Las relaciones entre Corea del Sur y América Latina en 2009

Corea del Sur precisa diversificar los países proveedores de recursos naturales para poder disminuir su fuerte dependencia de Oriente Medio y encuentra en América Latina y África las nuevas fronteras de su diplomacia económica y energética. Se desea asegurar la energía, pero también los recursos alimenticios de los carece Corea del Sur por falta de suelo cultivable o de unas condiciones climatológicas adecuadas. El incremento de las relaciones comerciales se complementa con una creciente contribución de la Ayuda Oficial al Desarrollo surcoreana a favor de los países latinoamericanos y africanos. La tarea no será fácil. También China, Japón e India están cada vez más presentes e influyentes con mayores capacidades financieras en ambas regiones, y compiten con la tradicional presencia de los países europeos y de la posterior de EEUU.

Pero Corea del Sur puede jugar la baza de ofrecer la buena imagen de una potencia media, sin un pasado colonialista y con un modelo de desarrollo económico que le permitió pasar, en pocas décadas, de ser un país destrozado y empobrecido a una potencia industrial y tecnológica.

Lee Myung-bak realizó su primer viaje a América Latina en noviembre de 2008, visitando entonces Brasil y Perú. En Lima asistió a la cumbre anual de la APEC, donde se entrevistó con varios líderes latinoamericanos. Cabe recordar que las relaciones con América Latina son recientes pues se iniciaron básicamente tras constituirse la Republica de Corea en 1948. Es a partir de los años ochenta cuando Corea del Sur, convertida en un exitoso país industrial y exportador, empieza a invertir en Méjico y Centroamérica con vistas a entrar por la puerta sur del mercado norteamericano. Más tarde, las empresas surcoreanas giraron también sus ojos hacia América del Sur, atraídas por un mercado emergente y  unos recursos energéticos y alimenticios que Corea del Sur precisaba. MERCOSUR fue la prioridad. Seúl firmó con Chile en 2002 su primer A cuerdo de libres comercio o FTA que entró en vigor en 2004. Ahora ha negociado otro FTA con Perú y está estudiando la posibilidad de iniciar las negociaciones con Méjico y Colombia. Se pretende incrementar el comercio exterior y unas inversiones que ya se triplicaron en los últimos cinco años. El presidente Lee Myung-bak no viajó a América Latina en 2009, pero recibió en Seúl a algunos jefes de Estado latinoamericanos, como los de Perú y Chile.

La presidenta chilena Michelle Bachelet visitó Seúl el 11 de noviembre. Las relaciones entre Corea del Sur y Chile son excelentes y aceleraron a partir de la entrada en vigor del FTA. El comercio bilateral creció desde 1.850 millones $ en 2003 hasta 7.200 millones $ en 2008. Ambos países están estudiando una revisión del FTA vigente con el objetivo de ampliar sus objetivos y contenido. Seúl quiere mejorar el marco arancelario aplicado para hacer extensible a los productos surcoreanos las mejores tarifas concedidas en los FTA que Chile firmó posteriormente con China y Japón. Chile apoya una mayor inversión surcoreana en los sectores energéticos e infraestructuras del país.

Al día siguiente, Lee Myung-bak recibió en Seúl al presidente peruano Alan García. Corea del Sur y Perú estaban muy cerca de cerrar las negociaciones, iniciadas en marzo, para firmar un FTA. Será el segundo FTA firmado con un país latinoamericano tras el de Chile. Se espera expandir un comercio bilateral que creció desde los 530 millones en 2005 a 1.620 millones $ en 2008. Las exportaciones surcoreanas alcanzaron los 720 millones $, principalmente coches, componentes electrónicos y teléfonos móviles, mientras que las importaciones sumaron 900 millones $, básicamente de recursos naturales. Existe un claro superávit comercial a favor de Perú. Las estructuras económicas de los dos países son complementarias. Cabe destacar que Perú firmo un FTA con Singapur en julio de 2009 y esta negociando otros acuerdos similares con China, Australia y Nueva Zelanda. Cada vez es más evidente que los países latinoamericanos de la fachada oeste del continente que mira hacia el Océano Pacífico, como son Chile y Perú, están basculando económicamente hacia Asia.