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El traslado del epicentro económico mundial y la estructura de poder frente al ascenso asiático

Mapa del Océano Pacífico; clic para aumentar
Hoy asistimos a un nuevo proceso de reconfiguración del sistema internacional. El traslado del epicentro económico hacia el Pacífico Norte manifiesta el ascenso de China e India en la estructura de poder internacional y en el oligopolio económico mundial.
 

Leyendo la edición especial de “Issues 2008” de Newsweek y frente a interrogantes tales como “Can America Get Back on Top?” o “Why the world still needs Mr.Big?”, uno se siente tentado a decir que en el mundo, no está sucediendo nada nuevo.

Sabemos que la fuerza es el medio específico de lo político. Consecuentemente se erige, desde el punto de vista de la Ciencia Política, una “estructura de poder” al interior del sistema internacional, que corrobora la existencia de una jerarquía basada en grandes, medianos y pequeños poderes. Esta pirámide jerárquica trunca la idea de igualdad soberana y refuta el concepto tautológico de anarquía internacional. La dinámica de la estructura radica en la apreciación o depreciación de los atributos de poder ostentados por cada uno de los diferentes sistemas políticos. Mientras que la apreciación conlleva a ciclos de expansión (incremento del control efectivo) y, consecuentemente, a una fase de ascenso; la depreciación (opuesta a la anterior) produce contracción y descenso en dicha estructura.

Por otro lado, el sistema económico mundial también manifiesta tener un centro dinámico que conocemos como “epicentro”. Este es asociado a las unidades políticas con mayor participación en la producción y el comercio mundial, al tiempo de que también mantienen las más altas tasas de crecimiento económico y grandes volúmenes de inversión.

Así como el epicentro económico mundial estuvo concentrado en el Mediterráneo durante los siglos XIII y XV, posteriormente se trasladó al Atlántico Europeo entre los siglos XVI y XIX, para posteriormente moverse hacia el Atlántico Norte a principios del XX. Cada epicentro tuvo su centro comercial y financiero: Venecia, Lisboa, Ámsterdam y Londres. Sin lugar a dudas, el ascenso de New York marcó la consolidación institucional de los Acuerdos de Bretton Woods de 1944 y la primacía del nuevo epicentro económico mundial concentrado en el Atlántico Norte. Paralelamente al traslado del centro neurálgico de la economía y, bajo la lógica de la estructura de poder, se produjo el ascenso de Venecia, Portugal, Francia, Gran Bretaña y, finalmente, de Estados Unidos.

Mientras que en el año 1000 Europa sólo representaba el 13% de la producción mundial, el Asia manifestaba una incidencia del 70% sobre la misma. Para 1820, la relación era de 30% y 60% respectivamente, pero precisamente es entre ese año y el 1870 que se produce el viraje económico. El ascenso en la estructura de poder consolidó la preeminencia de los sistemas políticos inglés, francés, entre otros. Ya para el año 1870, Europa pasó a representar un 45% de la producción mundial mientras que la participación del Asia caía a un 30%, es decir, se redujo a la mitad. Todo este proceso tiene un elemento paralelo que es la expansión del sistema político norteamericano, el cual, emergería a lo largo del siglo XX como la economía más importante y, a su vez en términos políticos, como el hegemón del sistema internacional. Mientras que en el 1820, EUA sólo representaban el 1,8% de la producción mundial, para el año 1998 este pasó a representar el 22% de la misma, más aún, durante la década del ’50 la economía estaba en su cénit, manifestando una participación que ascendía al 27%. Cabe destacar que ni el sistema político inglés, ni el norteamericano en su momento de mayor expansión han logrado superar la participación de China o de India en sus puntos máximos de incidencia en la producción mundial, es decir, 32,9% en 1820 y 28,8% en el año 1000 respectivamente (ver Cuadro 1).

Hoy asistimos a un nuevo proceso de reconfiguración del sistema internacional. El traslado del epicentro económico hacia el Pacífico Norte manifiesta el ascenso de China e India en la estructura de poder internacional y en el oligopolio económico mundial. El Asia del Este vuelve a resurgir como lo indica la última columna del Cuadro 1.

Cuadro 1
Participación en la Producción Mundial (%) por países y por regiones, 1000-1998
invisible
Países

1000

1500

1600

1700

1820

1870

1913

1950

1998

Reino Unido

1,0

2,0

3,0

5,0

9,0

8,0

6,5

3,5

Europa Occidental

9,0

18,0

20,0

22,0

23,0

33,0

33,0

26,0

20,0

Rusia

2,0

3,0

3,0

4,0

5,0

7,5

8,5

9,5

3,0

Europa Oriental

2,0

2,5

3,0

3,0

3,0

4,0

4,5

3,5

2,0

Total Europa

13,0

23,5

26,0

29,0

31,0

44,5

46,0

39,0

25,0

Estados Unidos

0,3

0,1

0,1

2,0

9,0

19,0

27,0

22,0

Other western offshoots

0,1

0,1

0,1

0,1

1,0

2,5

3,0

3,0

Total western offshoots

0,6

0,4

0,2

0,2

2,1

10,0

21,5

30,0

25,0

China

23,0

25,0

29,0

22,0

33,0

17,0

9,0

4,5

11,5

India

29,0

24,5

22,5

24,5

16,0

12,0

7,5

4,0

5,0

Japón

3,0

3,0

3,0

4,0

3,0

2,0

2,5

3,0

7,5

Resto de Asia

16,0

12,5

11,0

11,0

7,0

6,5

5,5

7,0

13,0

Total Asia

71

65

65,5

61,5

59

37,5

24,5

18,5

37

América Latina

4,0

3,0

1,0

2,0

2,0

2,5

4,5

8,0

9,0

África

12,0

7,5

6,5

6,5

8,0

3,5

2,5

3,5

3,0

Total del Mundo

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0

100,0


Fuente: Cuadro de elaboración propia en base a los datos proporcionados la OECD, “The World Economy”, vol. 1 y 2, 2006.

El mundo asiste a un proceso de reconvergencia global que se origina en el sistema económico mundial, pero que implica una perturbación tensiva en el sistema político internacional, es decir, en la gobernanza. Cabe preguntarnos ahora ¿estamos preparados para un mundo donde el oligopolio de grandes poderes este conformado principalmente por unidades no Occidentales? y, más aún, ¿cómo será el choque entre el World Power y el o los Challengers?

El Cuadro 2 grafica el tamaño de las economías respecto de la producción mundial en el año 2006. La primera columna toma el PBI a precio corriente mientras que, la segunda toma la ponderación según la paridad del poder de compra (PPP), ambos casos indican una alta concentración de la riqueza en un puñado de unidades políticas. De acuerdo al primer indicador, vemos que tan sólo 5 unidades políticas concentran el 60 % de la producción mundial sobre un total de 178 unidades. Dentro de ellas EUA, China y Japón tienen incidencia directa en el Pacífico Norte. Además, Japón figura como segunda y China como tercera economías más importantes. Por su parte, el segundo indicador nos permite destacar que: en primer lugar, China se convierte en la segunda economía más importante del planeta; y en segundo lugar, solamente EUA, China, Japón e India concentran casi el 48 % de la producción mundial.

Cuadro 2
El Oligopolio de Grandes Economías en el 2006
invisible
Indicador PBI según precio corrienteIndicador PBI según PPP

1

Estados Unidos

1

Estados Unidos

2

Japón

2

China

3

Alemania

3

Japón

4

China

4

India

5

Reino Unido Participación: 47,7%
 Participación: 60,2%

5

Alemania

6

Francia

6

Reino Unido

7

Italia

7

Francia

8

Canadá Participación: 57,8%

9

España

8

Italia

10

Brasil

9

Brasil

11

Rusia

10

Rusia

12

India

11

España

13

Corea del Sur

12

Corea del Sur

14

Méjico

13

Canadá

15

Australia

14

Indonesia
 Participación: 85,1%

15

Australia
   Participación: 75,2%
Participación de unidades restantes
(178): 14,9%
Participación de unidades restantes
(166): 24,8%

Nota: La cifra de China incluye a la participación de Hong Kong a razón de la retrocesión producida en 1997.
Fuente: Cuadro de Elaboración propia en base a la información del World Bank, World Development Report 2007.

Lejos de estar frente a una potencial situación de apolaridad como la que preocupa al profesor Ferguson, estamos asistiendo a la configuración de los “poderes revisionistas”. La ecuación busca el momento en que el costo de oportunidad para desafiar el orden internacional sea menor al costo de aceptarlo. Sin embargo, no necesariamente hay que esperar un escenario bélico, la existencia del arma nuclear segrega nuevas instancias que oscilan en torno a la polarización conflicto-cooperación.

La lógica del sistema político opera sobre la noción de interés nacional, medido siempre en términos de poder. Su objetivo es asegurar la supervivencia por medio de la optimización de recursos y el control del proceso de acumulación de capital. Esto tiende a generar una estructura de poder internacional jerárquica que corrobora, a través de la historia de las relaciones internacionales, la apreciación y depreciación del poder de los diferentes sistemas políticos. Por el contrario, la lógica del mercado responde al concepto de ganancia, evaluada en costo y beneficio de rentabilidad. El objetivo ahora es reconocer donde localizar las actividades económicas para que sean más productivas y rentables. Es decir, hay un traslado geográfico de la actividad económica que tiende a influir en la orientación externa de sistemas políticos, quienes deben asegurar su acceso a la riqueza.

En definitiva, más que asistiendo al “fin de la historia” estamos en presencia de un nuevo capítulo de ella, en donde el epicentro económico mundial y la estructura de poder continúan desempeñando un papel preponderante en la definición de la realidad política internacional.