Asia-Pacífico, motor económico mundial

Asia-Pacífico, el 60% de la humanidad, seguirá siendo el gran motor económico mundial. Según el BAD, la región crecerá un 7,5% en 2011 y en 2012. Será liderado por China e India con un 9,5% y un 7,8% en 2011 y un 9% y 7,5% en 2012. Japón golpeado por el seísmo del 11 de marzo decrecerá un -0,5% en 2011 para volverá a un 2,3% en 2012, el más alto entre los países más desarrollados. Corea del Sur se sitúa en un 4% en 2011 y un 4,4% en 2012. E Indonesia crece por encima del 6%. Sin embargo, la región está presionada por una inflación que podría alcanzar el 5,8% en 2011. El FMI y la OCDE también modificaron a la baja, en septiembre, sus anteriores previsiones. Indican un retraimiento de la actividad manufacturera y de la inversión debido a las restricciones crediticias y la ralentización de las exportaciones. La crisis financiera de EEUU y de la zona euro afectan a los países asiáticos, muy dependientes del sector exterior.
 
El comercio mundial se está frenando. La ronda Doha de la OMC, iniciada en Qatar en 2001, difícilmente alcanzará algún acuerdo substancial antes del 31 de diciembre de 2011. El consenso entre sus 153 miembros parece imposible. En la reunión ministerial de diciembre, solo se alcanzarán acuerdos parciales y menores sobre reducciones arancelarias en favor de los 49 países menos avanzados. La ronda agoniza, se han perdido diez años y la credibilidad de la OMC queda en entredicho. La era de los acuerdos multilaterales termina en una contexto repleto de tensiones geoestratégicas y económicas. Para frenar los rebrotes proteccionistas, se buscan alternativas en los acuerdos comerciales a nivel regional y bilateral.

Asia-Pacífico afrontará las incertidumbres de EEUU y la UE diversificando sus fuentes de crecimiento a través de diversas vías: a) se impulsará la demanda y el consumo interno y las inversiones de capital fijo; b) se incrementarán los flujos comerciales e inversores “Sur-Sur”, favorecidos por una mayor cooperación entre los países BRICS. Y proseguirá el imparable desembarco asiático en América Latina y África. China es el primer socio comercial de casi todos los países emergentes; y c) se incrementará el comercio intra-asiático, por medio de la proliferación de una red de acuerdos de libre comercio que eliminen o reduzcan progresivamente los aranceles y otras barreras no arancelarias.

Destaca el Acuerdo China-ASEAN, en vigor desde el 1 de enero de 2010, que crea una  gran área comercial integrada por China, Brunei, Indonesia, Malasia, Filipinas, Singapur y Tailandia. En 2015 se incorporarán Camboya, Laos, Myanmar y Birmania, abarcando un mercado de 1.900 millones de personas. Incrementará aún más la interdependencia económica ente China y los 10 países de ASEAN. También destaca el Acuerdo China-Taiwán, en vigor desde el 1 de enero de 2011. Ambos acuerdos pueden dejar a Japón y Corea del Sur en una situación comercial desventajosa frente a Taiwán para competir en los mercados de China y ASEAN. Pekín ya firmó otros acuerdos bilaterales con Chile, Pakistán, Nueva Zelanda y Perú.

Corea del Sur concluyó en 2010 un ambicioso Acuerdo de libre comercio con la UE, vigente desde el 1 de julio de 2011. También firmó en 2007 otro importante acuerdo comercial con EEUU que será en breve ratificado por el Congreso estadounidense para entrar en vigor en 2012. Seúl tiene otros acuerdos con Chile, Singapur, India y Perú. Tokio se muestra inquieto ante la gran apertura comercial de Seúl que afecta a la competitividad de las exportaciones japonesas a EEUU, la UE e India. Además, soporta la alta cotización del yen frente al won surcoreano y el yuan chino. Mientras tanto, Pekín impulsa, vía Hong- Kong y Singapur, la utilización del yuan en las transacciones internacionales.

A pesar de las heridas históricas aún no cicatrizadas, crece la interdependencia económica entre China, Japón y Corea del Sur. Suman el 70% de la economía asiática. Y no cabe descartar un futuro acuerdo comercial trilateral en el marco de ASEAN. Si la actual crisis en Occidente prosigue,  Asia-Pacífico acelerará su integración económica. Y China, que en diciembre cumplirá los 10 años de su entrada en la OMC, es la gran beneficiada de la Globalización. Acumula  3,2 billones de $ en reservas de divisas. Aunque la elevada deuda de las colectividades locales y una excesiva inversión inmobiliaria plantean algunas dudas sobre la fortaleza de la segunda economía mundial.