De tres en tres

Aunque formalmente Hu Jintao ha asumido la jefatura del Partido Comunista de China el pasado mes de noviembre, con ocasión de la celebración del XVI Congreso, es en esta sesión plenaria de su Comité Central cuando realmente puede hacer notar su personal y enigmática impronta. Si bien las dos sesiones anteriores han tenido un marcado carácter protocolario y configurador de las principales instancias del Partido y del Estado, en esta Hu Jintao pretende evidenciar sus dos impulsos, los ejes esenciales de un nuevo viraje en el proceso de reforma que aspira a liderar y protagonizar. En primer lugar, en el ámbito de la economía, manteniendo el discurso sobre la necesidad de propiciar un desarrollo equilibrado de las diferentes regiones del país, corrigiendo los desequilibrios del Oeste, por baja inversión, y del noroeste, por reestructuración del gigantesco sector industrial estatal, Hu pretende elevar, con modificación constitucional incluida, el rango de la propiedad privada. La Constitución protege la propiedad de ingresos, depósitos, casas y otras propiedades, pero no menciona los medios de producción. Ahí está el nuevo salto, cuyas motivaciones más prácticas guardan relación con un problema que empieza a preocupar seriamente a las autoridades chinas: la inseguridad respecto a la propiedad provoca que lo evadido del país equivalga ya a lo invertido. Con todo, no parece que la tierra se vea afectada en un primer momento.

En segundo lugar, se incrementan las señales del inicio de una tímida onda democratizadora. Algo pudimos ver con ocasión de la crisis de la neumonía atípica, con indicios contradictorios que culminaron con el cese del ministro de sanidad y el alcalde de la capital, Beijing, ante el desconcierto incluso del propio Jiang Zemin, el anterior jefe del Estado. Ahora, Hu propone que el Buró Político informe y rinda cuentas al Comité Central, algo anecdótico para nuestros usos, pero significativo en las coordenadas internas de China y que revela el interés de Hu por impulsar un mayor nivel de participación en las decisiones del Partido. Sin apertura y mayor transparencia en el seno del propio PCCh es prácticamente imposible que una mínima democratización alcance a la sociedad china de hoy día.

Esta tercera sesión coincide además con dos eventos que animan los debates. De una parte, la conmemoración del 25 aniversario del comienzo de la política denguista, iniciada también en una III sesión del XI Comité Central, reunido en diciembre de 1978. De otra, el envío del primer vuelo espacial tripulado que coloca a China entre el reducido número de países que lo han logrado y permite demostrar a los dirigentes chinos ante su propia ciudadanía que con el Partido no solo es posible alcanzar un nivel de vida modestamente acomodado, sino también ganar el cielo.