La OPEP y el petróleo iraní

Las expectativas en torno al regreso iraní al mercado petrolero internacional tras el pacto nuclear alcanzado en julio pasado con el G5+1 y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que estipula el paulatino final de las sanciones internacionales hacia Teherán, determinan un cálculo geopolítico muy pendiente de la posibilidad de distensión diplomática entre Washington y Teherán. Un reciente informe del Banco Mundial estima que el regreso del petróleo iraní al mercado a partir de 2016 abaratará radicalmente los precios del crudo a US$10, toda vez las multinacionales pujan por alcanzar concesiones en el mercado energético iraní. En perspectiva, el expectante regreso iraní al mercado petrolero trastocará sensiblemente la geopolítica global, desarticulando la capacidad de influencia de una OPEP dominada por los intereses sauditas.

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Palabras chave Irán Petróleo OPEP
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Las expectativas en torno al regreso iraní al mercado petrolero internacional tras el pacto nuclear alcanzado en julio pasado con el G5+1 y la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), que estipula el paulatino final de las sanciones internacionales hacia Teherán, determinan un cálculo geopolítico muy pendiente de la posibilidad de distensión diplomática entre Washington y Teherán. Un reciente informe del Banco Mundial estima que el regreso del petróleo iraní al mercado a partir de 2016 abaratará radicalmente los precios del crudo a US$10, toda vez las multinacionales pujan por alcanzar concesiones en el mercado energético iraní. En perspectiva, el expectante regreso iraní al mercado petrolero trastocará sensiblemente la geopolítica global, desarticulando la capacidad de influencia de una OPEP dominada por los intereses sauditas.

Es por ello que puede deducirse que en Washington estén especulando con un nuevo cálculo estratégico en el tablero energético con fuerte impacto geopolítico. Si la histórica reapertura de relaciones diplomáticas que actualmente acontece entre EEUU y Cuba está moviendo el péndulo geopolítico hemisférico, la perspectiva ahora se enfoca en marcar los pasos de otra histórica distensión, en este caso con Irán, cuyo calado tendrá un mayor peso a nivel global.

El pacto nuclear alcanzando a comienzos de julio en Viena (Austria) entre Teherán y el denominado G5+1 (EEUU, China, Francia, Gran Bretaña, Rusia y Alemania) para controlar el desarrollo del programa nuclear iraní hasta 2025, puso fin a las sanciones internacionales que la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) mantenía hacia el país persa desde 2003 y que fueron reforzadas en 2012.

Se prevé que para enero de 2016, cuando finalicen oficialmente las sanciones, Irán ya esté retornando con fuerza en el mercado energético global, lo cual trastocaría el panorama geopolítico energético por ser Teherán uno de los principales productores mundiales, con una producción valorada en 1,1 millones de barriles diarios.

Las estimaciones consideran que Teherán posee el 10% de las reservas mundiales de petróleo y el 20% de las de gas natural. Con las prolongadas sanciones internacionales establecidas desde 2003, la producción petrolera iraní disminuyó sensiblemente, ubicándose en 500.000 barriles diarios. En el marco de la Organización de Países Productores de Petróleo (OPEP), Irán pasó de ser el segundo mayor productor de crudo a ocupar la quinta posición.

¿Un eje Irán-China-India?

Desde comienzos de 2015, multinacionales como la italiana ENI, la francesa Total, la anglo-neerlandesa Shell, la rusa Lukoil, así como otras empresas de China e India, vienen acelerando diversos planes operativos de extracción de crudo y gas natural en Irán, lo cual anuncia una puja mundial sin precedentes en los últimos años en el país persa.

En este sentido, las multinacionales rusas y chinas parten con ventaja sobre las occidentales, principalmente por razones geopolíticas y económicas, al haber mantenido Moscú y Beijing su apoyo a Teherán durante el pulso nuclear con la AIEA presentado en la última década. En palabras del ministro iraní de petróleo, Bijam Namdar Zangane, Teherán seguirá manteniendo una relación estratégica especial con Beijing, ya que Irán es el tercer suministrador de petróleo para China, país que recibe el 12% del petróleo iraní.

Pero existe otra variable, más orientada a las nuevas rutas energéticas desde Asia Central, China y el Océano Índico. En este sentido, Irán apuesta por la construcción de un gasoducto con Pakistán, en la que China igualmente tiene un importante peso.

A mediados de agosto, el ministro iraní de Exteriores, Javad Zarif, se reunió en Islamabad con el primer ministro paquistaní Nawaz Sharif, para acordar detalles sobre la construcción del gasoducto Irán-Pakistán (IP), del cual Beijing también forma parte como financiador de la parte paquistaní(1). En abril pasado, el presidente chino Xi Jinping visitó Pakistán para, entre otros aspectos, consolidar el apoyo chino al IP a través de financiamiento para la construcción de la ruta que pasa desde la localidad iraní de Asaluyeh, en el Golfo Pérsico iraní, hasta la localidad pakistaní de Gwadar, próxima a la frontera con Irán y el Mar Arábigo(2).

A largo plazo, el IP espera conectar con India través de una ruta energética de mayor calado. Tras China, India es el segundo mayor comprador de petróleo iraní, un factor que le permitiría a Teherán acceder a los mercados del Océano Índico y del Sureste asiático, ahora que comienzan a operar el final de las sanciones internacionales.

Tras su visita a Islamabad, el canciller iraní Zarif estuvo en la capital india Nueva Delhi para fortalecer una diversidad de acuerdos estratégicos, ya anteriormente establecidos durante la reunión del presidente iraní Hassan Rouhani con su similar indio Narendra Modi durante la cumbre de los países BRICS y de la Organización de Cooperación de Shanghai celebradas en julio pasado en la localidad rusa de Ufa(3).

Estos proyectos energéticos parecen presagiar todo tipo de expectativas cifradas en la proximidad iraní hacia el eje BRICS y OCS, tal y como se vio en la reciente cumbre de Ufa. Del mismo modo, el IP parece consolidarse toda vez Beijing y Teherán trazan una nueva ruta energética que paulatinamente desequilibre las posibilidades de concreción del proyecto de oleoducto TAPI, conformado por Turkmenistán, Afganistán, Pakistán e India, el cual parece tener un mayor apoyo por parte de Washington.

Paralelamente, otros importantes compradores de petróleo iraní son Japón, Corea del Sur, Italia, Francia, España, Sudáfrica y Grecia, lo cual sugiere la posibilidad para Teherán de ampliar aún más sus mercados energéticos una vez se consume el final de las sanciones y su retorno al ruedo petrolero global.

¿Petróleo a US$ 10?

Pero los recientes acontecimientos derivados del pacto nuclear con Occidente pueden tangencialmente alterar el mercado petrolero global. Un reciente informe del Banco Mundial(4) pronostica para 2016 una caída hasta US$ 10 del precio mundial del crudo debido al final de las sanciones internacionales y el regreso iraní al mercado petrolero, lo cual inundaría con más de un millón de barriles la oferta energética global.

Según este informe, los países importadores, especialmente los pertenecientes a la Unión Europea, se verán favorecidos por el regreso del petróleo iraní a los mercados internacionales. Por el contrario, países exportadores como Rusia, Arabia Saudita, Qatar, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, México, Brasil, Noruega o Ecuador, se verán seriamente afectados por la competitividad del petróleo iraní.

Del mismo modo, el final de las sanciones internacionales y el regreso al mercado petrolero podrían registrar a Irán tasas de crecimiento económico valoradas entre 3 y 5% para 2016, así como montos de inversión extranjera directa valorada en US$ 3.000 millones, así como el desbloqueo de US$ 29.000 millones de activos suspendidos por las sanciones. En este sentido, países como Gran Bretaña, Turquía, China, India y Arabia Saudita verán incrementar su comercio con Teherán.

Tras el acuerdo nuclear en Viena, diversos analistas y funcionarios de organismos internacionales informaron que Teherán había identificado casi 50 proyectos de petróleo y gas valorados en 185.000 millones de dólares, que los iraníes esperaban firmar hacia 2020, escenario que anuncia una carrera internacional por ganar licitaciones en el apetecido mercado energético iraní.

Cambio de juego en la OPEP

Este escenario alterará considerablemente la geopolítica energética y estratégica global. Irán podría beneficiarse de inversiones directas en su industria petrolera, especialmente en infraestructuras, petroquímica y tecnología, ya que varios de sus principales pozos se han visto afectados por la falta de inversiones durante años de sanciones y crisis financiera. Se estima que Teherán precisa de una fuerte suma de inversión en materia de infraestructuras, con montos que superarían los US$ 180 mil millones.

En este sentido, es pertinente considerar que la inmediata entrada del petróleo iraní a los mercados internacionales afectará principalmente a los intereses sauditas dentro de la OPEP, así como la capacidad de influencia del principal cartel internacional de crudo. La entrada del petróleo iraní para 2016 traducirá la posibilidad de que Teherán intente recuperar su posición como segundo productor mundial, lo cual reforzará aún más la estratégica rivalidad entre Riad y Teherán, ya no sólo circunscrita a la geopolítica en Oriente Medio, tal y como se observa con los actuales conflictos sectarios en Yemen y el pulso geopolítico que Irán y Arabia Saudita mantienen en Irak, Siria y Líbano.

Con la entrada del petróleo iraní, la OPEP estima una ampliación de la demanda petrolera global a 1,34 millones de barriles diarios para 2016, lo cual abarataría aún más los precios al existir un aumento considerable de la oferta. En este sentido, la OPEP da por hecho que Irán entrará con fuerza en el mercado en 2016, toda vez otros productores como Irak y Libia no estarán aún en capacidad de revertir la situación, a tenor de sus problemas internos.

Del mismo modo, las expectativas de ralentización del crecimiento económico en China, verificada en las últimas semanas con sendas devaluaciones del yuan y las caídas registradas en la Bolsa de Shanghai, podrían recrear situaciones complejas en cuanto a la relación estratégica entre Beijing y Teherán. Otro factor a tomar en cuenta es que los países productores que no pertenecen a la OPEP, entre los que se encuentran Rusia, Noruega y Ecuador, incrementarán su producción para 2016 en 960.000 barriles diarios, lo cual intensificará aún más la sobreoferta en el mercado global traducida por el regreso del petróleo iraní.

Todo ello coloca a la OPEP en una compleja y difícil situación como principal cartel de influencia en la evolución de los precios y la definición de estrategias energéticas. La decadencia de la OPEP en las decisiones de carácter geopolítico parece presagiar un fortalecimiento de EEUU como principal actor de influencia, tal y como recientemente llegó a sugerir Igor Sechin, presidente de la multinacional rusa Rosneft(5).

La decisión saudita en la cumbre de la OPEP de noviembre de 2014 de alterar la estrategia energética de dejar de influir en los precios para intentar conseguir nuevas cuotas del mercado global, ha provocado fuertes divisiones en el seno del cartel, en especial con países como Venezuela, Angola y Argelia, mucho más afectados por la caída de los precios con la actual cotización de US$ 43.

Todo ello recrea las expectativas de pérdida de influencia y posibles rupturas internas en el seno de la OPEP, traducidas con la nueva ecuación energética global provocada por el regreso del petróleo iraní. Junto con los avances en torno a las investigaciones de extracción del petróleo de esquisto, los próximos meses serán claves para definir en qué medida estaremos asistiendo a un vuelco vertiginoso en el mercado energético global.

 



(1) ESCOBAR, Pepe, “Pipelineistan – The Iranian-Pak-China Connection”, Asia Times, 14 de agosto de 2015. Ver en: http://atimes.com/2015/08/pipelineistan-the-iran-pak-china-connection-escobar/

(2) “China to build Pipeline From Iran to Pakistan”, The Wall Street Journal, 9 de abril de 2015. Ver ene: http://www.wsj.com/articles/china-to-build-pipeline-from-iran-to-pakistan-1428515277

(3) “Indian politician: Zarif visit to India to deepen bilateral ties”, IRNA News, 13 de agosto de 2015. Ver en: http://www.irna.ir/en/News/81718010/

(4) “Economic Implications of Lifting Sanctions on Iran”, MENA Quaterly Economic Brief, World Bank Middle East and North Africa Region, Issue 5, July 2015. Ver en: http://www-wds.worldbank.org/external/default/WDSContentServer/WDSP/IB/2015/07/28/090224b083031bff/2_0/Rendered/PDF/Economic0impli0ng0sanctions0on0Iran.pdf

(5)“Rosneft’s Igor Sechin Warns of US Shale Oil ‘dotcom bubble”, The Telegraph, 10 de febreiro de 2015. Ver en: http://www.telegraph.co.uk/finance/newsbysector/energy/11403216/Rosnefts-Igor-Sechin-warns-of-US-shale-oil-dotcom-bubble.html