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Chávez y el Partido Único

 Democracia, participación, socialismo; clic para aumentar
Mas allá de divisiones y posibles presiones políticas, la discusión sobre la constitución del PSUV se está realizando en un amplio y abierto debate democrático, con diversas tensiones que pujan por preservar los espacios plurales de discusión y participación política. Pero todo dependerá hasta qué punto la "unidad de mando" pedida por Chávez se moverá en el delicado péndulo del consenso o la ruptura total. (Foto: Cartel propagandístico gubernamental en una calle de Caracas).
 

Parecen venir tiempos de fisuras políticas en Venezuela. En vez de consolidarse la "unidad de mando" pedida por el presidente Hugo Chávez a sus aliados y simpatizantes, la discusión sobre la conformación del Partido Socialista Unido de Venezuela, PSUV (calificado coloquialmente como el "Partido Único"), está retomando el nivel de tensiones políticas pero esta vez en el seno del gobierno y sus socios políticos.

El PSUV tuvo su "bautizo" el pasado mes de diciembre, pocos días después de la contundente reelección presidencial de Chávez para el período 2007-2014. En su intento por acelerar la construcción del "Socialismo del Siglo XXI", Chávez pidió a las decenas de partidos y movimientos políticos y sociales que conformaban el Movimiento V República (MVR), la "unificación de mando política" en torno al PUSV, como elemento esencial para el impulso del "socialismo bolivariano".

El llamado presidencial tuvo un fuerte impacto pero en diversas direcciones. Tras oficializarse la disolución del MVR, comenzaron las negociaciones y discusiones entre estos partidos y movimientos para disolverse e integrarse dentro del "Partido Único".

En principio, la petición de Chávez tuvo un irrestricto apoyo por parte de los pequeños movimientos de extrema izquierda Unión Popular Venezolana, UPV, y el Movimiento Tupamaro, éste último conocido en los barrios populares de Caracas por constituir una especie de "grupo paramilitar de choque" de alto contenido ideológico, al servicio de la revolución.

¿Baile de disidentes?

Pero el mes de marzo de 2007 parece evidenciar que la construcción del PSUV no será tarea fácil para Chávez. Tres grandes partidos miembros del desaparecido MVR picaron adelante en cuanto a las críticas y las disensiones acerca de la viabilidad del "Partido Único".

Estos tres partidos son Patria Para Todos, PPT; Partido por la Democracia Social, PODEMOS; y el Partido Comunista de Venezuela, PCV. PODEMOS es una división del Movimiento al Socialismo, MAS, que a su vez se disolvió del Partido Comunista en 1971. Por su parte, el PPT salió de una división del movimiento sindicalista La Causa R.

Tanto PODEMOS como PPT adoptaron la tesis divisionista en sus respectivos movimientos originales tras expresar su apoyo político a Chávez en diciembre de 1998 e ingresar en la fórmula electoral del Polo Patriótico, dominada entonces por el MVR.

PODEMOS, PPT y PCV suman una treintena de diputados de los 167 que conforman la Asamblea Nacional, totalmente en manos de los partidos del gobierno tras el boicot electoral de los partidos de la oposición en las elecciones legislativas de 2005, por considerar que no existían garantías electorales suficientes.

La disensión en PODEMOS la afirmó su líder, Ismael García, quien consideró que su partido apoyará un "proceso democrático para la construcción del socialismo en Venezuela" y no un proceso político "siguiendo el modelo soviético". García consideró que su partido no se disolverá automáticamente para formar parte del PSUV hasta no se realice una asamblea interna que decida el camino a tomar.

Las palabras de García fueron retomadas por su compañero político y ex diputado Rafael Simón Jiménez y el líder político del PPT, José Albornoz. Ambos consideraron que esta nueva fase política revolucionaria evidencia "la desaparición de los espacios democráticos de representación popular" y la "concentración de poder".

Por su parte, el PCV realizó una cerrada asamblea interna, con fuertes enfrentamientos en la dirigencia y las bases entre los que apoyan la disolución del histórico partido en el PSUV y los que se oponen a ingresar en el mismo.

Los cálculos de poder

En términos de cuota política, PODEMOS cuenta con 18 diputados, tres gobernaciones y 48 alcaldes. Caso diferente al PPT, cuya decisiva presencia política le permitió poseer cuadros políticos que han sido claves en los ocho años de gobierno de Chávez.

El PPT cuenta con dos ministros de origen gallego: María Cristina Iglesias, ex ministra del Trabajo y actualmente en Industrias Ligeras y Comercio; y Francisco "Farruco" Sesto en el ministerio de Cultura. Del mismo modo, cuenta con 28 alcaldes, dos gobernadores y 10 diputados. Por su parte, el PCV cuenta con 7 parlamentarios.

En manos del PPT estuvieron la presidencia de la poderosa estatal petrolera PDVSA y el ministerio de Relaciones Exteriores, ambos en manos de Alí Rodríguez, hoy embajador en Cuba. Otras figuras de importancia gubernamental fueron el embajador en Washington, Bernardo Álvarez, y Aristóbulo Istúriz, ex ministro de Educación.

No obstante, existen diversos cálculos y negociaciones que bien pudieran provocar una nueva división, ahora dentro del PODEMOS y el PPT, entre los que desean unirse al PSUV y los que se niegan a disolverse. Una reunión entre Ismael García y José Albornoz arrojó esta posibilidad, al no oponerse al proceso de "reelección indefinida" para todos los cargos de elección popular, propuesto por el presidente Chávez.

En diversos medios políticos e informativos se conjetura que detrás de estas disensiones está el ex vicepresidente José Vicente Rangel, sustituido en enero pasado y actualmente de regreso al mundo del periodismo en televisión.

Rangel, veterano dirigente de izquierda, ex diputado, senador y candidato presidencial y, durante el gobierno de Chávez, ministro de Relaciones Exteriores, ministro de Defensa y Vicepresidente de la República, realizó una publicitada reunión para relanzar su espacio de opinión televisivo, donde fue notoria la masiva presencia de miembros de PODEMOS y el PPT y la significativa ausencia de miembros del gobierno.

Con Rangel podrían estar incluidos otros dos veteranos políticos de izquierda, también ex miembros del gobierno de Chávez entre 1999 y 2002: Luis Miquilena y Manuel Quijada. En diversos sectores se considera que estas disensiones "oficialistas" podrían configurar una nueva oposición política a Chávez, fortalecida ante el desconcierto y la inamovilidad de la tradicional oposición política.

En dado caso, la correlación de fuerzas favorecería al presidente Chávez. En las elecciones de diciembre de 2006, el MVR de Chávez obtuvo 4,8 millones de votos, mientras sus aliados del PODEMOS alcanzaron 760.000, el PPT unos .000 y el PCV unos 340.000 votos.

El verdadero PSUV

Las disensiones del PPT, PODEMOS y el PCV obligaron a una contundente respuesta por parte del mandatario nacional.

En referencia a los partidos "rebeldes", Chávez expresó la semana pasada, durante la emisión de su popular programa televisivo y radial "Aló Presidente", que "si quieren irse, que se vayan" y aseguró que ahora tenía el "terreno libre" para la constitución definitiva del partido "que siempre soñé, revolucionario, socialista, bolivariano y con unidad de mando".

Con estas declaraciones, Chávez intentó salir al paso de cualquier crítica sobre su supuesto autoritarismo dentro del partido. Pero diversos aliados políticos a Chávez dudan sobre las verdaderas intenciones para conformar el Partido Único.

Para asegurar la construcción del PSUV, Chávez organizó un estratégico enroque político, nombrando una "comisión técnica" constituida por el vicepresidente Jorge Rodríguez, su hermano Adán Chávez, el general Alberto Müller Rojas, la dirigente popular de la UPV, Lina Ron, el gobernador Diosdado Cabello, la ministra Érika Farías y el parlamentario comunista Roberto Hernández.

Tanto como sucediera con la asunción del nuevo gabinete presidencial en enero pasado, los miembros directivos del PSUV son calificados por los medios informativos y los partidos de la oposición como miembros del "chavismo duro" o, en todo caso, colaboradores fieles a las directrices de Chávez.

Mas allá de divisiones y posibles presiones políticas, la discusión sobre la constitución del PSUV se está realizando en un amplio y abierto debate democrático, con diversas tensiones que pujan por preservar los espacios plurales de discusión y participación política. Pero todo dependerá hasta qué punto la "unidad de mando" pedida por Chávez se moverá en el delicado péndulo del consenso o la ruptura total.