Durante enero y febrero de 2020, y bajo el impacto negativo de la pandemia de COVID-19, el comité central de PCCh tomó la medida de aislamiento preventivo y la economía china sufrió un descenso significativo. Según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas de China el 16 de marzo, el PIB de los primeros dos meses decreció en un -13%. Las variables consumo, inversión y exportación disminuyeron fuertemente en comparación con el mismo momento de 2019. El registro del consumo social disminuyó 20,5, la inversión extranjera (IED) cayó 24,5%, 20.2% y 21,4%, la exportación se contrajo 15,9%. En el mismo período, el precio promedio aumentó 5,3%, entre otros factores, porque el precio de la carne porcina subió 125,6%. El sector industrial se redujo 13,5% y el turístico se desplomó en un 81,5%.
Durante enero y febrero de 2020, y bajo el impacto negativo de la pandemia de COVID-19, el comité central de PCCh tomó la medida de aislamiento preventivo y la economía china sufrió un descenso significativo. Según los datos publicados por la Oficina Nacional de Estadísticas de China el 16 de marzo, el PIB de los primeros dos meses decreció en un -13%. Las variables consumo, inversión y exportación disminuyeron fuertemente en comparación con el mismo momento de 2019. El registro del consumo social disminuyó 20,5, la inversión extranjera (IED) cayó 24,5%, 20.2% y 21,4%, la exportación se contrajo 15,9%. En el mismo período, el precio promedio aumentó 5,3%, entre otros factores, porque el precio de la carne porcina subió 125,6%. El sector industrial se redujo 13,5% y el turístico se desplomó en un 81,5%.
Gracias a las medidas exitosas y eficaces contra la epidemia, desde el marzo, la economía china volvió gradualmente a la normalidad. Según los datos oficiales del 19 de octubre de 2020, el PIB de los primeros tres semestres alcanzó 10,34 billones de dólares norteamericanos y la taxa del crecimiento económico se expandió en un 0,7%. El aumento económico del segundo semestre revirtió el saldo negativo del primero y alcanzó una mejora del 3,2%. Este impulso continuó y la economía siguió recuperándose en el tercer semestre (4,9%). Desde el marzo hasta la actualidad, la tasa mensual de IED aumentó entre 5% y 8%, la cual es una mejora relativa a la situación previa a la pandemia (3%-4%). Gracias al crecimiento de la inversión en infraestructura, la economía se ha recuperado con mucha rapidez. Si bien la demanda global tiende a disminuir, las exportaciones chinas representaron un aumento por el control de pandemia COVID-19, que permitió a las fábricas seguir trabajando. En los últimos dos meses, la tasa de crecimiento de las exportaciones alcanzó el 8% y 9%, cifra aún mayor a la del mismo período del año pasado. Durante el festival de Día Nacional, más de 60 0millones de personas viajaron por toda China en coche, avión y tren. Sin duda, China, fue el primer país en recuperar su producción, y su evolución superó las expectativas.
La economía china vuelve a la normalidad de forma acelerada por la implementación de las medidas sanitarias en la etapa inicial de la pandemia. Mediante la coordinación interministerial, el gobierno chino pudo articular al sector médico con los departamentos de gestión de urgencias y las autoridades institucionales de todos los niveles del país. Esto permitió movilizar, al mismo tiempo, a las unidades de atención de la salud y a las familias y comunidades para reducir el riesgo sanitario.
Las medidas principales que tomó el gobierno chino tienen etapas muy marcadas. Primero, garantizar los recursos materiales, la cual apoyó la lucha contra la epidemia, la estabilidad social y la recuperación económica. Debido a la estructura política vertical eficaz, el gobierno central puede coordinar que las autoridades locales socorran a las provincias más afectadas, estabilizando los precios de mercado y el funcionamiento de los hospitales mediante la organización de la demanda y oferta, la logística y el almacenaje de los recursos esenciales.
En febrero, el gobierno central coordinó 19 provincias para que socorran a 17 ciudades de la provincia Hubei. En junio, tras la detección de casos en el mercado Xi Fa Di de Beijing, asistió a las provincias cercanas como Hebei, Jiangsu, entre otras. De esta forma, se establecieron intercambios de recursos a fin de asistir el capital de forma inmediata. El gobierno central lanzó la política de compra masiva de los recursos sanitarios con finanza pública, por eso estimuló que las empresas estatales y privadas aumentaron la producción relativa, sobre todo en mascarillas. Todo eso ha sido la base de ganar contra COVID-19 en territorio de China. Segundo, el gobierno chino lanzó el plan especial de reactivar la producción de distintas regiones según el grado de riesgo, fortaleciendo la interconexión de la cadena del suministro y la demanda a fin de reactivar la producción concurrente tanto de las empresas grandes como de las PYMES, tanto de las estatales como las extranjeras. Tercero, el gobierno ha dado la prioridad en la estabilidad de la demanda monetaria y el empleo. Además, lanzó dos políticas financieras, el aumento razonable del déficit fiscal y la emisión de la deuda nacional contra la pandemia, favoreciendo de forma directa a los pueblos y las empresas. Mediante el proyecto general y dirigido de RRR(Deposit-reserve Ratio), el Banco Central aseguró la estabilidad de la liquidez monetaria: a finales de agosto el suministro de dinero (M2) y el Stock de la escala de financiación social representaron un aumento relativo 10,4% y 13,3%.
Según el informe de Banco Mundial, la taxa promedio anual de crecimiento económico de China alcanzará 2% en 2020. En este mismo año, la economía mundial disminuirá un 4,3%. Por lo tanto, China está en el camino exitoso para reactivar la economía y controlar de pandemia.