Kim Jong-il marca un solo gol y encaja doce

Yun Nam-Ji marcó un extraordinario gol a Brasil en el minuto 89. Pero el verdadero autor del gol fue el presidente Kim Jong-il, la luz que guía y el artífice de los grandes logros del país, incluso los deportivos.

Apartados xeográficos Península Coreana
Idiomas Castelán

Yun Nam-Ji marcó un extraordinario gol a Brasil en el minuto 89. Pero el verdadero autor del gol fue el presidente Kim Jong-il, la luz que guía y el artífice de los grandes logros del país, incluso los deportivos. Los norcoreanos jugaron un gran partido contra las estrellas brasileñas aunque su selección nacional solo ocupa el 105º lugar en el ranking FIFA. Sus clubes no participan en las competiciones internacionales.

Kim Jong-il, un apasionado al fútbol, disfrutó “iluminando” a sus esforzados jugadores. El entrenador Kim Jong-hun reconocía que el mérito correspondía a los consejos tácticos del dictador. La propaganda afirmó que estuvo en contacto directo con el banquillo durante el match. El deporte es también un instrumento nacionalista para el culto a la personalidad del dictador. Mientras las victorias son celebradas como éxitos del régimen, las derrotas son simplemente ignoradas por sus controlados medios de información. Esta vez no fue tan fácil.

El fútbol es un fenómeno global. La televisión norcoreana suele retransmitir en diferido algunos partidos de las ligas europeas, también la española. La clasificación de Corea del Norte tras 44 años para disputar la World Cup en Sudáfrica ofreció al régimen otra oportunidad para una operación de propaganda interna e internacional.

Pyongyang sigue aislado internacionalmente debido a su programa nuclear. Además, el torpedeo e hundimiento del buque surcoreano “Cheonan” acaecido el 26 de marzo causando 46 muertos ha incrementado la tensión militar en Asia oriental. La surcoreana SBS que tiene los derechos exclusivos de emisión del Mundial para toda la península coreana, se negó a proveer la señal al Norte. Los norcoreanos exigían a SBS que, además de dar la señal, asumiesen los gastos de la estancia de toda la comitiva norcoreana en Sudáfrica, con más funcionarios de seguridad que jugadores y técnicos. SBS concedió gratuitamente al Norte la retrasmisión de Alemania 2006. Pero entonces las relaciones intercoreanas se desarrollaban bajo la “Sunshine Policy”. Ahora, el diálogo bilateral esta roto. Sin embargo, el Norte pirateó y ofreció en diferido, borrando las marcas de la cadena emisora, el partido inaugural entre Sudáfrica y México, incluso el Corea del Sur-Grecia.

Pyongyang ofreció “en diferido” el partido con Brasil donde también destacaron las imágenes de unos “falsos” centenares de animosos seguidores norcoreanos. Se trataba de un “motivado” grupo de chinos que recibieron las entradas  gratuitas del Comité de Deportes norcoreano. Tras el espectacular partido con Brasil, el régimen decidió por primera vez retrasmitir “en directo” un acontecimiento deportivo extranjero. Los norcoreanos vaciaron las calles de la capital y del todo el país para ver apretujados ante los escasos televisores el choque contra Portugal. Se crearon grandes expectativas sobre las posibilidades de que los “Chollitas”, los míticos caballos alados norcoreanos, venciesen esta vez a los portugueses. Una vana ilusión que duró hasta que Raul Meredes marcó el primer gol en el minuto 29. Luego llegaron otros seis goles portugueses y los comentaristas de la cadena oficial enmudecieron ante el 7-0, la goleada más abultada del Mundial. En el tercer y último partido con Costa de Marfil encajo otros 3 goles.

Kim Jong-il solo marco un gol en Sudáfrica. Si bien el jugador Yun Nam-ji fue iluminado por el dictador, parece que el portero y sus defensores no escucharon sus consejos tácticos. Los caballos alados norcoreanos cayeron estrepitosamente. Les espera un difícil camino de vuelta al paraíso del Norte.