Sur logró, en 1987, un superávit en la balanza comercial que persiste hasta la actualidad. A principios de la década de los noventa, se consolidó la presencia comercial en Méjico, país que firmó con EEUU y Canadá el NAFTA que entró en vigor en 1994. Así mismo se fomentó el comercio exterior con Brasil, Argentina y otros países de MERCOSUR que pasaron a convertirse en otro destino preferente de la inversión surcoreana en América Latina.

c) Sin embargo, esta tendencia expansiva se frenó como consecuencia de la crisis financiera asiática de 1997 que golpeó duramente la economía surcoreana. Al año siguiente, la inversión y el comercio exterior con la región latinoamericana descendieron a casi la mitad. Muchos "chaebols", se vieron forzados a tener que paralizar o demorar sus inversiones en América Latina. Incluso tuvieron que operar por debajo de sus capacidades de producción debido a la falta de capitales, por estar en plena proceso de reestructuración empresarial. Aunque Corea del Sur superó su crisis financiera con una rapidez asombrosa, las filiales coreanas sitas en América Latina pronto tuvieron que competir con la fuerte irrupción económica de China y de otros países emergentes asiáticos. Estos ofrecían a los inversores internacionales unos costes y otras ventajas laborales y fiscales mucho más atractivas de las que podían encontrar en la región latinoamericana.

d) De todos modos, América Latina ha recuperado un gran atractivo para los inversores coreanos. Es un mercado cada vez más dinámico y prometedor. Existe otro factor decisivo, de carácter geoestratégico, que justifica el creciente interés de Corea del Sur: se trata de países que tienen unos recursos energéticos y alimenticios de los que carece Corea del Sur y que, en consecuencia, este país precisa importar. Esto explica que en estos últimos años además de Corea del Sur, también China, Japón y la India, han vuelto "interesadamente" sus ojos hacia América Latina.

Corea del Sur y Chile firmaron en 2002 un Acuerdo de libre comercio (FTA en las siglas inglesas) que entró en vigor en 2004. Desde entonces, el comercio exterior bilateral se ha doblado. Cabe recordar que se necesitaron tres años de laboriosas negociaciones para alcanzar el acuerdo debido a la fuerte resistencia del sector agrícola surcoreano a que se hiciesen concesiones a Chile y costó otro año más el lograr la ratificación por parte de la Asamblea Nacional de Corea del Sur. Merece destacar la trascendencia de este FTA por diversos motivos. Fue el primer FTA firmado entre un país de Asia Oriental y un país latinoamericano y, por lo tanto, constituyó un importante precedente que abrió la puerta a la firma de otros FTA o acuerdos comerciales similares, como el firmado entre Chile y Japón. Corea del Sur también está negociando desde 2007 otro FTA con Méjico y está en fase de estudio otro posible acuerdo con MERCOSUR. El anterior presidente surcoreano Roh Moo-hyun (2002-2007) ya visitó oficialmente Argentina, Chile y Brasil en 2004 y Méjico en 2005.

Corea del Sur participa y colabora activamente con diversos organismos internacionales de cooperación económica y comercial en el área latinoamericana. Se incorporó, el 5 de junio de 2007, como país miembro de la CEPAL y en septiembre de 2007, anunció, en el marco del Foro de Comercio e Inversión Korea-LAC celebrado en Seúl, un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), -organismo del cual es también miembro desde 2005-, para la promoción de programas de comercio e inversión entre empresas coreanas y de América Latina y el Caribe.

e) La reciente visita oficial del presidente Lee Myung-bak a Brasil y Perú ha constituido una nueva y excelente oportunidad para impulsar un mejor conocimiento mutuo y las relaciones políticas, económicas y culturales entre Corea del Sur y América Latina.

Durante su viaje oficial de 4 días a Brasil, Lee Myung-bak estuvo en Sao Paulo y Brasilia. Reafirmó el deseo de que, una vez ya finalizada la fase de estudio, se abran las negociaciones para alcanzar un Acuerdo de libre comercio entre Corea del Sur y MERCOSUR, una gran área económica que incluye a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay y cuenta con 190 millones de habitantes. Brasil aparece en esta área como la gran potencia económica emergente del continente latinoamericano. No es de extrañar que los inversores surcoreanos " al igual que los chinos, los japoneses y los indios- vean las enormes posibilidades de cooperación económica y empresarial en los sectores de los recursos energéticos, construcción de infraestructuras, etc. Lee Myung-bak remarcó la compatibilidad entre las economías de ambos países, entre la abundancia de recursos naturales de Brasil y la competitividad de los surcoreanos en los sectores de alta tecnología industrial y medioambiental.

Asimismo, los presidentes Lee Myung-bak y Alán García convinieron en iniciar en 2009 las negociaciones para alcanzar un Acuerdo de libre comercio o FTA entre Corea del Sur y Perú, con el objetivo de potenciar las relaciones económicas y comerciales bilaterales. También se da en este caso una compatibilidad entre las capacidades de capital y tecnología coreanas y los recursos energéticos y naturales peruanos. Lee manifestó el apoyo de su gobierno al interés demostrado por varios "Chaebols" y grupos empresariales surcoreanos " como SK, Samsung Electronics, Doosan Heavy Industries & Construction y Korea Petroleum Development Corp.- en participar en los planes y proyectos de desarrollo e infraestructuras impulsados por las autoridades peruanas.

Finalmente, deben destacarse otros contactos de alto nivel que el presidente surcoreano mantuvo en Lima con otros presidentes latinoamericanos. Lee Myung-bak y el presidente Alvaro Uribe manifestaron su interés en impulsar las conversaciones para negociar un FTA entre Corea del Sur y Colombia. También cabe hacer referencia a la reunión entre Lee Myung-bak y la presidenta Michelle Bachelet para tratar sobre las posibilidades de incrementar aun más si cabe la ya excelente cooperación bilateral.

Corea del Sur está apostando definitivamente por América Latina. Esta decisión estratégica es plenamente coherente con la diplomacia de carácter "global" y el claro componente económico y energético de la política exterior del presidente Lee Myung-bak. Esta estrategia es más necesaria aún si cabe en la presente situación de crisis financiera y económica internacional que también afecta dura y directamente a Corea del Sur, un país con una economía y unas empresas muy dependientes de la fortaleza de su sector exportador.