En momentos en que el mundo confronta una gran crisis alimentaria, resulta pertinente hacer referencia a la revolución de los alimentos que se aproxima. Esta traerá grandes beneficios pero, a la vez, costos inmensamente significativos. El salto tecnológico en curso va camino, en efecto, a producir una revolución mayor en el área de la producción de alimentos. Ella conducirá a cambios superlativos en los sectores de la ganadería y la agricultura. Desde la biología sintética, capaz de rediseñar el código genético de los alimentos y, en tal sentido, producirlos como si fuesen manufacturas, hasta la agricultura ambientalmente controlada, la transformación que se avecina es sólo comprable a la del inicio de la agricultura y la ganadería miles de años atrás. Dado que este último fenómeno desencadenó la marcha civilizatoria de la humanidad, la comparación no resulta banal.