Quizás no haga falta mucho esfuerzo para demostrar el alcance de la implicación y la participación activa de Israel en la guerra global lanzada contra Siria desde 2011, que representó una oportunidad real para ajustar cuentas con el eje de la resistencia, que se ha convertido en un verdadero elemento disuasivo a su influencia 1. En consecuencia, Israel ha sido un socio importante en la guerra desde el principio, empezando por los planes de apoyarse en el movimiento de los Hermanos Musulmanes, además del entendimiento con algunos estados del Golfo y Turquía para apostar por el movimiento ISIS y el Frente Al-Nusra, o una intervención directa y explícita mediante el lanzamiento de ataques aéreos o con misiles en territorio sirio. El más importante de ellos fue el ataque israelí al consulado iraní en Damasco en abril de 2024.
Esta forma de pensar, que considera el uso de la fuerza en todas sus formas como la única manera de mantener la superioridad israelí en la región, refleja la estructura mental de seguridad de la visión que el Estado hebreo tiene de sí mismo, de su vecindad y de su región. Como resultado, Israel lanzó numerosos ataques aéreos contra las posiciones del ejército sirio y de Hezbollah, con el objetivo de fortalecer y apoyar a los combatientes del movimiento terrorista para asegurar su control sobre la mayor superficie del territorio sirio. A pesar de su intento de dar la impresión de que no hay conexión entre él y todos los acontecimientos de la guerra en Siria, sus contribuciones públicas sobre el terreno fueron suficientes para confirmar la profundidad de la participación israelí en la guerra.
Con el desarrollo de los acontecimientos y la derrota de los movimientos terroristas, Israel intervino directamente en la guerra, con el fin de lograr los siguientes objetivos:
- Negativa a reconocer la victoria del eje de la resistencia en la guerra.
- Apoyar a los movimientos terroristas y hacerles sentir que Israel no abandona a sus aliados.
- Impedir el avance del Ejército Árabe Sirio en el frente sur limítrofe con sus fronteras.
- Impedir la transferencia de armas a Hezbollah en el Líbano.
- Impedir el establecimiento de campos para la Guardia Revolucionaria Iraní en Siria.
- Garantizar que no haya fricciones directas entre el eje de resistencia y el ejército israelí en la región del Golán.
De hecho, hay abundante evidencia que confirma la clara participación israelí en la guerra (donde su entrenamiento y contribución logística se transformó en participación directa y abierta, incluido el mando de operaciones de campo), que incluye, entre otros:
- Apoyo médico de combatientes de terroristas dentro de Israel.
- Intervención directa y coordinación con grupos terroristas: especialmente en Daraa – Quneitra – Golán.
- Intervención de campo en batallas (los oficiales israelíes eran responsables de los campos terroristas). Algunos de ellos fueron eliminados durante los ataques aéreos sirios contra esos campos.
En resumen, el objetivo de la intervención israelí en la guerra global en Siria fue tratar de limitar el papel y la influencia del eje de resistencia. Si esta intervención hubiera tenido éxito, habría tenido oportunidades estratégicas y repercusiones geopolíticas muy importantes para Israel. Ya que podría lograr lo siguiente:
- Interrumpir el desarrollo de Siria de sus capacidades militares y tecnológicas: que se basan en enfrentar a Israel y encontrar un equilibrio estratégico con él.
- Dividir y fragmentar a Siria: involucrando al Estado y al ejército en confrontaciones políticas y militares internas para debilitarlos y fragmentarlos.
- Destrucción de las armas no convencionales sirias: la retirada de las armas químicas sirias durante la guerra en 2014, de acuerdo con la Resolución 2118 de Naciones Unidas.
- Limitar la transferencia de armas a Hezbollah libanés: Esto se logra atacando líneas de suministro y transfiriendo armas desde Siria a Hezbollah en el Líbano sin entrar en una guerra integral con ellos.
- Limitar la influencia iraní: Esto se logra desestabilizando a Siria y aumentando la intensidad de la confrontación sectaria y nacionalista entre el Irán persa chií y los países árabes suníes.
Aunque Israel pudo obtener muchos beneficios de la guerra global contra Siria, con todo eso, también hay cambios geopolíticos y amenazas futuras muy serias para Israel como resultado de la victoria estratégica del eje de resistencia en esa guerra en cooperación con Rusia. La naturaleza de los desafíos que enfrenta se ha vuelto muy diferente de una manera dramática, lo que requiere crear modificaciones reales y radicales a la estructura y el concepto de seguridad nacional israelí. Las más importantes de estas amenazas y cambios son:
- El eje de resistencia ahora tiene capacidades militares ofensivas que pueden alcanzar la profundidad israelí.
- El ejército sirio y Hezbollah tienen ahora una tremenda experiencia militar como resultado de la guerra de guerrillas con los movimientos terroristas.
- El Eje de Resistencia desarrollará su estrategia militar basada en atacar la superioridad aérea y marítima de Israel en cualquier confrontación futura.
A la luz de lo anterior, y como resultado de las victorias logradas por el ejército sirio y los movimientos de resistencia, hay que reconocer que las nuevas realidades políticas y militares resultantes de la guerra global contra Siria confirman la existencia de una visión estratégica claramente definida por parte del eje de resistencia para enfrentar los planes israelíes.
Por lo tanto, el ataque del movimiento de resistencia palestino Hamás el 7 de octubre de 2023 y el ataque militar directo iraní a Israel (en abril de 2024) a través de cientos de marchas y misiles como reacción y autodefensa después de que su consulado en Damasco fuera sometido a los bombardeos israelíes, pueden ser considerados un ejemplo simple que refleja el alcance de los cambios geopolíticos militares radicales en el equilibrio de poder, que será solo un punto en el océano de una futura confrontación integral en todos los frentes entre Israel y el eje de la resistencia.
- 1 El eje de resistencia es un término político utilizado principalmente en Medio Oriente y significa la alianza estratégica implícita (política y militar) que se opone principalmente a la ocupación israelí de Palestina. Este eje incluye: Irán, Siria, Hezbolá en el Líbano, Hamás y la Jihad Islámica en Palestina, además de las Fuerzas de Movilización Popular en Irak, así como el movimiento hutí Ansar Allah en Yemen.