Síntesis Lianghui 2012: los efectos especiales del parlamentarismo chino

¿Es  todo ficción en la vida parlamentaria china? La singularidad del sistema político chino, con sus numerus clausus, la ausencia de alternancia y la asunción incontrovertida del liderazgo primus inter pares del PCCh, a quien se remite por otra parte toda capacidad de decisión fundamental sobre lo divino y lo humano del país, hace ciertamente muy difícil que el parlamentarismo (en esencia, exposición y contraste de ideas) disponga de una narrativa atractiva y seductora. La conciencia de los límites y lo limitado del juego devienen en inevitable formalidad y artificio ausente de credibilidad para propios y extraños.

Por otra parte, en la edición de este año, la inminencia del XVIII Congreso del PCCh añade un factor disuasorio de enorme importancia. Todos saben que las decisiones que realmente cuentan son las que puedan tomarse en dicho foro. Si a ello añadimos que sus señorías se encuentran en el tramo final de su mandato, solo un milagro parecía poder despertar el interés por las lianghui de 2012. Y el milagro, en cierto modo, llegó a su conclusión, con la conferencia de prensa de despedida del primer ministro Wen Jiabao.  

Es verdad, pese a todo, que en los últimos tiempos se han añadido efectos especiales con el objeto de dar brillo a unos eventos que progresivamente han adquirido el formato de una especie de “macrodebate de la nación” donde la discusión se diluye en la formulación de propuestas más o menos audaces y la oportunidad de “contrastar ideas” con los máximos dirigentes del partido y del estado en una pose que refleja la ausencia de las desavenencias y tensiones propias del parlamentarismo occidental. La desnaturalización de lo que nosotros entendemos por vida parlamentaria, más allá de la cuestión de los mecanismos que conducen a la propia composición de la cámara que le da  soporte, opera así en forma de una especie de régimen interno de “parlamentarismo tributario” que en las  dos sesiones rinde cuentas a las máximas autoridades, más que al propio país. El “tú a tú” entre parlamentarios y líderes abunda en su magnanimidad y cercanía a ese maremágnum de problemas que llegan a sus oídos a través de los representantes de los más variados y alejados rincones del país.

Aun así, o quizás por eso, Li Zhaoxing, ex ministro de asuntos exteriores y portavoz de la APN, sintió la necesidad de justificar una vez más que el actual sistema de elección de diputados es el que más se ajusta a la realidad de China, por ser muy grande su territorio, tener una enorme población, y sus desequilibrios en términos de desarrollo. Realidades que se han convertido en rancios tópicos.

Las formas han evolucionado y son más abiertas. De ello no hay duda. Pero los contenidos esenciales siguen ninguneados y sometidos a la severa regla de lo considerado políticamente correcto, que aquí pesa como una losa asfixiante en una atmósfera donde el contacto directo con la sociedad es sacrificado hasta  niveles ridículos arguyendo razones de seguridad (se establecieron, por ejemplo, zonas de exclusión aérea sobre la ciudad durante las dos semanas).

El parlamentarismo chino (pseudo o proto ya se verá)  funciona a golpe de conferencia de prensa de autoridades y líderes, convirtiéndose estos en los grandes protagonistas informativos de cada jornada, edulcorado con las anécdotas más sobresalientes. Pese a los efectos especiales, el guión es demasiado rígido y solo los más atrevidos –y seguros de su inmunidad- pueden atreverse a alguna licencia.

Estas constantes, con sus pequeñas aberturas, pueden hacer ver a algunos la ilusión de que los usos políticos se han modernizado, pero realmente seguimos en la superficie de un cambio que no acaba de impregnar al conjunto de la estructura política

Impresión general

La impresión general de las lianghui 2012 es que hemos asistido al fin anticipado de una etapa iniciada en 2002 con la esperanza de un ajuste a favor de lo social que no se ha podido o sabido completar del todo. El estado de frustración lo reflejó el propio primer ministro Wen Jiabao en la conferencia de prensa final –la última- al señalar: “hay trabajo que no se ha acabado, cosas que no se han hecho bien y no pocas cosas de las que lamentarse”.

Ello a pesar de los importantes éxitos logrados en esta etapa en la que China se convirtió en la segunda potencia económica del mundo tras sobrepasar a Japón en 2011, acercando su valor al 50% de la estadounidense.

La conciencia de que la pospuesta reforma política puede convertirse en un serio obstáculo para que China avance más en el frente económico se ha explicitado nuevamente, como también las resistencias. En su informe, Wen Jiabao concedió igual importancia a la reforma económica que a la política. ¿Cómo avanzar? Respetando la Constitución y garantizando la celebración de elecciones democráticas bajo el imperio de la ley. La base de esta reforma que reivindica Wen sería, pues, la fidelidad a la legalidad evitando la ambigüedad política sea terreno fácil para que el abuso de los funcionarios desemboque en crisis sociales.

Wen advirtió que tragedias como la Revolución Cultural podrían volver a producirse si China no logra impulsar una reforma política que resuelva las contradicciones sociales. Las reformas en China han entrado  en una fase crítica, apostilló.

En contraste con este tono de advertencia casi apocalíptico, Wu Bangguo, al frente de la APN, multiplicó sus invectiva acerca del camino socialista de desarrollo político que China “seguirá invariablemente”, profundizando en las diferencias con los sistemas políticos de los países capitalistas occidentales. Esta es la manera de que el PCCh saque mayor partido a la democracia, señaló.

Las cifras

Dos son las más relevantes: 7,5%  y 11,2%.

El 7,5 por ciento de crecimiento previsto para 2012 no es una cifra baja ni mucho menos. Al 8,3 por ciento la elevó la agencia de calificación Standard&Poor (S&P). La inflación prevista se sitúa en el 4% (el año pasado ascendió a 5,4%). En 2011, el objetivo fue del 8% con un crecimiento final del 9,2%. Es la primera vez que el gobierno chino cifra su meta de crecimiento por debajo del 8 por ciento en los últimos siete años. El gobierno lo explica y justifica por las dificultades del momento pero igualmente por la necesidad de priorizar la calidad y la rentabilidad, es decir, por acelerar el cambio de modelo. En el periodo del vigente plan quinquenal (2011-2015) el objetivo de crecimiento medio se fijó en el 7%.

El presupuesto de defensa aumentará en 2012 hasta los 670.000 millones de yuanes (106.203 millones de dólares), inferior al 12,7% de 2011. La cifra se completó con alusiones a la proporción de los gastos en defensa de China en relación al PIB, pasando del 1,33 por ciento en 2008 a 1,28 por ciento en 2011. También se descalificaron los pronósticos que sugieren un incremento de los gastos de defensa en los próximos años  elevándolos a 238.200 millones en 2015 (informe de INS Jane). Por último, la comparación con el gasto militar de EEUU y de otras potencias sirve un argumento preciso para relativizar la magnitud del esfuerzo chino en esta materia.

Wen Jiabao enfatizó que el PCCh seguirá al mando del EPL y señalando como uno de sus objetivos básicos “el mantenimiento de la estabilidad”.

Las novedades más destacables

Abordaremos cuatro aspectos: economía, sociedad, política y relaciones exteriores.

En materia económica

Se diría que existe plena conciencia en China de las dificultades del momento económico en virtud de los impactos de la crisis y de sus desequilibrios internos. La caída de la demanda exterior y la ralentización del crecimiento afectan a su ritmo d desarrollo. Se descartó totalmente la renovación del anterior paquete de estimulo económico, aunque están en estudio nuevas políticas para fomentar el consumo interno (en especial de electrodomésticos y automóviles, y productos de alta eficiencia energética o que no son dañinos al medio ambiente).

La transformación del modelo de desarrollo y la reestructuración económica fueron señaladas por Wen Jiabao en su informe como las tareas más apremiantes. Son la clave, dijo, para resolver el desequilibrio, la descoordinación y la insostenibilidad del desarrollo en China.

Wen se comprometió a desarrollar más el sector privado quebrando los monopolios y relajando las restricciones de acceso al mercado. Dicha política  afectará a ferrocarriles, infraestructuras públicas, finanzas, energía, telecomunicaciones, educación y sanidad, favoreciendo la competencia entre lo público y lo privado.  En 2005, el Consejo de Estado propuso 36 medidas para impulsar y desarrollar el sector no público; en 2010, emitió otras 36 que confirmaban las anteriores. La aplicación ha sido lenta y se encuentra en una situación de impasse. Como argumento adicional para intensificar el cambio en este aspecto, algunas voces aludieron a que la brecha de riqueza seguirá ampliándose si no se quiebran los monopolios, se rebaja el umbral para permitir la entrada de capital privado o si no se facilita la libre competencia en el mercado. Huang Mengfu, presidente de la Federación de Industria y Comercio de China, secundó  a pies juntillas dichos planteamientos.

Por otra parte, la reducción por el banco central del ratio de reserva exigido a los bancos comerciales en dos ocasiones en los últimos meses se considera una señal del giro de las políticas en el país priorizando el impulso al crecimiento sobre  la lucha contra la inflación.

Asimismo, cabe destacar el anuncio de Wen Jiabao a propósito de que las autoridades financieras están considerando la reconversión de algunas de las actividades de la financiación privada en la ciudad de Wenzhou, víctima de una dura crisis en 2011, en proyectos piloto con vistas a una futura reforma integral del sector.

Sobre el evento planeó la sombra del informe presentado días antes por el BM sobre la economía china, China 2030, elaborado en colaboración con el Centro de investigación del Consejo de Estado, en el cual se reitera la necesidad de proceder a reformas estructurales en los próximos 20 años. Globalmente, el informe sugiere mejorar la economía de mercado, sanear el sistema financiero, reformar el sistema fiscal, aumentar las inversiones en desarrollo humano, mejorar la eficiencia energética y las capacidades ecológicas, relanzar la eficacia del tejido productivo, o estimular la reforma del sector público.

Wen reconoció en su informe el fracaso a la hora de alcanzar los compromisos sobre eficiencia energética y reducción de las emisiones. La intensidad del consumo energético por unidad d PIB se situó en el 2,01 por ciento en 2011, muy por debajo del objetivo del 3,5%.

En el orden social

En los días previos a las lianghui, diferentes encuestas revelaron que los asuntos que más preocupaban a la sociedad china estaban relacionados con las desigualdades y la subsistencia, en especial la vivienda y la seguridad alimentaria. La corrupción, habitual referencia en este tipo de sondeos, bajó en importancia lo cual refleja cierto éxito de la lucha contra este fenómeno, uno de los caballos de batalla predilectos de Hu Jintao durante su mandato.

El desarrollo simultáneo de la economía y de los ingresos de los habitantes, una consigna habitual del PCCh en los últimos años, se ha completado con llamamientos a las autoridades locales para que se impliquen más activamente en acciones  concretas.

El objetivo de creación de empleo se fijó en 9 millones en las zonas urbanas (en 2011 se crearon 12,21 millones de puestos de trabajo en las ciudades). La tasa de desempleo debería situarse en el 4,6%.

En su informe, Wen anunció que antes de terminar 2012, el nuevo seguro social de vejez cubrirá al completo las zonas rurales y urbanas (en 2011 habría alcanzado al 60% de los distritos chinos). También anunció políticas en materia de construcción de viviendas sociales y la subsistencia de los controles destinados  enfriar el mercado inmobiliario.

En su conjunto, en el orden social, los incrementos recogidos en el presupuesto para 2011 reflejan un aumento del gasto en este orden del 19,8%. En ese orden se incluye, una vez más, el compromiso de destinar el 4% a la educación.

El ministro de seguridad pública, Huang Ming, anunció un proyecto sobre la regulación del hukou que será la primera regulación nacional al respecto. Por el momento, algunas ciudades grandes han aprobado nuevos sistemas experimentales que tratan de dar respuesta a sus necesidades e inquietudes más apremiantes.

En el orden político

Más allá de las nuevas caras (5 nuevos secretarios provinciales del PCCh y 8 nuevos gobernadores provinciales) y de sus orígenes (seis proceden de la Liga de la Juventud y dos de la empresa estatales), las primeras miradas se centraron en el impacto que tendría en el evento el estallido del caso Wang Lijun, vice alcalde de la ciudad de Chongqing y mano derecha del miembro del Buró Político,  Bo Xilai.

Al inicio de las sesiones se informó que Wang Lijun tenía “permiso” para no estar presente. Las investigaciones a propósito de las circunstancias de su  ingreso en el consulado de EEUU en Chengdu permaneciendo allí un día entero prosiguen su curso. Bo Xilai si participó en las sesiones, aunque con un perfil más bajo que en anteriores ocasiones y un semblante cabizbajo que podría anticipar el fracaso de sus aspiraciones  ingresar en el Comité Permanente del Buró Político el próximo otoño.  Bo se limitó a decir, discretamente, que prometía construir una ciudad segura y sana. Wen pidió al gobierno de Chongqing una “reflexión seria” sobre este incidente. El rival de Bo, Wang Yang, ex jefe del partido en Chongqing y actual de Guangdong, se explayó acerca de la experiencia de Wukan demostrando su habilidad para convertir la crisis en una oportunidad para mejorar sus expectativa políticas. La sentencia de Bo estaba escrita y se hizo efectiva al día siguiente con su destitución fulminante.

Jia Qinglin prometió consolidar la democracia, pero sus palabras no tuvieron impacto, las de Wen sí. El portavoz de la CCPPCh, Zhao Qizheng, señaló que la reforma política en China debe realizarse bajo la dirección del PCCh

Los problemas en Xinjiang y Tibet fueron enfocados una vez más desde el prisma de la preservación a toda costa de la estabilidad, una “tarea prolongada” se dijo, que debe poner el acento en la mejora de las condiciones de vida de sus habitantes. Se apeló así a mejorar el bienestar de la población, especialmente la educación. Hu Jintao destacó la importancia de mantener la estabilidad en Tíbet, mientras seguían llegando noticias de nuevas inmolaciones.

Respecto a Hong Kong y Macao se descartaron nuevos avances democratizadores. Las dos sesiones optaron por mantener los métodos actuales para seleccionar a los jefes ejecutivos a través de un comité electoral y también el sistema actual de formación del Consejo Legislativo. No obstante dichos comités serán ampliados (45% en Hong Kong y 17% en Macao), aunque sin variar tampoco el número de diputados que envían a la APN (36 y12, respectivamente). En 2012 se cumplen quince años de la retrocesión de Hong Kong a China.

Otra novedad a destacar es la modificación de la Ley de Procedimiento Criminal que incorpora en su texto la protección de los derechos humanos en orden a establecer garantías de protección contra los abusos de las personas inocentes. Podría ser un paso para eliminar las detenciones secretas, negadas por las autoridades, y otras violaciones similares. Un paso en la buena dirección a la espera de confirmar su nivel de aplicación práctica.

En cuanto a Internet, se recordó que en 2011, Beijing, Guangzhou y Shenzhen aprobaron un reglamento de registro con nombre verdadero para los usuarios de microblogs, una decisión interpretada como un nuevo intento de reforzar el control. Wen Jiabao dijo que estas medidas se ampliarán en el futuro.

EL primer ministro reiteró su interés por visitar Taiwán como turista tras su jubilación. Su sueño puede verse cumplido.

Relaciones exteriores

En lo económico, Hu Angang, profesor de la Universidad Tsinghua de Beijing, recordaba que General Motors vendió en China en 2011, nada menos que 2,54 millones de unidades de los 9,02 millones vendidos en todo el mundo. La importancia del mercado chino para EEUU es tal que de no ser por él no tendría garantizada esa posición de privilegio en el ranking mundial. El ejemplo es un epítome de lo que el crecimiento de China representa hoy día para todo el mundo.

No obstante, otra lectura sugiere que esta dependencia confiere a China un poder excesivo, lo cual constituye una amenaza. En las lianghui se ha reiterado que el desarrollo de China tiene como objetivo básico mejorar la vida de sus habitantes y no la búsqueda de la hegemonía mundial.  En septiembre de 2011 China dio a conocer un nuevo Libro Blanco sobre el desarrollo pacífico que abunda en estos extremos. Ese empeño tiene hoy día un complemento importante en los 21.000 efectivos chinos involucrados en operaciones de mantenimiento de la paz en varios países.

En paralelo ha podido constatarse en estas sesiones un cambio de rumbo en el sentido de que China será más activa en la gestión diplomática, ya sea para disipar preocupaciones exteriores o para preservar sus intereses.

China seguirá apostando por el diálogo pero cada vez callará menos. Un claro ejemplo es la disposición mostrada respecto al problema de las tierras raras. China es el mayor proveedor del mundo de este importante recurso. El apoyo de la OMC a las tesis occidentales que reclaman una mayor liberalización de su comercio ha desatado una ola de indignación que de inmediato y con el argumento de los costos ambientales se traducirá en un sensible aumento de los precios.

Conclusión

Los reseñados son quizá los aspectos más sobresalientes de unas lianghui que con el broche de la destitución de Bo Xilai a su conclusión abrieron el tramo final de la preparación de un congreso del PCCh que podría ser decisivo para definir el rumbo que tomará la China del siglo XXI.

 

Nota final: Esta síntesis se ha elaborado  a partir de las informaciones sobre las lianghui facilitadas por la agencia Xinhua y el diario Renmin Ribao y otras fuentes, en menor medida.