Unas “empanadillas” intoxican la relación entre Japón y China


 Empanadillas made in Japan; clic para aumentar
En Japón, este incidente se conoce como la “Empanadilla envenenada”. Esta empanadilla es una comida china muy popular que también se suele comer en Japón desde la II Guerra Mundial. A finales de enero, los japoneses comieron las empanadillas presuntamente envenenadas con un insecticida, con los consabidos problemas digestivos de vómitos y diarrea. El problema estriba en que las empanadillas fueron producidas en China y exportadas a Japón. (Foto: La dependienta señala al letrero que indica que las empanadillas fueron hechas en Japón con productos japoneses).
 

Según la última encuesta de opinión, realizada por la editora del periódico Yomiuri, entre el 16 y 17 de febrero de 2008, un 38,7% de los japoneses apoya el gobierno de Fukuda, contra un 50,8% que lo rechaza. Esta es la primera estadística negativa del gobierno de Fukuda desde que asumió el poder a finales de 2007.

La razón principal por la que Fukuda pierde apoyo social es que una mayoría de los japoneses no están conformes con su actitud política. Además, muchos japoneses comienzan a perder la esperanza de aplicación de una política económica aceptable e, incluso, que el gobierno de Fukuda pueda estar perdiendo estabilidad.

La mayoría de los japoneses espera que Fukuda solucione el tema de la seguridad alimenticia, un problema sensible que afecta a la vida cotidiana. Según las estadísticas anteriormente señaladas, la razón del bajo porcentaje de apoyo a su gobierno se debe a las medidas adoptadas tras el incidente de intoxicación por la comida hecha en China.

En Japón, este incidente se conoce como la “Empanadilla envenenada”. Esta empanadilla es una comida china muy popular que también se suele comer en Japón desde la II Guerra Mundial. A finales de enero, los japoneses comieron las empanadillas presuntamente envenenadas con un insecticida, con los consabidos problemas digestivos de vómitos y diarrea. El problema estriba en que las empanadillas fueron producidas en China y exportadas a Japón.

Según las autoridades, unos diez japoneses se intoxicaron y más de 3.000 aseguraron sentirse indispuestos. Según la investigación, las empanadillas tenían una densidad muy alta de insecticida, aumentando la gravedad del suceso.

Todavía se desconoce si el insecticida se entremezcló de forma accidental durante el proceso de producción o si fue intencionadamente introducido en ellas. En Japón se considera lo segundo, hasta el punto de que existe la creencia popular de que pudo ser un atentado. El grupo de investigación del gobierno chino, que visitó Japón a comienzos de febrero, explicó que son pocas las posibilidades de que se entremezclara en el proceso de elaboración de las empanadillas y que no era un problema estructural de la producción sino un incidente aislado y particular, porque la línea de producción está bajo vigilancia.

China celebrará este verano los Juegos Olímpicos. Sin embargo, comienza a desvanecerse la confianza internacional sobre la seguridad alimenticia china a causa de este suceso. El Comité Olímpico de Estados Unidos ha decidido este mes que llevará a Beijing sus propios comestibles y los respectivos ingredientes. Muchos países europeos también han decidido hacer sus preparativos en Japón antes de empezar el campeonato. Es el caso de Suecia, Grecia, Holanda, Inglaterra, Alemania, Francia, Finlandia e Irlanda. Algunas fuentes señalan que más de 20 países intentan prepararse en Japón y otros diez en Corea del Sur.

Todo ello afecta a la imagen de China en un momento muy importante por la celebración de los Juegos Olímpicos, evento en el cual Beijing espera mostrar toda la potencialidad de China. A fin de encontrar soluciones al incidente alimenticio, Tan Jiaxuan, miembro del Consejo de Estado de China y uno de los máximos dirigentes en Asuntos Exteriores, visitó Japón para tratar con el primer ministro Fukuda y el Ministro de Asuntos Exteriores de asuntos como la explotación del gas del Mar de China Oriental, el problema nuclear de Corea del Norte y la intoxicación de las empanadillas hechas en China.

China espera que este incidente alimenticio no afecte a su estratégica relación con Japón. Y Fukuda espera encontrar una rápida solución para que la población japonesa no pierda la confianza en su gobierno, por causa de unas empanadillas tóxicas.