Esta serie de artículos tiene como objetivo explorar diferentes contextos donde la ayuda humanitaria desempeña un papel interesante o importante en las fronteras
O pai de Migueliño, de Castelao

Cruzar las fronteras y ayuda humanitaria: 1- El fenómeno general y criticas

Hoy en día, con la guerra en las fronteras europeas, pensamos más que nunca en la ayuda que necesitan los refugiados de los países implicados en el conflicto. De esta manera vemos los riesgos que corren las personas y la precariedad en la que viven. Sin embargo, la necesitad de los inmigrantes y refugiados no es un fenómeno reciente. La ayuda humanitaria en las fronteras europeas empezó hace mucho tiempo. Desde una perspectiva occidental, vamos a revisar brevemente unos conceptos teóricos sobre la ayuda humanitaria en las fronteras, y luego esbozar las críticas más comunes.

En la segunda mitad del siglo XIX, las Organizaciones No Gubernamentales experimentaron un notable auge (ej. creación del Comité Internacional de la Cruz Roja en 1863). En vísperas de la Primera Guerra Mundial, eran dos veces más numerosas que las organizaciones intergubernamentales. Éstas asociaciones tenían varios ámbitos, al igual que hoy en día: profesionales, científicos, humanitarios, sindicales y políticos. El crecimiento de los associaciones de solidaridad respondió a la voluntad de influir y contrarrestar la política de los Estados mediante la creación de redes internacionales (Devin y Smouts, 2011: 31). Desde entonces, hemos asistido a un aumento de la acción humanitaria en el mundo y a una diversificación de los actores, vinculado en particular a la globalización (aumento de los medios de comunicación y de transporte). En Europa, esta aceleración de las actividades humanitarias, especialmente en las fronteras, también se ha observado desde la gran afluencia de refugiados en 2015 definida como una crisis.

Los actores humanitarios en la frontera representan una gran diversidad tanto en su naturaleza como en sus funciones y actividades. Así los Estados y las instituciones internacionales con sus Agencias (Alto Comisariado de las Naciones Unidas para los Refugiados-ACNUR,  Organización Internacional para las Migraciones-OIM, etc.), participan en los esfuerzos fronterizos para garantizar un nivel de vida “adecuado” a las poblaciones migrantes sin recursos. Se suman otros actores institucionales como las administraciones territoriales que actúan con la seguridad civil (ej. Bomberos). El sector público también participa económicamente en las actividades humanitarias de algunas organizaciones no gubernamentales (países donantes). Dichas asociaciones representan el trabajo humanitario: más importante por los inmigrantes. Son los voluntarios o profesionales los que están más en contacto directo con la población beneficiaria. Sin olvidar los actores privados como las fundaciones y las empresas quien también actúan a la ayuda humanitaria.

La diversidad de los actores de la solidaridad es a la vez un bien y una dificultad adicional para la cooperación sobre todo ante el ‘desapego y la desvinculación del Estado’ (Retière y Lecrom 2018). Además de tener un papel financiero, material y humano en el terreno, las asociaciones tienen un discurso humanitario que juega un papel central en los debates políticos y mediáticos e influencia a las políticas migratorias.

No obstante, desde un punto de vista sociológico y gepolítico, muchos investigadores critican el sistema de la ayuda humanitaria.

El primer enfoque de crítica de la gestión de crisis está desarrollado por Myriam Ticktin y es “the problem with emergency”. En efecto, en el contexto de la migración y los movimientos en las fronteras, los activistas del sector humanitario trabajan en la ruta migratoria para una asistencia puntual que puede perdurar. Así, la reacción inmediata necesaria en una situación de crisis tiene también aspectos negativos. Por ejemplo, con la idea de perspectiva temporal que no da tiempo a tener en cuenta el pasado, a las causas ni a la Historia que conducen a esta situación (Ticktin, 2016 :262). Esta manera de actuar de emergencia lleva a  pensar que esas situaciones son puntales y no van a repetirse, siendo así una forma de minimizar tanto las causas como las consecuencias de la precariedad.

En segundo lugar, la teoría del ‘charity business’ destaca los debates sobre las operaciones humanitarias en las fronteras con una tendencia a la concurrencia. Efectivamente, muchos actores son susceptibles de hacer el mismo trabajo, tanto las empresas, los ejércitos, las iglesias, las cooperaciones bilaterales o de la ONU que las asociaciones. Así que están, muchas veces, en concurrencia por trabajar en aquel sitio o aquella actividad. A menudo hay que llegar a acuerdos con las autoridades locales o nacionales y ‘hay que ganar contratos’ (Sylvie Brunel habla de ‘marketing humanitario’) con el riesgo de dañar más a los beneficiarios que están en estos casos deshumanizados (Brunel, 2000 :6-11). Esta instrumentalización de los migrantes en las fronteras también se practica entre países como ‘precio de negocio’ o ‘arma de diplomacia’ en la gestión migratoria (Tardis, 2021).

El autore Jill M Williams denuncia las diferentes transformaciones experimentadas por las fronteras humanitarias y explica que “Desde mediados de la década de los 2000, (…) las políticas informales de excepcionalísimo humanitario han sido sustituidas por políticas de cuidados contingentes” (Williams, 2015: 12).

Para concluir, la ayuda humanitaria, aunque tenga una importancia mediática y política reciente, es en realidad un enfoque tradicional y vinculado a los principios de solidaridad y caridad. Las acciones humanitarias y las buenas intenciones se ven desgraciadamente sesgadas a veces por el carácter urgente de la crisis. Una de las proposiciones de los actores e investigadores sería anticiparse más, reflexionar a fondo sobre las causas, mejorar la cooperación y “definir un ‘perímetro de responsabilidad’ para cada organización humanitaria” (Brunel, 2000 :6).

Bibliografía

  • Brunel, S. & Action internationale contre la faim (2000). Géopolitique de la faim). Presses universitaires de France.
  • Devin, G. & Smouts, M. (2011). Les organisations internationales. Paris: Armand Colin.
  • Kallio, K. P., Häkli, J., & Pascucci, E. (2019). Refugeeness as political subjectivity: Experiencing the humanitarian border. Environment and Planning C: Politics and Space, 37(7), 1258–1276. https://doi.org/10.1177/2399654418820915
  • Retière, J. & Crom, L. J. (2018). Une solidarité en miettes: Socio-histoire de l’aide alimentaire des années 1930 à nos jours. PU RENNES.
  • Tardis, M. (2021). Nouvelles tensions migratoires aux frontières de l’Europe.IFRI – Institut français des relations internationales. https://www.ifri.org/fr/espace-media/lifri-medias/nouvelles-tensions-migratoires-aux-frontieres-de-leurope
  • Ticktin, M. (2016). Thinking Beyond Humanitarian Borders. Social Research83(2), 255–271. http://www.jstor.org/stable/44282188
  • Williams, J. M. (2015). From humanitarian exceptionalism to contingent care: Care and enforcement at the humanitarian border. Political Geography47, 11–20. https://doi.org/10.1016/j.polgeo.2015.01.001