La 5ª Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) reunió el 26 y 27 de marzo en Durban a cinco economías que suman el 43% de la población, el 20% del PIB mundial y el 43% de las reservas de divisas. Son los motores que han impulsado, en los tres últimos años, casi la mitad del crecimiento mundial. Y seguirán haciéndolo. Según el FMI, las economías emergentes crecerán en 2013 un 5,5% mientras las avanzadas solo un 1,2%.
La 5ª Cumbre de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) reunió el 26 y 27 de marzo en Durban a cinco economías que suman el 43% de la población, el 20% del PIB mundial y el 43% de las reservas de divisas. Son los motores que han impulsado, en los tres últimos años, casi la mitad del crecimiento mundial. Y seguirán haciéndolo. Según el FMI, las economías emergentes crecerán en 2013 un 5,5% mientras las avanzadas solo un 1,2%.
Los BRICS también sufren la larga crisis de la demanda de EEUU y la UE. China creció un 7,8% en 2012, el más bajo desde 2009. Pero las economías de Rusia (3,4%), India (5%) y Sudáfrica (2,6%) se desaceleraron mucho más. Y Brasil se estancó con un 0,9%. Una tendencia que podría impulsar la cooperación mutua y la institucionalización del grupo. En Durban se decidió constituir un Banco de Desarrollo BRICS con un capital inicial de 50.000 millones de dólares para financiar proyectos de desarrollo e infraestructuras.
Pero el creciente liderazgo chino del proceso BRICS crea recelos en los otros cuatro socios. Existen entre ellos intereses políticos, económicos y comerciales diversos. La economía china es el triple de la de Brasil, cuatro veces más que las de India y Rusia y diecisiete veces la de Sudáfrica. Y según la OCDE, China crecerá en 2013 un 8,5%, mucho más que los demás. Las relaciones económicas entre los cinco son asimétricas y cada vez más desequilibradas a favor del coloso chino que disfruta de un claro superávit comercial.
La Banca BRICS ofrecerá un marco ideal para canalizar más inversiones chinas en los otros cuatro países. Y favorecerá las ambiciones de Pekín hacia una gradual internacionalización del yuan, en detrimento del dólar y el euro, como moneda de referencia en las transacciones internacionales con los países emergentes. Y persisten las tensiones monetarias. Brasil e India se quejan que sus exportaciones son perjudicadas por la infravaloración del yuan chino.
Los BRICS mantendrán posiciones comunes en algunas cuestiones internacionales para reforzar la cooperación y la solidaridad Sur-Sur y para lograr una reforma de los organismos financieros internacionales de las NNUU, como el FMI y el BM. En Durban los BRICS escenificaron su fuerza. Pero también se ven como competidores en el nuevo orden económico del Siglo XXI.