Estos temas plantean inevitablemente muchas problemáticas estratégicas a nivel de la política global, que pueden expresarse mediante las siguientes preguntas:
- ¿Qué tan preocupante es la posibilidad de que la IA y la biotecnológica puedan ser utilizadas para lograr sucios objetivos políticos?
- ¿A qué estrategias éticas se supone que deben adherirse los científicos de IA y biotecnología?
- – ¿Existe una visión política a nivel de política global de abordar estos desafíos?
Debemos reconocer el hecho de que los desafíos de la inteligencia artificial y biotecnológica rara vez se estudian estratégicamente. En este sentido, urge la necesidad de repensar esta realidad desde un enfoque crítico basado en una visión ética, cultural, política y de seguridad, que puede enmarcarse a partir de las siguientes problemáticas:
- Problemática de la ciberseguridad y las guerras espaciales.
- Problemática del sesgo algorítmico y seguridad social.
- Problemática de criterios para el concepto de justicia algorítmica y dilemas culturales.
- Problemática de la computación emocional y la automatización de la naturaleza humana.
- Problemática de soluciones técnicas (modelización) para el cambio climático.
- Problemática de las guerras geológicas y la ingeniería climática futura (armas climáticas).
- Problemática de la ética y política de la biotecnología.
- Problemática de gobernanza, rendición de cuentas y control relacionada con la tecnología.
- Problemática del aura de objetividad que la cultura actual confiere a los algoritmos ya la ciencia.
De acuerdo con esas problemáticas, la política global enfrentarán muchas dialécticas relacionadas con cómo las tecnologías cambian la realidad de la política, la sociedad e incluso la naturaleza humana. Así, en el futuro todos los debates se centrarán en la problemática relación entre política y ciencia. Es la relación que se puede expresar a través de la siguiente pregunta:
¿Hasta qué punto las sociedades deben ser dirigidas y controladas por la inteligencia artificial y la biotecnológica? ¿Y en qué términos?
En este contexto, a pesar de las complejidades que enfrentará la problemática de la relación entre ciencia y política, la dialéctica del impacto de la ciencia en la naturaleza humana seguirá siendo el tema más problemático. En consecuencia, la pregunta es:
¿Y si la evolución humana biológica normal ya no fuera absolutamente necesaria?
Inevitablemente, hay muchos signos de interrogación con respecto a los temores y dudas que rodean el desarrollo de la inteligencia artificial, los robots y las biotecnologías. Donde parece que ya no hay nada de vínculo biológico entre estos desarrollos. Entonces, uno de los temas futuros que surgirán en el campo de las humanidades es la problemática de la naturaleza de la relación humana con la inteligencia artificial y la posibilidad de su superioridad sobre ella, sin mencionar las múltiples dialécticas entre humanidades, biólogos y neurocientíficos. Esta realidad dará lugar a varios interrogantes en la política global sobre el determinismo tecnológico:
- ¿Existen nuevos patrones de selección porque los robots y la biotecnología controlan el destino de la humanidad más que los genes biológicos?¿Cómo se pueden abordar teórica y prácticamente estos patrones a nivel político?
- ¿Cuáles son los valores culturales y éticos que se supone que se deben respetar? ¿Y quién decidirá eso?
Sobre la base de estas preguntas futuras, con consideraciones científicas entrelazadas con intereses comerciales, se ha vuelto imperativo a nivel político y moral que los estados se involucren. Antes, había muchas tecnologías poco éticas que se sometían a escrutinio político a nivel mundial. Un intento de prevenir la proliferación de armas de destrucción masiva o de establecer controles estrictos sobre los experimentos de clonación humana puede ser la mejor evidencia de la posibilidad de control.
Por lo tanto, se debe adoptar una visión moderna que se preocupe por establecer leyes y tratados claros e inequívocos en lo que respecta al enfrentamiento de estas problemáticas, especialmente a nivel del derecho penal internacional. Por ejemplo, el Estatuto de la Corte Penal Internacional debe enmendarse para adaptarse a estos riesgos como una especie de seguridad global proactiva, de modo que la jurisdicción de la corte se amplíe para incluir futuros crímenes que amenacen el destino de la humanidad y estén relacionados con la siguientes problemáticas:
- La revolución biotecnológica.
- Cambio climático.
- Inteligencia artificial y computación emocional.
Donde es evidente al rastrear el contexto del desarrollo de las relaciones internacionales y el derecho penal internacional en los niveles teórico y práctico, que no siguen el ritmo de estos nuevos patrones globales. Así, ante la existencia de conceptos políticos vagos, surge la necesidad de adoptar el principio de responsabilidad penal de manera explícita y disuasoria ante la provocativa incertidumbre asociada a la tecnología.
En consecuencia, existen interrogantes y dudas reales y realistas sobre si el desarrollo biológico natural de los humanos ya no es necesario en absoluto, como resultado de los desarrollos de la inteligencia artificial y la biotécnica. De ahí, el hecho de que la problemática de la cuestión de la contradicción entre los futuros de la inteligencia artificial y la biotecnología con la naturaleza humana inevitablemente se impondrá en la arena política y ética. Aquí se deben plantear las siguientes problemáticas:
- ¿Existe una necesidad política urgente de saber cuáles son las condiciones biológicas naturales para la existencia humana?
- ¿La realidad de la problemática tecnológica requiere investigar la naturaleza de la política o la política de la naturaleza?
En resumen, en los próximos años, es probable que el patrón de transformaciones tecnológicas relacionadas con la inteligencia artificial, la robótica, la biotecnología y el Internet de las cosas tenga un impacto significativo en el equilibrio de poder en la política mundial. Lo cual incrementará las políticas de nacionalización de la innovación tecnológica(como áreas estratégicas y parte integral de la seguridad biológica y cibernética de los estados). Entonces, este patrón requiere, a nivel de relaciones internacionales, hacerse la siguiente pregunta:
¿Tenemos que conocer la cultura y las ideas de los científicos en inteligencia artificial y biotecnología, antes de estudiar a los líderes políticos, para comprender la realidad estratégica de la política global y el futuro de la humanidad?
Puedes descargar, en gallego, el IGADI Annual Report 2022-2023, aquí.
