EuskadiAsia: Entrevista a Xulio Ríos

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Euskadiasia se complace en presentar la entrevista que mantuvimos con Xulio Ríos, destacado analista internacional especializado en la realidad política contemporánea de China. Xulio Ríos es director, desde su fundación en 1991, del Instituto Galego de Análise e Documentación Internacional (IGADI). Ejerce también funciones como director del Observatorio de Política China y como coordinador de la Red Iberoamericana de Sinología RibSi.

En el ámbito académico es miembro del Consejo Asesor de Casa Asia y profesor del Instituto de Altos Estudios Universitarios de la Universidad de Alcalá (UAH) y de la Universidad Obertá de Catalunya (UOC). Además, es director de Tempo Exterior, revista de análisis y estudios internacionales, y coordinador del Libro Blanco de la Acción Exterior de Galicia. Por último, su labor divulgativa de los estudios políticos sobre China queda recogida en sus habituales colaboraciones para numerosos medios de comunicación, tanto escritos (El CorreoLa VanguardiaEl País, etc) como de radio y televisión (BBC o la CCTV, Televisión Publica China).

 

 

¿Cuáles fueron las circunstancias biográfico-académicas que le han llevado a explorar la realidad sociopolítica de China?

Nuestro proyecto nace con la intención de acompañar los procesos de transformación de las economías planificadas. En un primer momento, nuestra atención se centró en los países del Este y la antigua URSS, también en Cuba. En paralelo, también en China. Esa trilogía sigue presente en las actividades del IGADI.

En el Igadi se presta especial atención a la situación de China ¿corresponde con el papel que ocupa en la actualidad en el Mundo?

Sin lugar a dudas, es un actor esencial y cada vez será más importante. Nuestro desconocimiento general respecto a China es considerable, por eso es fundamental perseverar en la investigación.

Habida cuenta de la creciente atención de los centros de decisión internacionales por lo que acontece en China, ¿es posible percibir una transformación cualitativa en estos últimos años en la valoración social e institucional de los estudios sobre China? ¿En qué sentido?

Quizás algo, pero poca cosa en comparación con lo que se necesita. Hay más interés coyuntural, pero escasos esfuerzos que den consistencia a un trabajo que necesariamente debe ser prolongado y debería contar con más apoyos sin necesidad de desvivirse cada vez que uno necesita la mínima financiación para un proyecto.

¿En qué medida el enfoque otorgado a los estudios y análisis sobre China se encuentra condicionado por los intereses geoestratégicos vinculados al nuevo papel de este país a nivel mundial?.

Es una de las claves indispensables, no obstante, hasta hace bien poco lo que primaba era la economía, que sigue pesando lo suyo. Ahora, las áreas de interés están más diversificadas, desde el derecho a los asuntos tecnológicos o militares. Indudablemente, si China incrementa su influencia en todo el mundo, parece natural tratar de comprender sus ambiciones e imaginar las consecuencias que sugiere para el conjunto de la comunidad internacional. No es fácil hacer un hueco a un gigante como China, quien también debe “inventar” una política adaptada a las características de esta interdependencia compleja.  Hay más incógnitas que certezas.

¿Hasta qué punto pervive un criterio etnocéntrico en los análisis que se realizan desde Occidente?. 

Es más común desde la superficialidad. Quienes entienden algo de China, por lo general, aunque deben tenerlo presente, procuran eludirlo, enfatizando siempre el peso de la historia y la cultura, que nos alejan del imaginario occidental y son claves indispensables para entender China. Con la observación exclusiva de nuestros parámetros nunca podremos comprender China.

Otra característica que llama la atención cuando se entra a la página de Igadi es el bilingüismo, que queda ejemplificado con el lemaPara comprender o Mundo desde aquí… para proxectar a Galicia no contexto internacional. ¿Qué papel debe cumplir una lengua como el gallego en la transmisión de este conocimiento sobre el “mundo globalizado”?

Pese a que algunos hablan de la imposición del gallego, en Galicia es muy dificil escribir (y publicar) sobre temas internacionales en nuestro idioma. Lo habitual es que los medios de comunicación impongan el castellano a un autor que quiera escribir sobre temas internacionales. El gallego es para la literatura, pero no para temas “serios”. Nosotros apostamos por el idioma y por la diversidad, en Galicia y en el mundo.

Por otra parte, el Igadi y Casa Asia han creado un espacio conjunto, el Observatorio de Política China (OPCh) ¿cuales son los fines y las actividades principales del observatorio?

El Observatorio quiere ser un espacio de encuentro para todas aquellas personas interesadas en la política china, en sus diversas manifestaciones (sistema político, derechos humanos, autonomías, seguridad y defensa, política exterior, etc.). La confluencia del espacio iberoamericano le confiere mucha potencialidad. Su actividad se centra en el análisis sistemático de la evolución china. 
 
En uno de sus primeros libros sobre China, “China ¿una superpotencia del siglo XXI?”, alertabas ya sobre una posible fractura social, como consecuencia de la desideologización del partido Comunista de China y del valor predominante del  dinero. ¿Cómo contempla la situación en la actualidad?. En la medida en que también se observan tensiones de naturaleza territorial (iugures, tibetanos, etc), ¿Cómo puede afectar esto a la estabilidad y unidad  de China?

Las desigualdades son un hecho cotidiano en China, al igual que los desequilibrios territoriales. El gobierno está haciendo esfuerzos para corregir esos desajustes, pero no es fácil y llevará su tiempo. El problema de las nacionalidades minoritarias, también las más afectadas proporcionalmente por la pobreza, tiene un gran potencial desestabilizador tanto por el interés externo que pudiera existir en utilizarlo como talón de aquiles del proceso chino, como por las muestras de incapacidad del gobierno para imaginar una arquitectura político-territorial distinta a la actual y que acentuara el autogobierno de dichas nacionalidades. La represión, por muy dura que sea, no solucionará el problema.

Uno de los principios confucianos que se cita en aquel libro es el deber de los mandatarios chinos de ofrecer felicidad al pueblo, pero en la actualidad esa felicidad, sobre todo en las generaciones más jóvenes, se identifica con la adquisición de dinero y bienes materiales. ¿Qué consecuencias puede tener esto para la estabilidad, no solo de China, sino de todo el Mundo?

Indudablemente, los ideales han perdido fuerza en China. Su sociedad es hoy es más individualista y materialista, está más volcada en el consumo. Esa situación es comprensible teniendo en cuenta lo vertiginoso de la transformación experimentada por China en estas décadas. No obstante, es un modelo insostenible.

En la actualidad, ¿Cuál es el grado representación de las líneas ideológicas del Partido Comunista Chino dentro de sus órganos principales: Comité Central y Buró Político?

Siempre intentamos simplificar y traducir a nuestros esquemas la diversidad ideológica que pudiera existir en los órganos dirigentes. A mi modo de ver, hay clanes y grupos de poder, pero no líneas diferentes o enfrentadas. El consenso básico es la preservación del sistema político actual y la revitalización del país. El nacionalismo es la llave del proceso chino en la presente etapa. Ello no quiere decir que la exacerbación de algunas tensiones internas o discrepancias de fondo en cuanto a la forma de relacionarse con el exterior pudieran derivar en otros planteamientos.

¿En qué medida puede afectar la entrada en el Partido Comunista de miles de empresarios capitalistas, de acuerdo con las reformas llevadas a cabo en los últimos años, a la línea impuesta de directrices ideológico-políticas que guían su labor gubernamental?

El PCCh mantiene un fuerte control de todo el proceso económico-empresarial. Muchos de esos empresarios eran ya militantes del PCCh antes de transformarse en dueños de las empresas colectivas que gerenciaban. Una de las máximas del PCCh es evitar que se afiancen poderes que puedan rivalizar con él. Una forma de evitarlo consiste en fagocitarlos. La teoría de la “triple representatividad” le presta la cobertura ideal. No obstante, todos estos actores defienden el status actual. El mayor problema que sugieren es la corrupción. Ellos no lideran pero si controlan parcelas del partido a nivel local. De ellos no surgirá ninguna propuesta de alteración sustancial del sistema.

Me gustaría hacer referencia a otra de sus obras, concretamente Taiwán. El problema de China, ya que este tema se presenta como una de las mayores incógnitas de cara al futuro. En este sentido, parece significativo el cambio de política respecto a China con el nuevo gobierno taiwanés o el fortalecimiento de nexos económicos entre ambos territorios. En cualquier caso, ¿Cómo valora  el futuro de Taiwán?, ¿Es posible una reunificación que emule, de alguna forma, el modelo de Hong Kong: una China dos modelos, o tal vez cabe ver este reposicionamiento como una consecuencia derivada de las sinergias económicas supranacionales generadas por la ASEAN + 3?

Las relaciones económicas y comerciales irán en aumento. Ambas partes tienen mucho interés en ello. Taiwán se juega su futuro en esta cuestión. En lo político, el diálogo se orienta a la paz, no a la unificación. La recuperación de Taiwán es un asunto clave para China. El proceso de modernización actual nunca se entenderá completado en tanto subsista este problema. Pero llevará su tiempo y no será fácil en tanto las coordenadas políticas en el continente excluyan fórmulas reales de pluralismo. Para el KMT, cuya corriente mayoritaria no apuesta ni por la independencia ni por la unificación, resultará dificil aceptar una unificación que le mantenga ilegal en la mayor parte del territorio de esa China que también dicen representar.

Resulta notable la progresiva influencia de China en zonas del planeta sumamente estratégicas como África y Sudamérica. Al respecto de ello, ¿qué opinión tiene del futuro de las relaciones de China con los países de estas dos regiones del planeta?, ¿estamos ante un modelo de implantación diferente al esquema colonialista occidental?. Por último, ¿son previsibles escenarios de contienda militar entre EEUU y China en pugna por monopolizar zonas de influencia y de recursos energéticos, sea Afganistán o Iraq, debido a su acceso a Asia Central?

La presencia de China en estas zonas crecerá, aunque tratará de evitar que de ello se deriven tensiones con las influencias tradicionales. Pero no va a renunciar a sus intereses. Por otra parte, en la práctica ya está implementando otro modelo. Sus resultados son ambiguos y no exentos de problemas. Pero los mismos países de África o de América Latina reconocen un proceder distinto en China y no solo por evitar la imposición de condiciones políticas a su ayuda. Habrá que seguir de cerca esta evolución. Las críticas, muchas de ellas certeras, a veces esconden también la defensa de otro modelo que, por cierto, ha tenido efectos desastrosos en algunas regiones.
China, por otra parte, hará lo imposible por evitar el enfrentamiento abierto. Es una cuestión cultural.

China, tras sufrir los efectos de la crisis económica mundial, parece haberse recuperado inesperadamente hasta volver a situarse en niveles de crecimiento muy altos  ¿Cuáles cree que son las causas de esta estabilidad económica?, ¿realmente las variables y datos macro de la economía china se ven reflejados en la vida a pie de calle del ciudadano chino?

El paquete de estimulo del gobierno chino parece que ha funcionado, sin embargo, la gran asignatura pendiente es el cambio en el modelo de desarrollo. Hasta ahora, este se ha basado en la mano de obra barata, inversión exterior y orientación de la producción al mercado internacional. Actualmente se trata de incorporar la dimensión ambiental, tecnológica, social, etc., tratando de lograr un crecimiento de mayor calidad en todos los sentidos. Es un proceso complejo que llevará su tiempo, pero el Partido-Estado conserva muchas palancas de control que le permiten incidir de modo muy efectivo en la evolución económica. Y en la sociedad se nota porque todos, aunque en diferente medida, disfrutan de unas condiciones de vida mejores. Ese progresivo bienestar es hoy un poderoso antídoto contra el descontento.

Desde hace varios años se viene barajando un mercado libre en Asia Oriental con una moneda  propia que sustituiría al dólar como moneda de referencia.  Hace pocos días, sin embargo, y en plenas negociaciones USA – China, el Fondo Monetario Internacional  ha salido en defensa del dólar, ¿qué posibilidades ve de que se convierta en realidad esta posibilidad?, ¿Qué opina del papel de China en ASEAN?

China está dando los primeros pasos para la internacionalización del yuan. No va a ser un proceso fácil, pero existe una clara voluntad política de traducir, poco a poco, en términos también financieros, su peso económico. El papel de China en Asia (tanto en el marco de la ASEAN como en la futura Comunidad de Asia oriental y otras plataformas) irá en aumento y quizás más rapidamente de lo inicialmente previsto pueden operarse cambios geopolíticos sustanciales. Eso explicaría el anuncio del regreso de EEUU a la región, formulado ya en febrero por Hillary Clinton. Pero la capacidad económica de China junto a otras claves pueden dificultar mucho los planes de Washington.

 

 

Bibliografía Esencial de Xulio Ríos

– Hong Kong, Camiño de Volta. Santiago: Laiovento, 1997.

– China: ¿Superpotencia del siglo XXI?. Barcelona: Icaria, 1997.

– A China por dentro. Vigo: Xerais de Galicia, 1998.

– Política Exterior de China: La Diplomacia de una Potencia Emergente. Barcelona: Bellaterra,  2005.

– Taiwán: El Problema de China. Madrid: La Catarata, 2005.

– Mercado y Control Político en China. Madrid:  La Catarata, 2007.

– China de la A a la Z: Diccionario General de Expresiones Chinas. Madrid: Popular, 2008.