La decisión del gobierno filipino de extraditar a China a un grupo de 14 ciudadanos taiwaneses detenidos por fraude va más allá de una mera controversia judicial. Beijing presionó a Manila al amparo del tratado de extradición firmado por ambos países mientras que Taipei reclamó que sus ciudadanos fueran repatriados a Taiwán. La decisión filipina se tomó sin informar previamente a las autoridades taiwanesas.
China continental y Taiwán firmaron en 2009 un acuerdo de cooperación judicial que ha permitido crear un marco de entendimiento provechoso para ambas partes. Hasta la fecha, un centenar de criminales han sido devueltos por China a Taiwán. Precisamente, desde la entrada en vigor de este acuerdo, muchos prófugos de la justicia escapaban a Filipinas vía Kaohsiung. ¿Devolverá China a Taiwán los presuntos delincuentes extraditados por Manila? En Taipei se ha reclamado ya la revisión del acuerdo bilateral.
Taiwán, por otra parte, ha retirado a su representante acreditado en Manila, anunciando la adopción de medidas de represalia que podrían afectar a los inmigrantes filipinos que trabajan en la isla. El presidente Ma apeló a la dignidad nacional para justificar una protesta airada que ha obligado a Manila a sugerir vías alternativas que permitan superar estas controversias en el futuro.
Asimismo, el deseo continental de integrarse en la Asian Medical Student Association, organización estudiantil fundada en 1985 y en la que Taiwán participa con esta denominación, ha provocado otro roce, esta vez debido a la exigencia de Beijing que insta a modificar el nombre oficial con que aparece Taipei en dicha entidad. La decisión se tomará el 27 de febrero.
La detención el 27 de enero de un general del ejército taiwanés acusado de espiar para el continente, calificado como el peor caso de espionaje del último medio siglo, alimenta también las reticencias de algunos sectores sociales y de la oposición hacia la política de aproximación al continente, además de afectar a su relación con EEUU, siempre temeroso de que secretos militares puedan filtrarse a China. El KMT, que ha decidido referirse a China como “Continente” en todos los foros oficiales, insiste en que este episodio no debe afectar al clima bilateral y recuerda que en 2008 fueron ejecutados al otro lado dos chinos que espiaban para Taipei.
La convergencia simultánea de las tres crisis pone en aprietos nuevamente la estrategia de Ma, acusado de bajar la guardia y hacer dejación de soberanía frente a Beijing. Pese a ello, la próxima reunión en Taipei de la comisión bilateral del ECFA indica con nitidez que la doble velocidad constituye una nota característica más, si no la de mayor relevancia, del actual período de distensión en el Estrecho.