Japón tres años después de Fukushima

El 1 de marzo de 2011 se abrió una nueva etapa política y económica en Japón. Un terremoto de magnitud 9 grados en la escala Richter provocó un brutal tsunami que golpeó la central nuclear de Fukushima causando unos 18.000 muertos y desaparecidos. El Partido Demócrata Liberal entonces en el poder, fracasó estrepitosamente en la gestión de la crisis nuclear y se abrió paso al Partido Liberal Democrático que venció rotundamente en las elecciones del 16 de diciembre de 2012. El primer ministro Shinzo Abe apostó por aplicar un agresivo plan de medidas denominado “Abenomics” para relanzar una economía estancada desde hacía dos décadas. Se basó en tres ejes: política monetaria expansiva, política fiscal flexible y profundas reformas estructurales. El Gobierno aplicó con decisión los primeros dos ejes pero no acaba de afrontar el tercero. 

Apartados xeográficos Asia
Palabras chave Japón Fukushima Abenomics
Idiomas Castelán

El 1 de marzo de 2011 se abrió una nueva etapa política y económica en Japón. Un terremoto de magnitud 9 grados en la escala Richter provocó un brutal tsunami que golpeó la central nuclear de Fukushima causando unos 18.000 muertos y desaparecidos. El Partido Demócrata Liberal entonces en el poder, fracasó estrepitosamente en la gestión de la crisis nuclear y se abrió paso al Partido Liberal Democrático que venció rotundamente en las elecciones del 16 de diciembre de 2012. El primer ministro Shinzo Abe apostó por aplicar un agresivo plan de medidas denominado “Abenomics” para relanzar una economía estancada desde hacía dos décadas. Se basó en tres ejes: política monetaria expansiva, política fiscal flexible y profundas reformas estructurales. El Gobierno aplicó con decisión los primeros dos ejes pero no acaba de afrontar el tercero. 

El Banco de Japón anunció el 18 de febrero que persistirá con la lucha contra la deflación comprando más deuda pública nipona en 2014. Y logró situar la inflación en un 1,3% en 2013 y persigue alcanzar el 2% en 2015. También la elección de Tokio para organizar los Juegos Olímpicos de 2020 es otro éxito que refuerza la imagen internacional del país. Abenomics dio hasta hoy unos resultados positivos. Pero existen riesgos. Los analistas advierten que los planes de estimulo monetario y fiscal servirán de poco si no se acompañan de profundas reformas estructurales, principalmente en el mercado laboral, en una sociedad cada vez más envejecida. El déficit demográfico afecta negativamente al consumo, el ahorro interno y a la financiación del sistema de salud y pensiones. Y urge una mayor participación laboral de la mujer. Hace unos días era noticia que una mujer presidiese por primera vez una banco japonés.

 

La economía japonesa creció un 1,6% en 2013, la mejor cifra en tres años, tras encadenar cuatro trimestres positivos. Pero es la mitad de lo que el Gobierno esperaba. Arrancó con fuerza en el primer semestre pero se frenó en el segundo. En el último trimestre, el PIB creció solo un 0,2%. Los empresarios demoran las inversiones y el consumo interior tampoco acaba de arrancar. El consumo que genera el 60% del PIB, subió un 1,1% en 2013, por encima del 0,2% en 2012. Se impulsó en los últimos meses porque los ciudadanos tal vez están adelantando sus compras ante la próxima subida del IVA del 5% al 8% que se aplicará el 1 de abril. Pero se teme que el consumo vuelva a  frenarse en lo que queda de 2014. Está prevista otra subida del IVA del 8% al 10% en abril de 2015.

Los japoneses siguen reacios a consumir más porque ven los precios subir pero no sus salarios. Shinzo Abe intenta convencer a los grupos empresariales nipones para que incrementasen los salarios. Pero las grandes empresas, en vez de subir el salario base, prefieren compensar a sus trabajadores con bonos que suelen representar el 17% del sueldo final. Las PIMES tienen más problemas. El Ministerio de Trabajo informó el 4 de marzo que el salario base aumentó por primera vez en dos años pero lo hizo sólo un 1%, muy por debajo de los sindicatos reclamaban a las organizaciones empresariales. El paro cayó al 3,7% en enero, el nivel más bajo desde hace 6 años, pero sigue creciendo el porcentaje de los empleos temporales o precarios que ya representan el 37% del total. Si los precios siguen aumentando sin que también lo hagan los salarios, se acabará pagando un alto coste social. Y “Abenomics” podría fracasar y volver la deflación.

Japón sigue afectado por varios desequilibrios económicos. La deuda pública alcanzó el 220% del PIB, la más elevada entre los países de la OCDE, si bien el 92% está en manos de los ahorradores japoneses. Además, el país registró un déficit comercial record de 82.300 millones de euros en 2013. Y en enero de 2014 se le sumó otros 20.000 millones de euros. La fuerte depreciación del yen en 2013, un 20% frente al dólar y un 26% frente al euro, favoreció los intereses de los grandes conglomerados empresariales nipones. Las exportaciones se dispararon pero mucho más las importaciones. Cabe recordar que muchas empresas niponas han deslocalizado gran parte de la producción industrial en terceros países como Tailandia y China. Y sufren los efectos de la larga crisis de la zona euro y de las tormentas financieras con fugas de capitales que, desde mayo de 2013, golpean a varias economías emergentes perjudicadas por los cambios de la política monetaria aplicada por la Reserva Federal de EEUU. Tampoco ayuda un enrarecimiento de las relaciones políticas entre Tokio y Pekín, que perjudica los intercambios comerciales entre la segunda y tercera economías mundiales.

Pero la razón principal del déficit comercial es la enorme factura energética que Tokio debe pagar desde que hace tres años se cerraron todas las centrales nucleares que, antes de la crisis de Fukushima, aseguraban el 30% del consumo eléctrico del país. Japón es hoy el primer importador mundial de gas licuado. El 60% de los japoneses se oponen a un retorno a la opción nuclear pero Shinzo Abe aprobará en marzo un nuevo Plan Energético que prevé reabrir pronto unos 16 de los 48 reactores, siempre que cumplan las normas de seguridad impuestas por la Autoridad reguladora nuclear. Una decisión controvertida pero tal vez necesaria para la economía del país. 2014 será un año clave para “Abenomics”.