El 25 de junio de 1950, empieza la Guerra de Corea

El 25 de junio se cumplió el 60 años del inicio de la Guerra de Corea (1950-1953), pero la tensión militar sigue viva en la península coreana.

Apartados xeográficos Península Coreana
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El 25 de junio se cumplió el 60 años del inicio de la Guerra de Corea (1950-1953), pero la tensión militar sigue viva en la península coreana. El 26 de marzo el buque “Cheonan” fue hundido, según una comisión de investigación con expertos internacionales, por un torpedo norcoreano provocando la muerte de 46 marinos surcoreanos.  En el acto conmemorativo del 60º aniversario, Lee Myung-bak insistió  en la necesidad de evitar un confrontación militar pues el gran objetivo de Corea del Sur es el lograr un a futura unificación que permita vivir en paz a los 75 millones de coreanos.

El pueblo coreano sigue siendo víctima de los avatares históricos, las apetencias y los conflictos de intereses geoestratégicos en el noreste de Asia por parte de China, Japón, Rusia y Estados Unidos. Corea fue anexionada por Japón (1910-1945) pero, al finalizar la dolorosa etapa japonesa, el país fue ocupado por los Estados Unidos y la URSS que, en plena Guerra Fría, propiciaron la creación de dos estados antagónicos. El 15 de agosto de 1948 se constituyó en el Sur la República de Corea, proclamada tras las elecciones celebradas bajo control de las NNUU. Pero en el Norte, el 9 de septiembre de 1948 se constituyó la República Popular de Corea auspiciada por la URSS.

El 25 de junio de 1950, los norcoreanos, con apoyo soviético y chino, invadieron el sur. Comenzó una encarnizada guerra que costó la vida a más de dos millones y medio de coreanos (80 % de ellos eran civiles), 700.000 chinos y 57.000 miembros de las fuerzas de las NNUU y devastó todo el país. 60 años después, la nación coreana sigue dividida por el paralelo 38 en dos estados que aún están técnicamente en guerra. El acuerdo de armisticio del 27 de julio de 1953, no fue seguido por la firma de un tratado definitivo de paz. Fue firmado por EEUU, China y Corea del Norte pero rechazado Corea del Sur. 

Aquel día los norcoreanos cruzaron el paralelo 38 que constituía,  la línea de demarcación de las respectivas zonas de ocupación, soviética y norteamericana, tras la rendición de los japoneses. Pyongyang justificó que su ataque en base a una supuesta previa agresión surcoreana que les obligó a responder militarmente para liberar el país. Realmente los aliados fueron cogidos por sorpresa y sin capacidad de reacción ante las oleadas norcoreanas que ocuparon Seúl tres días después. El ejército del Norte con 200.000 soldados bien equipados no pudieron ser frenados por los 94.000 soldados del Sur sin preparación y ni equipamiento militar adecuado para hacerles frente.  Los primeros continuaron un avance imparable hacia el sur de la península hasta ser frenados a principios de agosto ante la estratégica ciudad portuaria de Pusán. Se fijó el llamado “perímetro de Pusán” donde los surcoreanos ya pudieron resistir gracias a la llegada de la ayuda militar de los aliados.

El ataque comunista tuvo lugar porque Moscú y Pekín creyeron que EEUU no se involucraría en Corea. Tenían sus razones para pensar así. La unificación coreana había dejado de ser un tema prioritario para la agenda exterior de Washington que hacía oídos sordos a las constantes advertencias del presidente surcoreano Rhee Syng-man que sobre un posible ataque del Norte. La deriva autoritaria y represora del gobierno de Rhee incomodaba las relaciones con EEUU y en Pyongyang vieron en ello una oportunidad única para lanzar y ganar una guerra relámpago sin apenas encontrar resistencia. Pero los EEUU sí intervinieron en Corea para frenar el expansionismo comunista en Asia.

El día del ataque, aún 24 de junio en EEUU, el presidente Truman fue asimismo sorprendido por la llamada telefónica del secretario de estado Acheson comunicándole el inicio del conflicto en el Noreste de Asia. Unas horas después, a las 3 de la mañana hora de Nueva York, acordaron pedir una convocatoria urgente del Consejo de Seguridad de las NNUU que aprobó una resolución que condenaba el ataque y hacía un llamamiento al Norte para cesar las hostilidades y retornar al norte del paralelo 38.  

La URSS que gozaba del derecho de veto boicoteaba el Consejo de Seguridad desde principios de 1959 ausentándose de sus reuniones para presionar en favor de un cambio en la participación china, dando la silla a la República Popular de China de Mao en vez de la República de China de Formosa. El 27 de junio, el Consejo de Seguridad aprobó otra resolución recomendando a los miembros de las NNUU la provisión de asistencia militar a Corea del Sur. El presidente Truman con el refrendo del Congreso ordenó dar un urgente apoyo militar a Rhee. La URSS que seguía ausentándose del Consejo erró en la estrategia. Creyó que sin su voto el Consejo no podía tomar medidas en temas referentes al mantenimiento de la paz y seguridad internacional. 

Pero NNUU interpretó que la ausencia del delegado soviético no podía equiparse al ejercicio del derecho de veto. En consecuencia, el 27 de junio se constituyó por primera vez y con la cobertura de las NNUU una fuerza aliada que comandada por EEUU intervino en la guerra de Corea. El general Douglas MacArtur fue nombrado comandante en jefe de las fuerzas de las NNUU en Corea. A su vez,  se dio al general Walton H. Walter el mando del 8º Ejército estadounidense enviado a Corea. 21 países apoyaron directa o indirectamente la intervención aliada. 16, incluyendo EEUU, Reino Unido, Canadá y Nueva Zelanda enviaron tropas de combate. Otros estados como Suecia, India, Dinamarca, Noruega o Italia enviaron material médico. Otros como Argentina, Brasil, Israel y Méjico aportaron también materiales de equipo diverso.

Sin embargo, las primeras ofensivas militares aliadas encontraron grandes dificultades por la falta de equipamiento suficiente para frenar a los norcoreanos como se demostró, el 5 de julio, en la batalla de Osan. El curso de la guerra cambió cuando el general Douglas MacArtur, lanzó el 15 de septiembre una exitosa ofensiva desembarcando en Inchion, en la costa oeste cerca de Seúl y recuperó la capital el 28 de septiembre. Los aliados lanzaron otra contraofensiva en el perímetro de Pusan. Esta vez fueron los norcoreanos los sorprendidos por la estrategia militar de MacArtur que cortó las líneas de aprovisionamiento de las tropas invasoras que fueron obligadas a una dura y cruenta retirada hacia el norte del paralelo 38, que cruzaron el 1 de octubre. 

Llegado a este punto, el mando aliado tenía que decidir si detenía entonces su intervención o bien proseguía la contraofensiva más allá del paralelo 38 para lograr, por la vía militar, la reunificación de Corea. Rhee anunció su voluntad de proseguir el avance con independencia de la decisión última de sus aliados. MacArthur cruzó la línea el 7 de octubre y tomó Pyongyang dos días después. El ejército norcoreano disperso y sin medios no tenía capacidades para repeler ni a los surcoreanos que llegaron el 26 de octubre a la ribera del rio Amnok a ñlas puertas de China.

MacArthur había infravalorado luna posible intervención china. Incluso desoyó el aviso que Chu En-Lai hizo el 1 de octubre en el sentido de que China intervendría si EEUU cruzaba el paralelo 38. Pekín no podía permitir la presencia militar estadounidense en su frontera del noreste. Dicho y hecho: los chinos lanzaron el 25 de octubre sucesivas e inacabables oleadas de miles de “voluntarios” bien equipados con ayuda de la URSS, cruzaron el río Amnok. El curso de la guerra tomó otro cauce.

Fueron ahora los aliados los que tuvieron que replegarse no sin evitar cuantiosas pérdidas de vidas en el gélido invierno coreano, sobre todo entre el 27 de noviembre y el 11 de diciembre, en la batalla cerca del Lago Changjin.  Las tropas aliadas acabaron retirándose al sur del paralelo 38.  Pero el 31 de diciembre los chinos y norcoreanos volvieron a invadir el sur con un ejército de medio millón de soldados y capturaron Seúl el 4 de enero de 1951. Unos días antes, el 23 de diciembre, el general Walter falleció en un accidente de coche, siendo substituido por el general Matthew Ridgway quien tras reagrupar las tropas y con más medios lanzó una contraofensiva recuperando Seúl en marzo. El frente se estabilizó otra vez en torno al paralelo 38.

Entonces MacArtur solicitó a al presidente Truman su permiso para bombardear las bases chinas de Manchuria y bloquear la costa china para cortar el avituallamiento de las tropas comunistas. Truman se negó ante el fundado temor que tal decisión provocaría la entrada de la URSS en una guerra total con la posibilidad del uso de las armas atómicas. MacArtur reacciono el 11 de abril con una arrogante declaración que desautorizaba al presidente de EEUU. Este le destituyó inmediatamente y nombró en su lugar a Ridgway. Tras unos meses de lucha sin apenas cambiar la situación militar, se entró paralelamente en una fase de negociaciones que empezaron el 10 de julio de 1951 y continuaron durante los dos años siguientes. No los chinos ni los estadounidenses deseaban proseguir una guerra que parecía inacabable. Ambos deseaban priorizar la recuperación económica de sus respectivos países tras más de una década de conflictos armados. En noviembre de 1952 se celebraron unas elecciones presidenciales en EEUU ganadas por el general Dwight Eisenhower quien había criticado el curso de la guerra. Asimismo Stalin falleció el 5 de marzo y también en Moscú empieza a respirarse nuevos aires.

El 27 de julio de 1953 China, Corea del Norte y las NNUU firmaron el armisticio que no fue aceptado por Corea del Sur. Los beligerantes establecieron una Zona Desmilitarizada a lo largo del paralelo 38 que sigue allí hasta hoy. El 1 de octubre, EEUU y Corea del Sur firmaron un Tratado de Defensa mutua. Las tropas estadounidenses siguen estacionadas en Corea y el Mando militar unificado en caso de conflicto se mantiene en manos de EEUU.