Asia-Pacífico ante un año crucial

Las economías de Asia-Pacífico se desaceleraron en 2013. La volatilidad de los flujos de capitales y de los precios mundiales de las materias primas afectó especialmente a India e Indonesia. Las mediadas anunciadas el 22 de mayo por la Reserva Federal de EEUU (FED) provocaron entonces una fuga de capitales y en pocas semanas varias divisas asiáticas cayeron frente al dólar, entre ellas la rupia india. No afectó al yuan chino, aún no convertible, porque Pekín controla estrictamente el tipo de cambio de su divisa.

Las economías de Asia-Pacífico se desaceleraron en 2013. La volatilidad de los flujos de capitales y de los precios mundiales de las materias primas afectó especialmente a India e Indonesia. Las mediadas anunciadas el 22 de mayo por la Reserva Federal de EEUU (FED) provocaron entonces una fuga de capitales y en pocas semanas varias divisas asiáticas cayeron frente al dólar, entre ellas la rupia india. No afectó al yuan chino, aún no convertible, porque Pekín controla estrictamente el tipo de cambio de su divisa.

2014 será un año clave, no exento de riesgos tanto financieros como políticos:

a)   Asia-Pacífico seguirá siendo la gran locomotora de la economía mundial. Pero los países emergentes no se bastan por si mismos. Ahora, precisan que EEUU y Japón sigan reactivando sus economías. Y que el FED, presidido por Janet Yellen, aplique lo más gradual y prudentemente posible, la retirada ya iniciada de la política de estímulos monetarios aplicada en los últimos años. Y que la zona euro, aún vulnerable, arranque de una vez por todas.

b)   Se acabó para los emergentes asiáticos una etapa del crecimiento exorbitante que, en algunos casos, llegó a los dos dígitos. El claro aviso recibido en 2013 obligará a China, India y a otros países a revisar sus modelos de crecimiento económico afrontando de una vez por todas unas profundas reformas estructurales dejadas a lado durante los años de efervescencia. También deberán hacerlo Japón y Corea del Sur.

c)   Los emergentes seguirán creciendo más que las desarrollados pero con cifras y ritmos moderadas. Las perspectivas de Asia-Pacífico a medio y largo plazo son positivas porque cuenta con una enorme dimensión demográfica y un gran potencial de crecimiento del consumo interior potenciado por el surgimiento de unas clases altas y medias urbanas, mejor educadas, cada más conectadas  y abiertas al mundo. China seguirá siendo el gran motor económico mundial. India titubea.

d)   La próxima cumbre del G20 en 2014 se celebrará el 15 y 16 de noviembre en Brisbane (Australia) Se avanzará hacia una mayor coordinación económica y financiera global, con un mayor protagonismo de China. Crecerán las presiones para combinar las políticas económicas y monetarias para mantener el crecimiento con las sociales. Sin creación de más empleo a nivel global no se saldrá del actual y nefasto círculo vicioso.

e)   Se impulsará los procesos de integración económica internacional. Barak Obama viajará a Asia en abril para avanzar hacia la firma del Trans-Pacific Partnership, una vasta área de libre comercio constituida por EEUU y once países de Asia-Pacífico, a la que podrían sumarse Japón y Corea del Sur. La Unión Europea que ya firmó acuerdos de libre comercio con Corea del Sur y Singapur, seguirá negociando otros nuevos acuerdos, destacando Japón. China se convertirá en el principal socio comercial de casi todos los continentes y países.

f)   Surgen riesgos geopolíticos, principalmente en Asia oriental, donde se dirimen disputas territoriales que enfrentan a China y Japón, las dos principales economías asiáticas. También afectan a Corea, Taiwán y varios países del sudeste asiático.  Sin olvidar el conflicto nuclear norcoreano. Un mapa complejo geoestratégico que dispara los gastos militares de todos los países. Se encuentra a faltar una arquitectura institucional para prevenir y resolver los conflictos entre estados vecinos. Una escalada de los riesgos políticos podría perjudicar a las economías de la región e implicar a EEUU, a la primera economía mundial.

CHINA, busca sostenibilidad

La economía china podría crecer, según el FMI, otro 7,3% en 2014, tras hacerlo el 7,6% en 2013. Se empezará a aplicar la agenda de reformas económicas y sociales aprobada en noviembre por el tercer plenario del Comité central del PCC. Xi Jimping y Le Keqiang reequilibrarán un modelo de crecimiento excesivamente basado en la inversión y en un fácil acceso al crédito, muchas veces con fines especulativos, por otro modelo sostenible que permita también duplicar el nivel de renta de la población en 2020, El incremento de los salarios, un 15% anual, potenciará el consumo interior y el sector servicios.

Pekín anunció que las fuerzas del “mercado” jugarán un papel decisivo en la asignación de recursos y se impulsará la iniciativa privada. Se pretende frenar los excesos de las elites político-económicas y de las grandes empresas estatales que, en detrimento del sector privado, dominan el mercado interno y el comercio exterior, limitando la libre competencia y la eficiencia económica. Se acelerará el proceso de internacionalización del yuan y la apertura del sector servicios a los inversores extranjeros que siguen exigiendo más transparencia y seguridad jurídica.

Pekín implementará nuevas medidas para corregir las crecientes desigualdades territoriales y sociales y el grave impacto medioambiental. Destacan la reforma gradual del registro de residencia o “hukou” y una flexibilización de la política del hijo único que permita frenar el rápido envejecimiento de la población y la disminución de la mano de obra disponible.

Los dos problemas más acuciantes: la enorme deuda de los entes locales que creció un 70% en los últimos tres años y los síntomas de fragilidad de los bancos chinos. Pero no será fácil liberalizar la economía mientras el PCC ejerza, sin oposición o contrapesos políticos, como árbitro a la hora de legislar, aplicar e interpretar las reglas de juego. El régimen chino sigue reacio a profundizar en las reformas políticas.

JAPON sigue el “Abenomics”

La tercera economía mundial creció un 1,8% en 2013 y según el FMI, lo hará un 1,2% en 2014. Tokio pronostica un 1,4%. Será el año clave para Abenomics”, las políticas económicas impulsadas por Shinzo Abe desde diciembre de 2012. El plan se basa en tres ejes: política monetaria expansiva, política fiscal flexible y profundas reformas estructurales. Objetivo: relanzar la economía y acabar con la deflación. Abe actuó rápido contando con la colaboración del gobernador del Banco de Japón Haruhiko Kuruda que empezó pronto a inyectar liquidez para dinamizar la economía y crear empleo.

La economía empezó a crecer a principios de 2013, pero se fue frenando. Solo un 0,3% en el tercer trimestre, tras hacerlo el 1,1% y el 0,9% en los dos primeros.  La inversión empresarial y el consumo interior son moderados. Las grandes empresas apoyan a Abe y el índice Nikkei subió un 70% en 2013. Pero los consumidores se muestran recelosos: los precios suben pero no los salarios. La inflación, el 1,2% en noviembre, es un avance cara el objetivo del 2% marcado por el Banco de Japón. La depreciación del yen, un 25% frente al dólar, favoreció al sector exportador pero disparó las importaciones energéticas, obligadas tras el cierre de todas las centrales nucleares. El déficit comercial se disparó desde octubre. La desaceleración de la economía china y la lenta recuperación de la zona euro no favorecen las exportaciones.

“Abenomics” relanzó en 2013 una economía deprimida dejando atrás 15 años de deflación. Y la elección de Tokio para organizar los Juegos Olímpicos del 2020 es otro éxito que refuerza el “soft power” del país. Pero en 2014, Sinzho Abe deberá concretar el segundo y tercer eje de reformas. El IVA subirá del 5% al 8% el 1 de abril. Y llegó la hora de afrontar profundas reformas estructurales en una sociedad muy envejecida. La población japonesa, 126,3 millones, empezó a decrecer en 2010. Solo en 2013 perdió 244.000 habitantes. Mientras tanto, va creciendo la alargada sombra del coloso chino.

INDIA, muchas incógnitas por resolver

La 3ª economía asiática creció un 5% en 2013 y se prevé lo haga otro 5% en 2014.  Insuficiente para crear empleo para los 10 millones de indios que cada año ansían incorporarse al mercado laboral. El modelo indio se basó en el dividendo demográfico, la emergencia de unas emprendedoras clases altas y medias y una potente demanda interior. India creció un 43% entre 2007 y 2012. Pero el primer ministro Manmohan Singh no impulsó, en sus casi diez años en el Gobierno, las reformas estructurales precisas para corregir las lagunas en las infraestructuras y el sistema educativo y de salud, que frenan los productividad y la eficiencia de los sectores económicos.

En 2014 todo será más difícil con déficits presupuestario, balanza comercial y por cuenta corriente. La caída de la rupia a partir de mayo disparó la factura de las importaciones energéticas. El gobernador del Banco de India, Raghuram Rajan priorizará la lucha para frenar una inflación que ahoga a los más desfavorecidos.

Urge reformar una economía protegida con un marco regulador poco transparente y un mercado laboral rígido e informal. En 2013, el Gobierno aprobó diversas medidas para liberalizar el sector de la distribución y el financiero y mejorar las infraestructuras. Pero frena su aplicación. El Partido del Congreso teme perder votos a las puertas de unas elecciones generales. Raul Gandhi, hijo de Sonia Ghandi, será su candidato. Pero las encuestas anuncian que el próximo primer ministro será Narendra Modi, gobernador del Estado de Gujarat, miembro del sector duro del partido nacionalista hindú Bhajaratiya Janata Party y un controvertido populista que podría provocar aún más conflictos religiosos.

La compleja situación económica y política crea incertidumbres. Pero los inversores extranjeros confían que India se modernizará y abrirá más al exterior. Y apostaran por un potencial mercado interior de 1.250 millones de consumidores. Según NNUU, serán 1.450 millones en 2028.

COREA DEL SUR, una economía dinámica

Es la 14º economía mundial, la 4ª asiática y el 7º exportador mundial. Y ocupa el 7º lugar en el ranking “Doing Business 2014”, del BM. Las balanzas de pagos y comercial son positivas a pesar de las elevadas importaciones energéticas. La renta per capita alcanzó los 24.000 $ en 2014. Es la única gran economía asiática con acuerdos de libre comercio vigentes con EEUU y la UE. También con India y ASEAN. Y acaba de firmar otro con Australia. Las exportaciones representaron el 50% del PIB. Sus conglomerados empresariales, los “Chaebols”, como Sansumg, LG y Hyundai, compiten con éxito en todos los mercados en los sectores de la electrónica de consumo el automóvil y la construcción naval. Construyen infraestructuras en los países emergentes e incluso exportan reactores nucleares.

Según la OCDE, la economía podría crecer un 3,8% en 2014. Otras instituciones lo sitúan en el 3,4%. La inflación se situó al 1,3%. La tasa de paro era el 2,9% en diciembre de 2013. El país es un líder tecnológico e innovador en nuevos sectores estratégicos, invirtiendo en las tecnologías de la información y la economía verde. Priorizan la inversión en I+D, el 70% aportada por el sector privado. Es el país más interconectado del mundo y exporta productos culturales promocionados por Internet.

La presidenta Park Geun-hye deberá impulsar más reformas estructurales. Preocupa la pérdida de competitividad frente a China, el creciente endeudamiento público y privado que afecta a la estabilidad del sector financiero y una economía informal que representa el 24,6% del PIB. Y la excesiva concentración del sector exterior en los “Chaebols”, de propiedad privada, muy conectados con los Poderes Públicos. El país goza de una gran cohesión social. Ocupa el 12º lugar en el Índice de Desarrollo Humano 2013 del PNUD. Pero crecen las desigualdades territoriales y sociales. Y como en Japón, la población envejece rápidamente. El índice de fertilidad está entre los más bajos del mundo.

INDONESIA, el gigante de ASEAN

Es la 5ª economía asiática y la más potente de los 10 países de la Asociación del Sudeste Asiático (ASEAN). Con 250 millones de habitantes, es el cuarto país más poblado del mundo. La economía creció el 5,6% en 2013 y podría hacerlo un 5,5% en 2014. Los motores económicos, el consumo interno (el 55% del PIB) y la inversión, se han desacelerado debido a las incertidumbres económicas y políticas.

El país sufre un creciente déficit de la balanza por cuenta corriente (4,3% del PIB). Las exportaciones, básicamente recursos naturales, bajaron por la desaceleración china mientras las importaciones no cesan de crecer, disparando el déficit comercial. Y desde que el FED anunció en mayo cambios en su política monetaria, la rupia cayó un 17% y se frenaron las inversiones exteriores. La tasa de inflación superó el 8%.

Los principales riesgos en 2014: el aumento del déficit de las balanzas por cuenta corriente y comercial, de las necesidades de financiación y de la inflación. El contexto político no favorece a corto plazo las reformas. En 2014, están previstas elecciones legislativas en abril y presidenciales en julio. Y la corrupción es endémica y el 70% de la población esta en el sector informal.

Cabe apostar por Indonesia. A medio y largo plazo, tiene una gran potencial de crecimiento gracias a las emergentes clases medias que, según un Boston Consulting Group, pasarán de 74 a 141 millones en 2020. El comercio exterior esta más orientado hacia Asia que hacia Occidente. Los nexos económicos con China crecieron desde que entró en vigor en 2010, el Acuerdo de Libre Comercio ASEAN-China. También invierten mucho Japón, Corea del Sur, India y Australia. El país precisa más inversiones extranjeras para diversificar la economía y exportar más. Con mejores infraestructuras podría crecer un 8% anual. Además, el coste de mano de obra es inferior al de China y Tailandia. Indonesia, es la 15ª economía mundial pero en 2030 será la sexta y el tercer gigante económico asiático, tras China e India.