Especial OPCh: China y la crisis libia

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China ha sido acusada de “ambigüedad” ante la crisis libia, cuando no de “complicidad” con el régimen del coronel Gadafi. Tras una evacuación ejemplar de sus miles de trabajadores en territorio libio al inicio del conflicto, cuando las horas del coronel Gadafi parecen contadas, las autoridades chinas aseguran querer mantener “contactos estrechos” con el Consejo Nacional de Transición. En medio, 50 proyectos por valor de 18.800 millones de dólares, suspendidos. Beijing reclama el respeto y protección de sus inversiones.

Hemos hablado de ello con Yang Enrui, analista colaborador del Observatorio de la Política China; Mgs. Milton Reyes, Docente Coordinador Escuela de Estudios Estratégicos y Seguridad (Ecuador).
Preguntas

  • Cómo valora la actitud de China ante la crisis libia?
  • Cree que es hora de que modifique su tradicional “no interferencia en los asuntos internos” y asumir el principio de la “responsabilidad de proteger” en su conducta exterior?
  • Considera que su nuevo protagonismo global le obligará a replantear la generalidad de una política exterior aun deudora en muchos aspectos de una época ya fenecida?

 

Respuestas de Yang Enrui, analista colaborador del Observatorio de la Política China

  • Cómo valora la actitud de China ante la crisis libia?

El interés del Estado de China, que atraviesa su política exterior, varía versátil en función de los momentos, denotando identificación ideológica o beneficios económicos y políticos. A China no le importó la identificación moral con Gadafi, la cual ayudaba mucho en su triunfo económico en Libia, como lo revela en su libro un embajador chino relatando su experiencia en medio de panegíricos. Pero Gadafi metió a China en un gran embrollo al declararse ante todo el mundo dispuesto a tomar el ejemplo de la matanza de Tian An Men para enfrentar a los rebeldes, embrollo que tenía inmovilizada a China mientras Gadafi iba hundiéndose. La enorme inversión china allí, más de 18 mil millones de dólares, no contribuía en absoluto ni para afianzar su régimen ni para coquetear con el nuevo. China es la única de las cinco potencias con veto en el Consejo de Seguridad que no se ha deshecho de titubeos para aceptar a los rebeldes.

  • Cree que es hora de que modifique su tradicional “no interferencia en los asuntos internos” y asumir el principio de la “responsabilidad de proteger” en su conducta exterior?

Lo estable de la política exterior de un país emana de las condiciones en que se encuentra su estado de Derecho. Las presentaciones caleidoscópicas de la diplomacia no eclipsan los intereses reales, siempre imponentes sobre los principios éticos, que se persiguen en todo ejercicio político. Convendría calibrar los distintos procedimientos consultando su origen: cómo están respetados los parámetros universales del estado de Derecho en China.

  • Considera que su nuevo protagonismo global le obligará a replantear la generalidad de una política exterior aun deudora en muchos aspectos de una época ya fenecida?

Ojalá haya una condescendencia por parte del centralismo chino que asoma brillante en la escena internacional valiéndose de nada menos que su peculiaridad ajena al mundo exterior. Queda por confirmar cómo será su adaptación al mundo cambiante, quizá más adverso que amistoso, la cual podría suponer un camino accidentado.

Respuestas de Mgs. Milton Reyes, Docente Coordinador Escuela de Estudios Estratégicos y Seguridad (Ecuador):

  • ¿Cómo valora la actitud de China ante la crisis libia?

Prudente desde el punto de vista realista, pero que puede llegar a ser considerada como extremadamente realista o hiper-pragmática, por el pensamiento crítico.

Dicho pragmatismo sin embargo pudiera pasar factura a la política de soberanía y no intervención que ha impulsado en sus libros blancos, cuando actores políticos internacionales, articulados a actores políticos del Tibet, Xingjiang o Taiwán, pudieren promover que se siga algunas secuencias del “libreto libio”, e incluso plantear de manera más eficiente los llamados a la secesión.

  • ¿Cree que es hora de que modifique su tradicional “no interferencia en los asuntos internos” y asumir el principio de la “responsabilidad de proteger” en su conducta exterior?

China deberá poner en la balanza que es más importante para su horizonte estratégico:

a) Sus intereses inmediatos,  que pudieran tener eco en sectores hiperpragmáticos, con consecuencias inimaginables en su propio territorio (ya que se legitima el uso de recursos de fuerzas extranjeras al servicio de una de las facciones al interior de un estado soberano). Así mismo, este escenario que está percibido al parecer como poco probable por el rol de China en el Orden Internacional, si puede ser aplicado a terceros países que mantiene relaciones económicas estratégicas con China, o son parte de su zona de seguridad. O,

b) Mantener su visión sobre la no interferencia en asuntos internos, y actuar activamente en contener en las instancias internacionales, los intentos neocolonialistas, basados en la imagen de dependencia, que a la vez se presentan a sí mismos desde una aparente política internacional “idealista”.

  • ¿Considera que su nuevo protagonismo global le obligará a replantear la generalidad de una política exterior aun deudora en muchos aspectos de una época ya fenecida?

Seguramente se replantearán algunos temas, al parecer China, en su ascenso, sigue percibiendo lo doméstico como su interés principal, e intenta minimizar o contener cualquier tipo de desencuentros con los actores hegemónicos del orden internacional. Esto también al parecer tiene que ver con las fuerzas sociales y políticas articuladas al sistema político del estado; donde este caso, a lo mejor grafica el ascenso de una tendencia más pragmática y menos dialéctica que ha sido tradicional en la política china. Sin embargo, hasta el momento, el caso de Siria ha presentado otro tipo de respuesta, lo cual complica el determinar cuál es la visión hegemónica dentro de las fuerzas sociales y políticas chinas, sobre los nuevos retos que presenta el hiperrealismo de las potencias del Norte.