Corea del Sur: una trepidante diplomacia económica y energética

Corea del Sur ha sido uno de los  primeros países miembros de la OCDE en salir de la recesión y entrar en la senda del crecimiento económico. La economía creció un 3,2 % en el tercer trimestre. La OCDE ha pronosticado un crecimiento positivo del 0,1 % en 2009 que subirá al 4,4% en 2010. ¿Cómo ha sido posible esta rápida recuperación económica? Dos respuestas. En primer lugar, el país, sin recursos naturales y energéticos, dispone de un recurso valioso: un gran capital humano que ha permitido transitar, en solo unas décadas y dos generaciones, desde una sociedad rural subdesarrollada a una industrial y del conocimiento que cuenta con grandes empresas muy competitivas en los mercados mundiales. En segundo lugar, el Gobierno surcoreano ha desarrollado una trepidante acción exterior. Corea del Sur es miembro de pleno derecho del G20 y organizará en Seúl la próxima cumbre en noviembre de 2010.

El gobierno surcoreano aprobó en abril un presupuesto extra de 28,4 billones $ para estabilizar la economía. Ello ha sido posible ya que Corea del Sur es el 6º país tenedor de reservas de divisas mundial (270 billones $ en noviembre) tras China, Japón, Rusia, Taiwán e India. El sector exportador se ha recuperado gracias a la robusta demanda china y un won bajo. En noviembre, las exportaciones alcanzaron los 34,27 billones $, un 18,8 % superiores al mismo mes del año anterior. A finales del 2009, la suma total de las exportaciones alcanzará los 360 billones $ y la balanza comercial global gozará de un superávit de 40 billones $. También los datos referentes a la inversión y el consumo interno revelan que la cuarta economía asiática tras Japón, China e India ya ha dejado atrás, antes que los demás países industrializados, la crisis económica global.

El país ha hecho una firme apuesta por la globalización. Desarrolla una intensa diplomacia con un fuerte componente “económico y energético” que asegure un crecimiento económico aún muy dependiente de su sector exterior. Sus prioridades son claras. Ha impulsado la “Four Power Diplomacy” con EEUU, Japón, China y Rusia. Pero en 2009, se ha volcado en la “New Asia Initiative” para fortalecer una mayor influencia política y económica en Asia, el actual motor de la economía mundial. Esta región ya representa para Corea del Sur el 48% de su comercio exterior, el 53% de sus inversiones extranjeras y el 47% de su Ayuda Oficial al desarrollo (AOD). China es, por delante de la UE, Japón y EEUU, el primer socio comercial de Corea del Sur.

Japón y Corea del Sur temen que China imponga en Asia su plena hegemonía política, económica y monetaria. China ya es el primer socio comercial, además de Corea del Sur, de prácticamente todos los países asiáticos, en detrimento de EEUU. Preocupa el crecimiento del coloso chino y del uso del yuan. Ello explica la propuesta del primer ministro japonés Yukio Hatoyama, respaldada por Corea del Sur, tendente a crear una futura “East Asia Community” (EAC), una gran área económica con una divisa común. Una propuesta de difícil realización práctica por razones principalmente políticas. Hatoyama tiene en cuenta el precedente de la UE y del euro como un modelo de integración económica y monetaria. Tokio y Seúl lo prefieren antes de acabar dependiendo del creciente poder económico chino y del yuan en Asia oriental. China no la descarta pero quiere limitarla geográficamente a los países de la ASEAN+3. En cambio, Hatoyama quiere ampliarla incluyendo también a otros países India, Australia y Nueva Zelanda y así lograr contrarrestar el creciente poderío chino. También desea que una futura EAC llegase a acuerdos comerciales con EEUU y la UE.

Barack Obama, durante su reciente gira asiática, visitó Corea del Sur el 18 y 19 de noviembre. En su agenda con el presidente surcoreano Lee Myung-bak predominaron los temas políticos como el conflicto norcoreano, la presencia militar estadounidense en el país y el apoyo surcoreano en Afganistán. Sin embargo, destacó una cuestión de gran calado económico: el Acuerdo de libre comercio entre EEUU y Corea del Sur (KORUS FTA) firmado en 2007, aún no ratificado por los respectivos poderes legislativos. El Congreso de EEUU quiere renegociar algunos capítulos del Acuerdo, como el del sector del automóvil. Corea del Sur no lo acepta, presionado por la oposición política interna y una opinión pública reticente a abrir su mercado a la carne vacuna estadounidense. Seúl también ha firmado en 2009 otro acuerdo de libre comercio con la UE (el KOREA-EU FTA) que se abrirá a la ratificación de las partes en 2010. Corea del Sur es para la UE, su octavo socio comercial. Los surcoreanos disfrutaron en 2008 de un superávit comercial de 18,4 billones en la balanza comercial con la UE. Esta es el primer inversor extranjero, por delante de EEUU y Japón. Finalmente, cabe destacar que Seúl ha firmado un relevante acuerdo comercial con India el pasado 6 de agosto.

Corea del Sur es un claro ejemplo de una potencia media que sabe conjugar sus políticas interior y exterior. Ambas están estrechamente ligadas. Su firme voluntad de aprovechar las oportunidades de la globalización económica, le han convertido en la 15ª economía mundial, la 4ª asiática y el 9ª país exportador mundial. Su protagonismo internacional se ha visto reconocido por el G20 al ofrecerle la organización y, por lo tanto la presidencia de la Cumbre que se celebrará en Seúl en noviembre de 2010.