20060523 kiev cumbre guam summit

China y el blindaje de Asia

 Cumbre del grupo GUAM, clic para aumentar
La cumbre del grupo GUAM (Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia), celebrada en mayo último en Kiev, ha servido para acelerar el ingreso de dicho grupo en la UE y en la OTAN. Estas y otras circunstancias impulsan a Moscú a un mayor compromiso en su alianza con China, tanto a nivel bilateral, como ha ejemplificado la reciente visita de Putin a Beijing, como a nivel regional y global. (En la foto, de izquierda a derecha, los dirigentes Vladimir Voronin, Moldavia; Ilham Aliyev, Azerbaiyán; Viktor Yushchenko, Ucrania; y Mikhail Saakashvili, Georgia, durante la cumbre del grupo GUAM en Kiev el 23 de mayo de 2006).
 

La cumbre que estos días celebra la Organización de Cooperación de Shanghai (OCS) evidencia uno de los mayores éxitos recientes de la diplomacia china. Después de un lustro de existencia, sus bases principales se han solidificado, una vez que todos sus miembros parecen haber salido de dudas en cuanto a la viabilidad e idoneidad de esta plataforma para defender sus intereses. La existencia de la OCS sirve de escudo para la penetración en tan importante región de influencias externas y estratégicamente competidoras. Por el momento, el componente militar, si bien ha ido ganando peso en la organización, es aún de corto recorrido, pero cabe esperar de esta reunión medidas más audaces para un fortalecimiento futuro. La OCS es ya una pieza clave del sistema de seguridad regional y garantiza a China un papel singular en el mismo.

Por otra parte, la coordinación política de este grupo de países se plasma en la búsqueda del consenso respecto a los problemas regionales e internacionales a través de un sistema de consultas cada vez más perfeccionado y que incluye numerosos dominios, desde gobiernos a parlamentos. Y la cooperación económica y comercial tiende a reforzarse para tirar partido del creciente poder chino y su necesidad de aprovisionamiento de petróleo y de energía en una zona en la que también abundan los recursos minerales y agrícolas.

Pero no es ese el único factor que favorece la consolidación de la OCS. El momento de buen entendimiento ruso-chino sirve de acicate al impulso de esta plataforma y, a la postre, puede suponer su mayor hipoteca, dada la inestabilidad característica de sus relaciones bilaterales. Moscú y Washington mantienen un importante pulso geopolítico en todo el espacio post-soviético, especialmente en las zonas europea, caucásica y asiática. La cumbre del grupo GUAM (Georgia, Ucrania, Azerbaiyán y Moldavia), celebrada en mayo último en Kiev, ha servido para acelerar el ingreso de dicho grupo en la UE y en la OTAN. Estas y otras circunstancias impulsan a Moscú a un mayor compromiso en su alianza con China, tanto a nivel bilateral, como ha ejemplificado la reciente visita de Putin a Beijing, como a nivel regional y global. Y ello puede afectar a la presencia directa de EEUU en la región, lograda después del 11S. En la cumbre de 2005, los estados miembros urgieron la definición de un plazo para poner fin a la presencia de las tropas estadounidenses en el territorio de la OCS. Retirados de Uzbekistán, la cuenta atrás para las tropas estacionadas en Kirguizistán ya ha comenzado. Bakiyev, su presidente desde 2005, fue recibido en Beijing los días previos a la cumbre.

La incertidumbre respecto a la evolución futura de las relaciones con EEUU y la UE, la conveniencia de aprovechar el momento para estructurar sobre nuevas bases el entendimiento con Rusia y, en general, la necesidad de velar por sus propios intereses estratégicos, también explica el interés de China por consolidar la OCS. Rusia y China comparten el criterio de que la presencia de EEUU en la región perjudica la estabilidad al exacerbar las tensiones internas con el objetivo de ganar influencia. El poder económico, comercial y financiero de China es analizado como un factor clave que puede contribuir a reforzar la integración y la alianza política entre sus miembros. Esa perspectiva, le permite a China salir ganando y mucho con la OCS, acentuando su perfil de potencia global.