¿Y si volviese Trump?
Donald Trump contagió a su partido con el estigma de su radicalismo, reduciendo a este a una mezcla de paranoia, resentimiento blanco y populismo autoritario. Más aún, erosionó hasta los tuétanos la fe de los Republicanos en las instituciones y en la democracia misma. Pero más allá de haber contribuido de manera decisiva a acrecentar la fractura horizontal de la sociedad estadounidense, fue responsable de llevar la credibilidad de su país ante sus aliados europeos, asiáticos y hemisféricos, a mínimos históricos.