20080410 beijing jacques rogge

Las dos Coreas y los Juegos Olímpicos de Pekín

 Jacques Rogge; clic para aumentar
El COI presidido por Jacques Rogge (en la foto) sigue mediando y reuniendo periódicamente a los dos Comités Olímpicos coreanos e intenta convencer a ambas partes para que desfilen en la jornada inagural e incluso, si cabe, compitan juntas. De momento, aún no hay un acuerdo.
 

Dentro de tres meses, el 8 de agosto, comenzarán los Juegos Olímpicos de Pekín. Una pregunta cabe hacer. ¿Desfilarán juntos, esta vez, los representantes de los equipos de las dos Coreas? ¿Es posible que además compitan juntos? Aún no hay una respuesta a pesar de las iniciativas del Comité Olímpico Internacional (COI) que media y ha reunido varias veces a los representantes de los dos Comités olímpicos coreanos para lograr un acuerdo positivo. Se trata de una cuestión de gran calado político que no puede separarse del estado actual de las relaciones políticas entre ambas Coreas. El deporte, y mucho más en un marco olímpico, constituye, por su proyección internacional, un ámbito donde se refleja el termómetro de la salud de las relaciones entre los países.

Después de la constitución de dos estados distintos en la península coreana en 1948, cada país logró tener su propia representación en el COI. Corea del Sur participó, aquel año, por primera vez en los Juegos Olímpicos de Londres. Pero no fue hasta 1958 cuando el Norte y el Sur coincidieron en los celebrados en Tokio. El boicot parcial a los Juegos de Moscú 1980 y de Los Ángeles 1984, hizo que ambos países no coincidieran en ellos.

La decisión del COI de conceder a Seúl la organización de los Juegos de 1988 constituyó un acontecimiento clave para Corea del Sur y el escaparate para mostrar al mundo el crecimiento y desarrollo económico del nuevo dragón asiático. También significaron un factor positivo para impulsar la democratización del país ya que sólo un año antes de la inauguración de los juegos, Corea del Sur aprobó, en 1987, una nueva Constitución política que abrió el paso a unas elecciones presidenciales por sufragio universal, libre y directo. La decisión del COI fue criticada por el Norte que exigía co-organizar los Juegos. Tras largas discusiones, Pyongyang decidió no participar en ellos, aunque sí lo hicieron los otros países del bloque socialista, excepto Cuba.

Hasta hoy, nunca los dos países han competido con un único equipo en unos Juegos Olímpicos. Solo dos veces, en 1991, han competido juntas internacionalmente, pero fue en los Campeonatos Mundiales de Tenis de Mesa y en el de Fútbol juvenil, celebrados en Japón y Portugal respectivamente. En aquel año, se produjo un cierto acercamiento y diálogo político entre ambas países que facilitó la cooperación en el marco deportivo. El 24 de septiembre de 1991, las dos Coreas habían sido admitidas conjuntamente como miembros de las NNUU e incluso llegaron a firmar los acuerdos inter-coreranos de 13 y 31 de diciembre de 1991. Al año siguiente, Pyongyang rompe el diálogo con Seúl y se lanza a una veloz carrera en un juego más peligroso, el de convertirse en una potencia nuclear.

La voluntad de negociación y de diálogo impulsada por el presidente Kim Dae-jung a través de la "Sunshine Policy" y su reunión con Kim Jong-il en la cumbre intercoreana celebrada en Pyongyang, en junio de 2000, abrieron un nuevo y positivo marco de cooperación que también tuvo sus inmediata consecuencia, en el ámbito deportivo, en los Juegos Olímpicos de Sydney 2000. También este fue un gran éxito del Comité Olímpico Internacional, presidido entonces por Juan Antonio Samaranch, que medió y logró que, en la solemne ceremonia de inauguración, las dos Coreas entrasen por primera vez juntas en el estadio olímpico enarbolando una sola bandera, la de la unificación y vistiendo idénticos uniformes. Sin embargo, los atletas compitieron separadamente en las distintas pruebas en las que participaron. Igual situación se repitió en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004, a pesar de la crisis política provocada por las sospechas estadounidenses de que Pyongyang estaba desarrollando une programa nuclear, como así quedaría de manifiesto mas adelante con la prueba nuclear realizada por los norcoreanos el 9 octubre de 2006.

Después de este ensayo nuclear las vías del diálogo se recuperarían gracias el resultado positivo de las negociaciones internacionales desarrolladas en el marco del Grupo de los 6, y que se materializaron en los Acuerdos de 13 de febrero de 2007. Mas tarde, el clima de entendimiento se reforzaría aún más con la celebración de la 2ª Cumbre intercoreana entre los dos presidentes Roh Moo-hyun y Kim Jong-il, en Pyongyang, del 2 al 4 de octubre de 2007. Sin embargo, tras la victoria del conservador Lee Myung-bak en las elecciones presidenciales surcoreanas del 19 de diciembre, el diálogo y la cooperación entre las dos Coreas está y sigue paralizado. Pyongyang aún no ha no cumplido con su compromiso de entregar antes de finalizar 2007, una lista completa de su programa nuclear, si bien sigue negociando principalmente con los EEUU, y no cabe descartar un acuerdo este mes de mayo.

¿Qué ocurrirá en Pekín el 8 de agosto de 2008? El COI presidido por Jacques Rogge sigue mediando y reuniendo periódicamente a los dos Comités Olímpicos coreanos e intenta convencer a ambas partes para que desfilen en la jornada inagural e incluso, si cabe, compitan juntas. De momento, aún no hay un acuerdo. Habrá que esperar a que, dentro de los próximos 90 días, se desencallen las otras negociaciones que se llevan a cabo, en el marco del Grupo de los 6, para desbloquear los problemas surgidos para avanzar hacia la definitiva desnuclearización del Norte. Y sobre todo, es imprescindible que se rehagan los puentes de diálogo político y de confianza entre el régimen de Pyongyang y la nueva administración de Lee Myung-bak. La política sigue mediatizando el espíritu olímpico que inspiran los Juegos.