20080419camp david lee myung bak george bush

Bush y Lee Myung-bak refuerzan su alianza en Camp David

Lee Myung-bak y George Bush; clic para aumentar
Lee Myung-bak (izquierda) visitó EEUU los días 15 al 19 de abril y se reunió este último día con el presidente Bush en Camp David. Es la primera vez que un presidente surcoreano es invitado en la residencia privada del presidente estadounidense y una señal de que se abre una nueva etapa basada en un mejor entendimiento mutuo.
 

Lee Myung-bak visitó EEUU los días 15 al 19 de abril y se reunió este último día con el presidente Bush en Camp David. Es la primera vez que un presidente surcoreano es invitado en la residencia privada del presidente estadounidense y una señal de que se abre una nueva etapa basada en un mejor entendimiento mutuo. La Declaración conjunta resultante de la cumbre entre ambos presidentes hace una clara referencia a su voluntad de ampliar la alianza estratégica entre ambos países.

Lee Myung-bak ya había anunciado, desde su campaña presidencial de 2007, su pretensión de priorizar, mejorar y reforzar la alianza con los EEUU. Seúl pretende extender esta colaboración más allá del dossier norcoreano a otros ámbitos, desde el económico y el energético hasta el de la defensa de los derechos humanos, las migraciones o la lucha contra el terrorismo. No va a ser una tarea fácil. Razones históricas explican que estas relaciones no han sido equilibradas y en la última década, se deterioraron ya que los presidentes Kim Dae-jung y Roh Moo-hyun focalizaron su diplomacia en encauzar las relaciones con China y en impulsar la "Sunshine Policy" con Corea del Norte. Lee Myung-bak quiere "ajustar" las relaciones con los EEUU -y con Japón- a su deseo de situar Corea del Sur como un actor regional con pretensiones y capacidades de actuar globalmente y asumir más compromisos a nivel internacional.

En Camp David, había tres temas importantes sobre la mesa: la coordinación bilateral en los esfuerzos para lograr la desnuclearización de Corea del Norte, la situación y evolución de la presencia militar estadounidense en Corea del Sur y la ratificación, aún pendiente, del Acuerdo de libre comercio entre Corea del Sur y EEUU.

a) Las negociaciones para la desnuclearización de Corea del Norte están es un momento delicado. La Declaración conjunta no apunta nada nuevo más allá de reiterar la voluntad de resolver el conflicto, pacíficamente y por vía diplomática, en el marco del Grupo de los 6. No se insiste en los plazos para que Corea del Norte cumpla su compromiso de dar una información completa y correcta de su programa nuclear. Pero Bush recuerda que "una vez" Corea del Norte ponga en acción la decisión estratégica de desnuclearizarse, los EEUU explorarán activamente las vías para mejorar las relaciones con Pyongyang y también apoyarán a la iniciativa "visión 3000" del Presidente Lee Myung-bak para la cooperación económica con el Norte.

En todo caso, Bush y Lee Myung-bak, aunque el calendario se retrase, serán pragmáticos, prudentes y pacientes y se coordinarán para evitar romper la baraja en esta larga y compleja partida que juegan con Kim Jong-il, cuyo régimen necesita imperiosamente la ayuda económica y energética para sobrevivir. Las NNUU ya ha advertido que el país, golpeado el año pasado por diversas catástrofes naturales, está a las puertas de otra crisis humanitaria que puede afectar a millones de coreanos. Las últimas informaciones indican que el 8 de abril se produjo en Singapur un acercamiento entre los negociadores norteamericanos y norcoreanos para encontrar una forma más "flexible" para que Pyongyang presente su declaración sobre su programa nuclear "a nivel satisfactorio" para las partes. Habrá que esperar a la próxima reunión del Grupo de los 6 para ver como evolucionan las negociaciones.

b) La cuestión militar es el tema más sensible. Roh Moo-hyun presionó y acordó con los EEUU en 2004, la reducción progresiva de las capacidades y el número de las U.S. Forces Korea (USFK) en el país. Desde entonces, estas fuerzas se han reducido hasta hoy de 37.000 a los 28.000 militares (5.000 en 2004, 3.000 en 2005 y 1.000 en 2006) y estaba previsto reducirlas a 25.000 en 2008, hasta bajar gradualmente hasta unos 20.000 efectivos. Otra delicada cuestión es el traspaso del mando conjunto operativo de las fuerzas militares en caso de guerra o emergencia que está, desde la guerra de 1950-1953, bajo control americano. Ambas partes acordaron que los mandos militares quedarían separados en 2012. Cabe decir que aunque la prueba nuclear norcoreana en octubre 2006 ralentizó el proceso, Washington tenía la intención de cumplir los acuerdos tal como se pactaron e incluso, si cabe, adelantar el calendario. En cambio, Lee Myung-bak se manifestó partidario de dilatar la transferencia del control del mando conjunto. Cree con razón que si bien ha habido progresos en la cooperación económica entre las dos Coreas, aun no se han hecho avances substanciales para reducir las tensiones militares en la península coreana.

En la Declaración conjunta, ambos presidentes consideran que el mantenimiento de una robusta presencia de capacidades de las fuerzas norteamericanas en Corea del Sur y de una amplia colaboración y coordinación militar entre ambos países sigue siendo de crucial importancia. Se desprende que se abre un nuevo marco de confianza mutua y mayor colaboración en materia de defensa. De hecho, ya se paralizó, a principios de año, el calendario de reducción de las tropas estadounidenses. Sin embargo, esto conlleva que Seúl deberá incrementar, a pesar de sus reticencias, su participación en cubrir los costes económicos de la presencia militar norteamericana en el país. Washington pide a Seúl que su contribución económica suba del actual 43 % al 50 % de aquellos costes. También es previsible una mayor colaboración surcoreana en Irak y Afganistán. Incluso se ha sugerido la posibilidad de integrarse en el Grupo NATO +3 del que forman parte, además de los miembros de la organización militar, Japón, Australia y Nueva Zelanda. Este status les otorga tratos preferenciales para la adquisición de armamento en el U.S. Foreign Military Sales Program.

c) El anterior presidente Roh y Bush firmaron, el 30 junio de 2007, un importante Acuerdo de libre comercio, que abre nuevas expectativas para incrementar el comercio bilateral. Se trata del acuerdo más amplio y denso firmado por los EEUU desde que, en 1994, firmasen el NAFTA y es el primero con un país asiático. Roh no logró durante su mandato que la Asamblea Nacional ratificase aquel Acuerdo por la negativa del UNDP a hacerlo a las puertas de dos comicios electorales. En cambio, Lee Myung-bak fue y es favorable a que se ratifique lo antes posible. Definitivamente, será tramitado, y si cabe ratificado, por la renovada Asamblea Nacional cuando esta abra su legislatura el próximo 1 de junio de 2008.

Mucho más difícil se presenta el correspondiente trámite parlamentario por parte del Congreso de los Estados Unidos. El presidente Bush también desea una rápida ratificación, no más tarde de julio. Bush y Lee Myung-bak saben que si el calendario se demora, el Acuerdo afrontará mayores dificultades si el candidato demócrata gana las elecciones presidenciales del 4 de noviembre de 2008. Tanto Hilary Clinton como Barack Obama han manifestado su oposición al texto firmado y desean renegociar algunos aspectos del Acuerdo que, a su entender, podrían perjudicar determinados sectores como el cárnico o el automóvil.

Se entiende que Lee Myung-bak y su séquito "empresarial" destinase una parte importante de su viaje a cautivar a las organizaciones empresariales y grupos de presión estadounidenses para presentar sus políticas económicas dirigidas a abrir más el complejo mercado coreano y crear en el país un entorno favorable a los inversores americanos. Les anunció que abrirá las puertas al sector cárnico americano, una condición ineludible para que el Congreso apruebe el Acuerdo de libre comercio, así como otras medidas e incentivos para los intercambios económicos y culturales. Estos intercambios se verán muy favorecidos por la firma durante la visita de un Memorandum of Understanding que abre la participación de Corea del Sur en el U.S. Visa Waiver Program (VWP), que podría entrar en vigor antes de finalizar este año 2008.

Tras este viaje a EEUU, el primero que realiza desde que asumió la presidencia el 25 de febrero de 2008, Lee Myung-bak voló inmediatamente hacia Japón, país que visitará oficialmente los días 20 y 21 de abril, y donde se reunirá con el primer ministro japonés Yasuo Fukuda.