El Acuerdo de libre comercio entre Corea del Sur y EEUU (el KORUS FTA) que los presidentes Roh y Bush firmaron el 30 de junio de 2007, sigue pendiente de ser ratificado por los respectivos poderes legislativos. Constituyó uno de los temas tratados en las cumbres bilaterales celebradas de junio y noviembre de 2009 entre los presidentes Lee Myung-bak y Barack Obama. El Congreso de EEUU insiste en renegociar algunos capítulos del Acuerdo, como el del sector del automóvil. El Partido Demócrata sigue reacio a ratificar el FTA, presionado por los sindicatos y otros lobbys sectoriales opuestos a que el mercado estadounidense se abra más en plena crisis económica. Temen perder más empleo y cuota de mercado. Se quejan que el FTA está desequilibrado y no abre suficientemente el mercado coreano a los productos estadounidenses. Es verdad que existe un gran desequilibrio comercial en el sector automóvil. En 2008, Corea del Sur exportó 598.000 coches a EEUU con un valor de 2.320 millones $ comparados a los 8.864 importados con un valor de 220 millones $. Seúl rechaza las quejas argumentando que aquel desequilibrio no se debe a sus medidas proteccionistas sino a la progresiva pérdida de competitividad de las marcas estadounidenses frente a las asiáticas en los mercados globales.
Un problema añadido es que los demócratas están a las puertas de otro proceso electoral en noviembre de 2010. Los estadounidenses serán llamados a las urnas para elegir a los 435 miembros de la Cámara de Representantes y a 33 senadores, un tercio del Senado. Los demócratas temen salir debilitados en aquella cita electoral tras perder el 17 de enero de 2010 a favor del candidato republicano Scott Brown un escaño en el Estado de Massachussets que había sido ocupado sucesivamente los hermanos John y Edward Kennedy desde 1954 hasta el fallecimiento del segundo en 2009. La pérdida de este escaño significó perder también una mayoría de bloqueo en las votaciones del Senado. En este compleja situación política interna no es previsible que Barack Obama de luz verde, a corto plazo, a la aprobación del KORUS FTA y de los otros dos FTAS firmados con Colombia y Perú, también pendientes de ratificación. La prioridad principal de Obama consiste en lograr aprobar, aunque sea a la baja, la reforma sanitaria y otras iniciativas de carácter social.
Corea del Sur tampoco acepta renegociar el texto del FTA. Lee Myung-bak también sigue presionado por la oposición política y una opinión pública que desde el primer día se mostró muy reticente a abrir el mercado surcoreano a la carne vacuna estadounidense. También afronta unas elecciones locales en junio. Con esta compleja situación política, el partido gubernamental, el Gran Nacional Party, no va a llevar el KORUS FTA al pleno de la Asamblea Nacional mientras no haya consenso político con la oposición. El Democratic Party se opone al FTA a pesar de que fue este partido el que en 2007 firmó el Acuerdo. Todo indica que los surcoreanos están a la espera de que sea el Congreso de los EEUU el que también inicie los trámites para la ratificación, algo que no es previsible pueda ocurrir en 2010
Aunque Lee Myung-bak y Barack Obama confían en resolver este conflicto a medio plazo, el futuro del KORUS FTA es incierto. La agenda política de EEUU está muy centrada en los asuntos domésticos en un crucial año electoral para el Partido Demócrata que teme perder la mayoría parlamentaria en el Congreso. También hay que tener en cuenta que la economía de EEUU depende principalmente de su mercado interior y no tanto del sector exportador. En cambio, la economía surcoreana es muy dependiente de su sector exterior y el país ha optado por la estrategia de firmar una red de ambiciosos FTAS con varias áreas económicas y países del mundo. En 2009, firmó dos importantes acuerdos comerciales con la UE e India. El Korea-India CEPA entró en vigor el 1 de enero de 2010. Tampoco puede descartarse que el Korea-EU FTA sea ratificado antes que el KORUS FTA.
EEUU se siente acuciado por su fuerte déficit en las balanzas comerciales con los países exportadores asiáticos. Sin embargo, Corea del Sur esgrime que el superávit surcoreano con EEUU asciende a solo 8.000 millones $, muy por debajo del superávit japonés que alcanza los 80.000 millones $. El origen principal del déficit comercial estadounidense se encuentra en el comercio exterior con China que goza de un superávit de 300.000 millones de $.
En su primer discurso sobre el estado de la Unión del 27 de enero de 2010, Barack Obama se refirió a la importancia de los FTA como instrumento para favorecer el impulso de las exportaciones estadounidenses. Es posible que Washington y Seúl se atengan mas adelante a renegociar los capítulos más controvertidos. Si el KORUS FTA quedase definitivamente estancado, EEUU deberá asumir el alto coste de estar cada vez más menos presente, a favor de sus competidores europeos y asiáticos, en el mercado surcoreano. En este caso también Corea del Sur podría perder una gran oportunidad para incrementar aún más su presencia en el mercado estadounidense. Pero EEUU no puede obviar que Japón, China y Corea del Sur se plantean la posibilidad de firmar un FTA entre los tres que aún afectaría más a los intereses comerciales de EEUU en Asia oriental.